El filólogo Martín Hadis publicaría un libro, dedicado exclusivamente a
la lápida de Jorge Luis Borges. Durante más de una década, Hadis estuvo
investigando los textos y grabados de la lápida en la tumba Borges, para poder vincular
todo aquello con la historia personal del escritor argentino, su genealogía y
su universo literario. Hadis, tuvo que averiguar primero en qué idioma estaban
los textos, y luego entender de dónde procedía cada símbolo tallado…
Borges, diría Hadis, “sintió la nostalgia del destino épico de sus
antepasados criollos militares”. En un poema, se lamentaba: "No
haber caído, / como otros de mi sangre" y en una conferencia
recordaría que su padre y su abuela inglesa "murieron ciegos; ciegos,
sonrientes y valerosos, como yo también espero morir". Y luego
agregaría: "Se heredan muchas
cosas (la ceguera, por ejemplo) pero no se hereda el valor. Sé que fueron
valientes".
La imagen tallada de los siete guerreros blandiendo sus espadas y una
frase en inglés antiguo 'and ne forthedon na' ('y que no temieran') alude a la batalla
de Maldon, en el 991, cuando "el ejército sajón debió enfrentar a una
horda de vikingos”, donde la frase, es tan solo una parte de la arenga que el
líder sajón les daría a sus hombres antes de la batalla diciéndoles que no
teman ante la muerte, y que tengan coraje.
Aun sabiendo que
iban a perder aquella batalla, el líder sajón decidió arremeter con coraje. De
manera que, toda esta representación pétrea, representa un homenaje a los
antepasados de Borges, como un recuerdo particular de su abuelo paterno, el
Coronel Francisco Borges, quien murió heroicamente en la batalla de La Verde,
buscando también la muerte para demostrar su honor, y cumpliendo igualmente una
de las grandes ambiciones de Borges: morir sin temor.
En 1469 se
construyó el hospital de los apestados en la ciudad de Ginebra en Suiza, para
luchar contra las epidemias de peste negra,
para lo que se eligió un lugar en la zona de huertos de las afueras, y alrededor
del año 1482, se instalaría un cementerio contiguo para albergar los cuerpos de
las víctimas de esta enfermedad. Seria
denominado también el “Cementerio de los Reyes” (Cimetière des Rois”), este es el
cementerio de Plainpalais donde está enterrado Jorge Luis Borges. Allí existe
el monumento analizado Martín Hadis.
En el cementerio de Plainpalais también están enterrados Juan Calvino y los escritores Robert Musil, y Ludwig Hohl, el psicólogo y epistemólogo Jean Piaget y Sofía una hija de Fiódor Dostoyevski. En 1996 con motivo del décimo aniversario de la muerte de Borges empezaron a circular las primeras fotos de la lápida en los diarios y para entender en qué idioma estaban los textos, y luego, de donde procedía cada símbolo tallado en la piedra, Martín Hadis daría inicio a una larga etapa de investigación donde quizás lo más importante, consistió en vincular todos los elementos tallados en la piedra con, la historia personal de Borges su genealogía, y el uso que él hacía de estos elementos en sus obras.
Toda esta investigación llevada durante una década por Martín Hadis, culminaría
en un libro que trata exclusivamente sobre la lápida: Siete Guerreros Nortumbrios,
que es mucho más que un libro sobre
una lápida y paradójicamente, puede servir como una introducción a toda la obra
de Borges y motrar una red de significados e ideas que existen sobre ella.
Los dibujos y textos de la lápida nos remiten, a través de un combate
sajón y medieval, a los antepasados criollos de Borges, a los compadritos y
cuchilleros del barrio de Palermo, a Evaristo Carriego, y a la "secta
del cuchillo y el coraje" que fueron tan significativos en su
obra. Lo nórdico y lo sajón están directamente emparentados en la obra de
Borges con la Argentina.
Borges sentía un profundo cariño por Buenos
Aires, pero era a la vez un hombre reservado, y cuanto más cariño sentía por
algo, menos probable era que lo representase o lo nombrara de manera explícita
en sus textos. Su lápida alude a la Argentina, al coraje, a
Buenos Aires, al Palermo de su infancia, pero lo hace de manera indirecta, y sutil.
Es así, tal cual y como él procedía en sus obras.
Sería María Kodama, quien le encargó la talla de la lápida a Eduardo Longato y esta lápida
resultaría un gran homenaje a Borges, al plasmar acertadamente ejes centrales
de su vida, de su obra y de los pensamientos que él tenía al final de su
existencia. Con la batalla de Maldon en piedra, se alude a sus anhelos, a sus
temores, y a líneas fundamentales de su creación literaria. Borges quería morir
sin temor, como murió el Coronel Borges, y como murieron también su padre y su
abuela inglesa.
La lápida es paradójicamente muy criolla, muy argentina, pero de una manera indirecta ya que Borges tenía
dos mandatos ancestrales: el primero, su destino literario, heredado de sus
antepasados británicos, los Haslam, ingleses a la vez eruditos y excéntricos;
el segundo mandato, más asociado con su lado criollo, era el de tener el mismo
coraje que sus ancestros criollos y militares. Ambos mandatos formaron un contraste durante toda su vida y fueron uno de
los motores que lo impulsaron a escribir.
La herencia manifiesta en Borges eran su abuela paterna inglesa y su
madre. “Su abuela inglesa era el
mundo; su madre, la voluntad de arraigarse, de ser argentino ante todo”. Las dos tendencias estuvieron siempre
contrapuestas en él. Es probable que los entreveros de los anglos y sajones,
del siglo X y las riñas de maleantes criollos lo hayan llevado al intento
de “unificar en un símbolo las
dos vertientes más marcadas de su ser”.
El símbolo tallado en el frente de su lapida representa esta
unificación, de una manera sutil, e indirecta. Como decía el mismo Borges
en Otras inquisiciones: "Ciertos crepúsculos y ciertos lugares,
quieren decirnos algo, o algo dijeron que no hubiéramos debido perder (…) esta inminencia de una revelación, que no
se produce, es, quizá, el hecho estético”.
En el reverso, la lápida tiene también tallada una frase: "Hann
tekr sverðit Gram ok leggr í meðal þeira bert", que proviene de la saga Völsunga, una serie
de relatos que fueron escritos en el siglo XIII y significan: "Él
toma la espada Gram y la coloca entre ellos desenvainada". Este es
a su vez el epígrafe de un cuento
de Borges, "Ulrica", y es una referencia al amor.
Debajo hay una talla de un barco que, fue -acertadamente- tomado de una piedra
vikinga. Ese barco simboliza la eternidad y el viaje final del hombre.
Finalmente le preguntarían al filólogo Martín Hadis, sobre
las razones de: ¿Por qué investigar a Borges? Hadis respondería que también
él había tenido una suerte de "abuela
inglesa", pues también se criaría en una biblioteca de libros ingleses
y estudiaría informática en el Massachusetts Institute of Technology, e inglés antiguo y escandinavo antiguo en
Harvard; él hizo una maestría, en antropología en Texas, y es “lingüista”, o “filólogo”, por ello le fascina
estudiar idiomas como el japonés, chino, galés, hebreo, árabe, sánscrito
y tantos otros…
También le interesaron siempre a Hadis las
religiones, las mitologías, todos esos temas que fascinaban a Borges… Fue un proceso gradual que duró décadas. Primero
entender el idioma y cada símbolo tallado en la piedra, y lo más importante fue
que mientras tanto y en paralelo releía su obra, la analizaba y publicaba otros
libros sobre diversas facetas de la vida de Borges.
Maracaibo lunes 1 de Julio
del año 2024
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