lunes, 1 de julio de 2024

La misteriosa lápida

 


El filólogo Martín Hadis publicaría un libro, dedicado exclusivamente a la lápida de Jorge Luis Borges. Durante más de una década, Hadis estuvo investigando los textos y grabados de la lápida en la tumba Borges, para poder vincular todo aquello con la historia personal del escritor argentino, su genealogía y su universo literario. Hadis, tuvo que averiguar primero en qué idioma estaban los textos, y luego entender de dónde procedía cada símbolo tallado…


 

Borges, diría Hadis, “sintió la nostalgia del destino épico de sus antepasados criollos militares”. En un poema, se lamentaba: "No haber caído, / como otros de mi sangre" y en una conferencia recordaría que su padre y su abuela inglesa "murieron ciegos; ciegos, sonrientes y valerosos, como yo también espero morir". Y luego agregaría: "Se heredan muchas cosas (la ceguera, por ejemplo) pero no se hereda el valor. Sé que fueron valientes". 

 

La imagen tallada de los siete guerreros blandiendo sus espadas y una frase en inglés antiguo 'and ne forthedon na' ('y que no temieran') alude a la batalla de Maldon, en el 991, cuando "el ejército sajón debió enfrentar a una horda de vikingos”, donde la frase, es tan solo una parte de la arenga que el líder sajón les daría a sus hombres antes de la batalla diciéndoles que no teman ante la muerte, y que tengan coraje.

 

Aun sabiendo que iban a perder aquella batalla, el líder sajón decidió arremeter con coraje. De manera que, toda esta representación pétrea, representa un homenaje a los antepasados de Borges, como un recuerdo particular de su abuelo paterno, el Coronel Francisco Borges, quien murió heroicamente en la batalla de La Verde, buscando también la muerte para demostrar su honor, y cumpliendo igualmente una de las grandes ambiciones de Borges: morir sin temor.

 

En 1469 se construyó el hospital de los apestados en la ciudad de Ginebra en Suiza, para luchar contra las epidemias de peste negra, para lo que se eligió un lugar en la zona de huertos de las afueras, y alrededor del año 1482, se instalaría un cementerio contiguo para albergar los cuerpos de las víctimas de esta enfermedad. Seria denominado también el “Cementerio de los Reyes(Cimetière des Rois”), este es el cementerio de Plainpalais donde está enterrado Jorge Luis Borges. Allí existe el monumento analizado Martín Hadis.


En el cementerio de Plainpalais también están enterrados Juan Calvino y los escritores Robert Musil, y Ludwig Hohl, el psicólogo y epistemólogo Jean Piaget y Sofía una hija de Fiódor Dostoyevski. En 1996 con motivo del décimo aniversario de la muerte de Borges empezaron a circular las primeras fotos de la lápida en los diarios y para entender en qué idioma estaban los textos, y luego, de donde procedía cada símbolo tallado en la piedra, Martín Hadis daría inicio a una larga etapa de investigación donde quizás lo más importante, consistió en vincular todos los elementos tallados en la piedra con, la historia personal de Borges su genealogía, y el uso que él hacía de estos elementos en sus obras.


Toda esta investigación llevada durante una década por Martín Hadis, culminaría en un libro que trata exclusivamente sobre la lápida: Siete Guerreros Nortumbrios, que es mucho más que un libro sobre una lápida y paradójicamente, puede servir como una introducción a toda la obra de Borges y motrar una red de significados e ideas que existen sobre ella.

 

Los dibujos y textos de la lápida nos remiten, a través de un combate sajón y medieval, a los antepasados criollos de Borges, a los compadritos y cuchilleros del barrio de Palermo, a Evaristo Carriego, y a la "secta del cuchillo y el coraje" que fueron tan significativos en su obra. Lo nórdico y lo sajón están directamente emparentados en la obra de Borges con la Argentina.

 

Borges sentía un profundo cariño por Buenos Aires, pero era a la vez un hombre reservado, y cuanto más cariño sentía por algo, menos probable era que lo representase o lo nombrara de manera explícita en sus textos. Su lápida alude a la Argentina, al coraje, a Buenos Aires, al Palermo de su infancia, pero lo hace de manera indirecta, y sutil. Es así, tal cual y como él procedía en sus obras.

 

Sería María Kodama, quien le encargó la talla de la lápida a Eduardo Longato y esta lápida resultaría un gran homenaje a Borges, al plasmar acertadamente ejes centrales de su vida, de su obra y de los pensamientos que él tenía al final de su existencia. Con la batalla de Maldon en piedra, se alude a sus anhelos, a sus temores, y a líneas fundamentales de su creación literaria. Borges quería morir sin temor, como murió el Coronel Borges, y como murieron también su padre y su abuela inglesa.

 

La lápida es paradójicamente muy criolla, muy argentina, pero de una manera indirecta ya que Borges tenía dos mandatos ancestrales: el primero, su destino literario, heredado de sus antepasados británicos, los Haslam, ingleses a la vez eruditos y excéntricos; el segundo mandato, más asociado con su lado criollo, era el de tener el mismo coraje que sus ancestros criollos y militares. Ambos mandatos formaron un contraste durante toda su vida y fueron uno de los motores que lo impulsaron a escribir.

 

La herencia manifiesta en Borges eran su abuela paterna inglesa y su madre. “Su abuela inglesa era el mundo; su madre, la voluntad de arraigarse, de ser argentino ante todo”. Las dos tendencias estuvieron siempre contrapuestas en él. Es probable que los entreveros de los anglos y sajones, del siglo X y las riñas de maleantes criollos lo hayan llevado al intento de unificar en un símbolo las dos vertientes más marcadas de su ser”.

 

El símbolo tallado en el frente de su lapida representa esta unificación, de una manera sutil, e indirecta. Como decía el mismo Borges en Otras inquisiciones: "Ciertos crepúsculos y ciertos lugares, quieren decirnos algo, o algo dijeron que no hubiéramos debido perder (…) esta inminencia de una revelación, que no se produce, es, quizá, el hecho estético”.

 

En el reverso, la lápida tiene también tallada una frase: "Hann tekr sverðit Gram ok leggr í meðal þeira bert", que proviene de la saga Völsunga, una serie de relatos que fueron escritos en el siglo XIII y significan: "Él toma la espada Gram y la coloca entre ellos desenvainada". Este es a su vez el epígrafe de un cuento de Borges, "Ulrica", y es una referencia al amor. Debajo hay una talla de un barco que, fue -acertadamente- tomado de una piedra vikinga.  Ese barco simboliza la eternidad y el viaje final del hombre.

 

Finalmente le preguntarían al filólogo Martín Hadis, sobre las razones de: ¿Por qué investigar a Borges? Hadis respondería que también él había tenido una suerte de "abuela inglesa", pues también se criaría en una biblioteca de libros ingleses y estudiaría informática en el Massachusetts Institute of Technology, e inglés antiguo y escandinavo antiguo en Harvard; él hizo una maestría, en antropología en Texas, y es “lingüista”, o “filólogo”, por ello le fascina estudiar idiomas como el japonés, chino, galés, hebreo, árabe, sánscrito y tantos otros… 

 

También le interesaron siempre a Hadis las religiones, las mitologías, todos esos temas que fascinaban a Borges… Fue un proceso gradual que duró décadas. Primero entender el idioma y cada símbolo tallado en la piedra, y lo más importante fue que mientras tanto y en paralelo releía su obra, la analizaba y publicaba otros libros sobre diversas facetas de la vida de Borges.

 

Maracaibo lunes 1 de Julio del año 2024

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