jueves, 11 de diciembre de 2025

El sabio en una novela.

 

El viernes, 2 de agosto del año 2013, en este mismo blog, lapesteloca, publiqué copia de un artículo de la Revista Biomédica Digital de la UCV, Vitae, titulado: HUMBERTO FERNÁNDEZ MORAN. Legado científico de Venezuela invaluable para el mundo.

http://caibco.ucv.ve/Vitae/VitaeCatorce/Portada/homevitae.htm/

 

Para aquellos días estaba recién publicada mi novela “Ratones desnudos” la cual representaba con “El año de la lepra” la sexta y séptima novelas entre las que habían ya sido publicadas. Aquellas dos, tuvieron la fortuna de ser editadas por una editorial de Mérida dirigida por el profesor Víctor Bravo, la editorial se llamaba “el otro @ el mismo” y las novelas, todavía estaban siendo distribuidas por EdicVen y se encontraban en algunas librerías del país.


Lamentablemente no existió nunca comunicación entre EdicVen, Victor Bravo y mi persona, quien ya había entendido que publicar novelas no funcionaba para reintegrar algo económicamente, ni ganando premios, de manera que desde entonces asumí mi condición de escribidor, en total gratuidad, fenómeno que percibo sensiblemente, en 2025 ante mi exiguo sueldo como profe titular jubilado de la UCV. Son los tiempos que nos ha tocado vivir...

 

Habiendo ya transcurrido más de doce años desde aquella ocasión, voy a referirme a un detalle que tiene que ver con la ficción y con la realidad en las novelas.

 

Mostraré aquí, una tarjeta de presentación que guardo con respeto (es la original) de otra tarjeta ficcional presentada por un personaje (Eduardo Soriano), de mi novela “Ratones desnudos”, ante un acucioso periodista quien en la novela buscaba información sobre una institución neuropsiquiátrica desaparecida diez años atrás en Maracaibo donde se habían realizado importantes trabajos de investigación usado un microscopio electrónico; el periodista en la novela se llamaba Hernando Salazar.

 

Ante la circunstancia, del uso de un microscopio electrónico, y en su ciudad natal, es probable que surjan comentarios sobre el doctor Fernández Morán (transformado en un ídolo noticiosamente muy manido ya en los últimos años de este Siglo XXI) a quien el doctor Soriano –en la novela- decía haber conocido personalmente e insistiría en que él, recibió una misiva del sabio y que además posee su propia tarjeta de presentación. Soriano pareciera –en la novela- apropiarse parcial y temporalmente de la identidad del real autor de la novela “Ratones desnudos”, quien, para desvelar el secreto, se sentiría obligado a ofrecerle a los lectores del blog lapesteloca la posibilidad de leer el texto de la tarjeta en cuestión, aunque puedan quedarse pensando que si acaso todo esto, no ha sido más que un divertimento ficcional...

 

El texto que aparece en el Capítulo 18 de la novela “Ratones desnudos” con las palabras del doctor Soriano es el siguiente: 

–Conservo esta tarjeta personal del sabio fechada el 29 de octubre de ese año 1974. La recibí unos días después de nuestra entrevista. En ella con su minúscula caligrafía me escribió un mensaje, lea usted...  Yo leí cuidadosamente (ver)


 

“ He estado pendiente de sus trabajos y le felicito por sus recientes trabajos sobre virus neurotrópicos, especialmente rabies; yo puedo asegurarle que próximamente instalaremos parte de mi laboratorio de electronmicroscopía en esta región. 


Desearía mucho hablar con usted, para considerar que podamos lograr una colaboración satisfactoria sin necesidad de trasladarse a Caracas. Perdóneme si sugiero que nos veamos en el Hotel del Lago, cuarto 468, si es posible a las 5.00pm. Reciba un cordial saludo extensivo a su apreciada familia”.



 La firma decía: Humberto Fernández Morán.

 

Soriano paladeó un trago de gin y continuó. –Estaba yo convencido de que nuestro sabio Quijote estaba, como el Libertador, destinado a arar en el mar. Asistí a la cita en el Hotel del Lago y él me pidió que no cometiese el mismo error en el que él había incurrido años atrás. Que no saliese del terruño. Que lo más importante tenía que ser florecer en la provincia. Que irse a la capital sería un disparate. . .

Estaba persuadido, y creo que me hablaba con toda sinceridad, de que a más tardar en dos años ya sus laboratorios estarían instalados y marchando en el occidente del país. A pesar de mi incredulidad no quise ser drástico, callé sobre mis temores y acepté esperarle, tal vez uno o dos años. Serán suficientes, eso le dije. Pero internamente tenía el doloroso convencimiento de que otra vez le estaban engañando con falsas promesas. Cuatro años después, en 1978, él regresó al Primer Congreso de Neurociencias en su ciudad natal y sus conferencias fueron destacadas en la prensa nacional, pero ya habíamos perdido las enseñanzas y la ilustración de aquel auténtico valor científico nacional. Como dijera Acosta Saignes del Libertador, él parecía ser en su tiempo “el hombre de las dificultades”.

 

En Caracas, dictó conferencias que para la época eran de avanzada, habló sobre Virus Oncogénicos, Biología Molecular, Microscopía Electrónica, sobre los Bancos de datos, computadoras y satélites que habrían de venir. En esos días, de paso por la capital, me acerqué hasta el hotel Ávila para conversar con él. Sin mucha convicción le ofrecí de nuevo regresar con él si algo se concretaba en el Occidente del país, pero era un mero formulismo. A pesar de la importante y privilegiada posición de nuestro científico en el mundo, su destino de Ulises irredento parecía perseguirle. El genial investigador de la NASA, el inventor del cuchillo de diamante, el descubridor de las partículas elementales de las mitocondrias, persistía en sus sueños e insistía en que todo estaba en su patria ya dispuesto para él. Casi a punto, me decía y yo, debería regresar esperanzado, debería aguardar por él en la ciudad de fuego.

 

Hasta aquí, el texto de la novela “Ratones desnudos” …

 

Es una lástima que esta novela ya no exista en las librerías (excúsenme por la “autopropaganda” pero su “desaparaicion” es un hecho), y no existiendo jamás una re-impresión, - fenómeno que se da en prácticamente todas mis novelas - y ahora sí, desde la realidad no virtual ni mental, me toca recomendar a quien esté interesado, quien puede buscarla, -ésta y otras-  en la plataforma de Amazon las encontrara aunque ya sabemos, es complicado pues no se puede pedirlas desde nuestro país, siempre en crisis durante este siglo XXI.

 

Maracaibo, el jueves 11 de diciembre del 2025

miércoles, 10 de diciembre de 2025

Enrique Simonet Lombardo


Enrique Simonet (1866-1927) fue un pintor e ilustrador español, quien nació en Valencia y en 1881 ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de su ciudad natal, obteniendo una medalla de plata por Cuadro de flores. Continuó en Valencia unos años, hasta que se trasladó a la capital de la Costa del Sol en 1883, y pronto se vinculó al círculo malagueño, donde estudió en el taller de Bernardo Ferrándiz dentro de la llamada escuela malagueña de pintura.

En 1887, marchó a Roma y un año después consiguió una plaza de pensionado. Anterior al pensionado realizó La decapitación de San Pablo, actualmente en la capilla de los Reyes de la catedral de Málaga. Simonet aprovechó para visitar otras ciudades italianas y la Exposición Universal de París (1889), que dieron como resultado una de sus obras ¡Y tenía corazón!, actualmente en el Museo de Málaga, recibiendo una calificación honorífica. Visitó Nápoles en 1890, donde se inspiró para realizar la interpretación del fresco pompeyano Baco y Ariadna.​

Una autopsia, también conocido como ¡Y tenía corazón!, o Anatomía del corazón, es un cuadro realizado por Enrique Simonet con unas dimensiones de 177 x 291 centímetros. Esta obra representa a un forense realizando una autopsia a una mujer joven, que yace sobre una mesa, que supuestamente sería una prostituta. El forense agarra con su mano el corazón. El anciano fue inspirado por un mendigo que el propio Simonet se encontró por la calle, proponiéndole como modelo para representarlo, cosa que solía hacer usualmente cuando encontraba a alguien de su gusto. Para la chica, el pintor utilizó como modelo el cuerpo de una joven actriz que se había suicidado por desamor, según las cartas que envió a su familia. El cuadro ha viajado por distintos lugares, por ejemplo, a coloquios de médicos por su tema anatómico y del corazón, o en exposiciones incluso fuera de España.

Enrique Simonet  viajó a Jerusalén, y estuvo en el valle de Josafat y el muro de las Lamentaciones donde se documentó para su monumental Flevit super illam; obra por la que recibió numerosas medallas, premiada en la Exposición Internacional de Madrid de 1892, en la Exposición Mundial de Chicago en 1893, en Barcelona en 1896 y en la Exposición Universal de París (1900). Una vez terminada su época de pensionado en Roma, obtuvo entre 1893 y 1897 el cargo de corresponsal gráfico de guerra de la revista La Ilustración Española y Americana para cubrir la guerra de Melilla durante tres años y más tarde para Blanco y Negro numerosos apuntes de tipos, costumbres y paisajes africanos, como la Cabeza de moro, realizados durante numerosos viajes por Marruecos.

En 1901 obtuvo la cátedra de Estudios de Formas de la Naturaleza y el Arte de la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, donde residió durante diez años. A esta etapa catalana se adscriben los tres grandes lienzos sobre las Alegorías del Derecho para el palacio de Justicia de Barcelona. Su gran obra El juicio de Paris, presentada en la Exposición Nacional de ese año y por la que obtuvo la orden del comendador de Alfonso XII.  Fue aficionado a la fotografía estereoscópica(ver).

 El Juicio de Paris es una pintura al óleo del mito griego del Juicio de Paris, y es uno de los muchos trabajos que describen esta escena mitológica. Está expuesto en el Museo de Málaga. Influenciado por el modernismo. Lo pintó a sus treinta y ocho años, en una época de madurez en la que, no obstante, decidió arriesgarse y apostar por algo nuevo en su obra. El fotógrafo y político Cánovas Vallejo recogería que “El juicio de Paris desató las críticas de sus amigos por haberse alejado de las grandes líneas de la pintura española y haber introducido elementos del nuevo arte que se fragua tras nuestras fronteras.

La escena representa a las diosas Hera, (ver) coronada como reina de los dioses, y Atenea, semidesnuda cubriéndose como diosa virginal, ambas con ropas griegas; y Afrodita desnuda, exponiéndose ante Paris. Las tres diosas están representadas como la esposa de Simonet, Asunción Castro Crespo, en diferentes posturas y tonalidades, que solía hacer de modelo y musa. El resto de los personajes, el dios Anteros, y el príncipe Paris, que viste piel de leopardo, vestimenta típica de los príncipes troyanos, estaban inspirados en los hijos del pintor, Enrique y Ramón.

La decapitación de San Pablo (ver) es una obra que muestra la decapitación del apóstol San Pablo, llamado el Apóstol de los Gentiles, que según la tradición tuvo lugar en Roma durante la persecución contra los cristianos decretada por el emperador Nerón. En 1911 Enrique Simonet  pasó a formar parte de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y entre 1921 y 1922 fue director de la Escuela de Paisaje de El Paular.  

En los primeros meses de 1914, cuando su esposa estaba embarazada de su hijo Bernardo, que nació en marzo en Madrid, el pintor realizó este retrato que la representa con mantilla. "Asunción Castro Crespo, esposa del pintor" (1914) con ello seguía una moda habitual en los retratos femeninos desde el siglo XIX, que se hizo muy frecuente en las primeras décadas del XX (ver). El pintor recurrió a menudo a su esposa para que le sirviera de modelo, a veces en sesiones de seis o siete horas en su estudio, pues la armonía de su cuerpo y la amabilidad de sus rasgos faciales convenían a sus intereses como artista.

En 1924 decoró la escalera principal del palacio de Justicia de Madrid con ocho Alegorías de las provincias; así como la decoración de la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo en la capital. Enrique Simonet murió en 1927 siendo catedrático de la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid.

Maracaibo, miércoles 10  de diciembre del año 2025

martes, 9 de diciembre de 2025

La crisis del CNIO


El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), es uno de los orgullos de la ciencia española, pero está inmerso desde hace meses en la mayor crisis de su historia. El pasado enero, tanto su directora científica desde 2011, María Blasco, como su gerente, Juan Arroyo, fueron cesados por el patronato del centro, con acusaciones de deterioro de la producción científica, fallos en la estructura organizativa e incluso acoso laboral. El nombramiento de una nueva dirección, en septiembre, prometía abrir una nueva etapa, pero el peso del pasado sigue presente: la denuncia de la existencia de una red de amaño de contratos ha llevado a la Fiscalía Anticorrupción a abrir diligencias.

Arroyo salió de la gerencia en medio de un gran escándalo el pasado mes de enero, cuando el patronato de la institución anunció su destitución como director gerente y también la de Maria Blasco, al frente de la dirección científica. Graves denuncias por la gestión de esta última con un enfrentamiento abierto entre los dos. Durante el periodo de interinidad, Arroyo conservó su despacho y su puesto de vicedirector de Asuntos Económicos, que aún ocupa, con una fuerte influencia sobre la gerencia interina, según fuentes conocedoras del proceso.

El máximo órgano de decisión del CNIO se ha reunido de urgencia para atajar la nueva crisis desatada tras conocerse la existencia de una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción contra Arroyo y su entorno por parte de uno de los ex altos cargos de la institución. El actual gerente del CNIO también ha informado sobre la entrega en la Fiscalía de Madrid de un informe sobre la situación del centro, en el que ha trabajado desde que tomó posesión de su cargo el pasado 1 de septiembre.

María Antonia Blasco Marhuenda (1965), conocida es una científica española especializada en la investigación biomolecular. Su trabajo se centra en el estudio de los telómeros, la telomerasa y su relación con el proceso de envejecimiento y el cáncer. Es autora de 297 artículos y tiene un índice h de 102. En 1993, obtuvo su doctorado en  Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Autónoma de Madrid, bajo la supervisión de Margarita Salas Falgueras, en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (UAM-CSIC). ​ Ese mismo año se trasladó a Estados Unidos para ocupar un puesto como investigadora postdoctoral en el laboratorio de la premio nobel (2009), Carol Greider, en el Cold Spring Harbor Laboratory, de Nueva York. Allí María Blasco clonó uno de los genes de la telomerasa de los mamíferos generando el primer ratón knockout para la telomerasa. Durante este tiempo también fue nombrada miembro de la Leukemia Society of America.

En 1997 comenzó en investigación como jefa de grupo y científica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el departamento de inmunología y oncología del  Centro Nacional de Biotecnología (CNB), Madrid. Desde el 22 de junio de 2011 hasta el 29 de enero de 2025[]​ ocupó el cargo de directora científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), siendo una reconocida autoridad en su campo de estudio.

Actualmente Maria Blasco ha recibido críticas por presunta malversación de fondos en el programa de "CNIO Arte" aunque ella lo ha negado, responsabilizando a Presidencia del Patronato y al Director Gerente Juan Arroyo. La polémica se desató tras la publicación de un artículo en el diario ABC, en el que se denunciaba que «el CNIO destinó miles de euros a un programa que nada tiene que ver con su fin investigador oncológico», mientras sufre de un déficit presupuestario.[ ​ A ello María Blasco respondió que «el programa se financia gracias al apoyo de entidades privadas colaboradoras del CNIO que específicamente quieren apoyar esta acción» y que «en ningún caso se financia con dinero de donaciones».

Posteriormente varios directores de laboratorios de investigación del centro criticaron en un artículo publicado en el diario El País la gestión de María Blasco como directora científica del CNIO. Según dicho artículo, Maria Blasco estaría eternizada en el puesto de dirección cobrando 230 000 euros y sin atender a las necesidades de investigación básica del mismo. 

El documento, presentado a Anticorrupción por un exresponsable del centro cesado en agosto con un expediente disciplinario, dibuja un mapa de empresas satélites, encabezadas por altos cargos directivos del CNIO, que reciben contratos para labores secundarias, encadenados y despiezados para evitar un escrutinio más profundo. La denuncia calcula que el desfalco puede ser hasta de 20 millones de euros en una década; el presupuesto del centro para este año es de unos 40 millones.

Las denuncias han llevado al patronato a retirar a Arroyo de su puesto como vicedirector de Asuntos Económicos —al que había regresado tras su cese como gerente— y a dos de sus principales colaboradores. El cese había sido solicitado por el nuevo gerente del CNIO, José Manuel Bernabé, que ha entregado a la Fiscalía de Madrid un informe elaborado con toda la información que ha obtenido desde que tomó posesión, el 1 de septiembre, hasta el 18 de noviembre. El contenido de ese informe se desconoce, aunque fuentes del centro indican que también describe “irregularidades”.

Desde su fundación en 1998 como una de las grandes apuestas del primer Gobierno de José María Aznar en materia de investigación, el CNIO ha buscado alejarse de los modelos tradicionales de la ciencia institucional española a favor de un paradigma más vertical y menos burocratizado. Sin embargo, la crisis que ha vivido la organización este último año indica que este modelo tiene sus lagunas.

Pero no se podrá saber realmente cuáles son los problemas del CNIO sin una investigación independiente en profundidad que explique todo lo ocurrido en los últimos años. Esta ya hubiera sido de agradecer tras el cese de Blasco en enero; ahora, con este último escándalo, se vuelve imprescindible. Un primer paso para ello sería ir conociendo los resultados de las pesquisas del actual gerente.

Bajo los focos está no solo uno de los centros punteros de la ciencia española sino todo un modelo de investigación, uno que ha obtenido resultados fundamentales para reducir la brecha de España con nuestros vecinos europeos. El silencio corporativo e institucional no es aceptable cuando hay tanto en juego.

NOTA: Información tomada de, el diario El Pais, para el Blog lapesteloca, en:

Maracaibo, el martes 9 de diciembre del año 2025

lunes, 8 de diciembre de 2025

De la Mitología gallega

 

La historia gallega más conocida la tenemos a partir de los romanos, pero algo podemos saber también de las épocas prerromanas, especialmente a través de la arqueología. La entrada de los celtas en el noroeste peninsular tiene lugar en el siglo mil a. C, y su celtización se produce ya entre los siglos IV y V a. C. De esta época es la cultura castrense. Son como fortificaciones de varios recintos con fosos y otros sistemas de protección. Cuando ya están habitados con casas de piedra, formando poblados, se convierten en “citanias”, que se encuentran también en el norte de Portugal. Este pueblo así formado, que podríamos llamar ya galaico, mantenían relaciones con los habitantes de las islas Británicas y con otros del occidente europeo.

Pasando ya a tiempos más conocidos por testimonios escritos, se sabe que poco antes del nacimiento de J.C., en tiempos del emperador Augusto, someten los romanos a los galaicos. La romanización de Galicia fue lenta. En la época de Diocleciano, Gallaecia comprendía el Norte de Portugal donde estaba su capital que era Brácara, la bella Braga portuguesa de hoy, llegando hasta Portum Cale en la desembocadura del Duero, comprendía además Galicia y parte de Asturias. Las murallas de Lugo son romanas; romana es Iria Flavia; romana, la columna de Hércules; romano es el cementerio hallado en las excavaciones bajo las naves de la catedral de Santiago, interesantísimas, no sólo para la historia de Compostela, sino de Galicia y aun de España.

En el siglo v después de Cristo la región Gallaecia fue invadida por los vándalos y, sobre todo, por los suevos: los vándalos se fueron hacia el sur, los suevos, a veces tranquilos, a veces belicosos contra los galaico-romanos, se fueron mezclando con ellos poco a poco. También bajo la catedral se ha descubierto un cementerio suevo. Los suevos no se marcharon de Gallaecia: aquí quedaron y aquí están hoy en nuestras raíces gallegas, aunque en el siglo vi queda incorporada Galicia al reino godo, como provincia. Consideramos esta época sueva como una de las más creadoras de Galicia.

Existe un texto denominado El Breviario de los Apóstoles que en el siglo IV relata la muerte de Santiago apóstol que fue decapitado en Jerusalén por órdenes del rey Herodes. Se dice que después de decapitado, el cadáver de Santiago fue llevado a través del desierto y esperaban que allí lo devorasen las aves carnívoras, pero sus discípulos, robaron su cuerpo y lo trasladaron a Joppe, o Jaffa (hoy es un barrio de Tel Aviv). Entonces, cuatro discípulos de Santiago, recogieron su cadáver y en una nave cruzaron el mar mediterraneo y llegaron al puerto de Iria, o Pontecesures y lo trasladaron hasta. Bisria, que esta en la confluencia del río Ulla y el Sar, en Galicia. En una carreta tirada por bueyes, el cadáver de Santiago apóstol llegaría al pico Sacro y colocaron sus restos en una “Arcis Marmoricis” y en el lugar del sepulcro construyeron una pequeña iglesia en el sitio.

En el Siglo VII ya se hablaba de una misión donde estaba el cuerpo del apóstol Santiago. Luca y Reina Loba, es un personaje de la mitología gallega. La Reina Lupa aparece en el Códice Calixtino, donde se cuenta como una vez llegados los restos del apóstol Santiago a Iria Flavia por parte de sus discípulos Teodoro y Atanasio, fueron depositados en la propiedad de una señora llamada Lupa. Esta los mandaría a donde el gobernador de Duio, con la intención de que se deshaga de ellos, pero el gobernador no sólo no consigue echarlos, sino que va a morir en el intento.

Tiempo después cunado los discípulos con el cuerpo del apóstol Santiago junto a Lupa y esta, que quiere engañarlos por segunda vez, y los manda al Monte Ilicino, que es el actual Pico Sacro, para que con dos bueyes acarreen el material que es necesario para el sepulcro del apóstol. Lo hizo porque resultaba que en el Monte Ilicino, existía una cueva que decían era la entrada del Infierno, donde había un dragón. Pero la presencia de la cruz lo fulmina, y los toros bravos que llevaban los discípulos se hacen milagrosamente dóciles por lo que Lupa, al conocer que su plan ha fracasado, se convertirá al cristianismo y después ayudará en la construcción del sepulcro del apóstol Santiago. Se piensa que Lupa podría ser la representación de una diosa precristiana, probablemente la versión femenina de Lug, que es un Dios de la Guerra y Maestro de todas las Artes, en la cultura celta, Lug es el Dios Rey de los dioses.

Siete discípulos de Santiago regresarían a Jerusalén y dos de ellos, Anastasio y Teodoro se quedaron al cuidado de su tumba en esos años se daría inicio la invasión musulmana de la península Ibérica. En la época de Carlomagno y cuando el rey de Asturias era Alfonso II “El casto”, aparecería un hermitaño de nombre Palagio, quien vio una estrella que iluminaba el bosque Libedon- El obispo de Iria Flavia fue informado y fueron siguiendo la estrella hasta un sitio en el bosque donde hallaron la antigua capilla, de manera que el rey Alfonso iba a dar inicio a las gestiones para ubicar los restos del apóstol Santiago que reposan con los de sus apóstoles.

En la última frase de la carta León exhortaba a la cristiandad a acudir allí y orar porque “Ciertamente allí yace oculto Santiago” Las noticias de la epístola de León pasaron enseguida a los martirologios que circulaban por todo occidente. En el siglo IX, en las anotaciones correspondientes al 25 de julio de año no conocido, se lee el párrafo siguiente: “Natividad de Santiago. Sus sagrados huesos, trasladados a España y sepultados en sus regiones occidentales, son objeto de una celebérrima veneración”. Durante el reinado de Felipe IV, el Papa Urbano VIII decidió que Santiago el Mayor sería el único patrón de España, ya que se había afirmado que sus restos habían sido enterrados en Compostela(ver). De este modo se estableció la festividad del Santo el 25 de julio.

Dentro de la mitología gallega, se ha planteado que existen ciertos pozos sagrados que eran considerados por los antiguos celtas como un lugar de entrada a “El Otro Mundo”. La reverencia a lugares acuáticos de los antiguos celtas es visible también en la substancial y persistente tradición del culto a manantiales y fuentes sagradas en Galicia y el Norte de Portugal. Existen antiquísimas leyendas en la mitología céltico-irlandesa acerca de viajes mágicos hacia un país localizado bajo las aguas, o en un sidh, lugar situado bajo un montículo sagrado que en muchos casos coincidía con un arcaico resto megalítico. Los ríos, prominentes en la mitología céltica, eran también reverenciados en el norte de la Península Ibérica. El Río Limia estaba considerado como poseedor de propiedades mágicas. Aún hoy existen dos ríos en esa zona que mantienen un nombre proveniente de su arcaica diosa céltica tutelar, el Navia y el Deva…

Hace 2000 años que en el territorio de los celtas ivian los pueblos Luggones como parte de una etnia mayor, los Astures, pueblo que hace referencia al dios Lug. Los promontorios eran considerados también como lugares sagrados por muchos pueblos antiguos, como los habitantes del Oeste de la Península Ibérica durante la época preromana. En Galicia, el portador más frecuente de presagios de muerte es la rolda, “la que camina durante la noche” que posee muchas de las características de la famosa banshee de Irlanda. En Finisterre y otras regiones de Galicia, un espíritu solitario actuaba en forma similar a la banshee irlandesa, deambulando a menudo por las campiñas. A veces era una “hermosa hada” o una mujer del “Otro Mundo” del tipo descrito en Irlanda, en otras ocasiones aparecía en forma de una vieja arpía con largos cabellos blancos o se asemejaba a la ´Dama Verde´ de las tierras altas de Escocia.

En Galicia, al igual que en el SO de Irlanda, la banshee podía aparecer en forma de una bellísima doncella peinando sus rubios cabellos con un peine de oro. En muchas aldeas gallegas la gente creía en la estadeira, un ser solitario que rondaba por una casa donde alguien iba a morir, ululando lastimeros y quejumbrosos sonidos, gimiendo y llorando como una banshee irlandesa; otras veces era vista a lo largo de los caminos. Otro ser sobrenatural de Galicia es orcabella, que era una horrible y vieja arpía; Orcabella actúa como una típica diosa céltica territorial o de la soberanía, pues puede destrozar seres humanos sólo con mirarlos o tocarlos, o tornarse invisible en forma instantánea, y muestra un extraordinario apetito sexual a pesar de su avanzada edad.

Varios autores describen la abundante presencia en Galicia de criaturas místicas conocidas popularmente como mouras, que son conocidas también en las zonas vecinas de Asturias con el nombre de xanas. Estos seres femeninos, que poseen muchas de las características de las fairies, o hadas, y viven según las creencias populares en zonas subterráneas, o suelen aparecer al lado de manantiales, fuentes, lagos o ríos peinándose sus dorados cabellos. Algo diferentes que las mouras o xanas son los xacios que viven sumergidos en las aguas de los vados del Río Miño, a veces con figura humana en las cercanías de algún castro, como el de Marce donde aldeanos que estaban pescando en el río han visto en el pasado bellas xacias que se dirigieron a ellos antes de desaparecer bajo las aguas. Estas mouras, xanas y xacias muestran claras similitudes con los seres femeninos Aes Sídhe o “Raza de las Colinas Sagradas” descritos en la mitología de la antigua Irlanda.

Para lapesteloca, escrito en Maracaibo el lunes 8 de diciembre de 2025

domingo, 7 de diciembre de 2025

Trabalengua guaraní…

 

Se me ocurrió hoy escribir algo que quiero dedicárselo a Miriam quien estaba en estos días en La Asunción, visitando a su hijo, un periodista deportivo quien nació el mismo día que mi hijo menor, Fernando Augusto, quien es cocinero en Madrid… ¡Las vueltas que da la vida!               

Puede que no me lo quieran creer, pero hace ya un tiempo que pude escuchar esta conversación entre dos maracuchos, que se las daban dizque de musicólogos…

-¿Vos no sabéis como se llama la madre del indiecito guaraní?

-¡A la jaiba! ¡Que motrenca! Vos ya no halláis que inventar… 

-¿I vos no lo sabéis? Versia, si eso, es algo que lo sabe todoelmundo…

-Si, a las dos pasadas, hasta Raymundo, y tooermundo, Ajá…

-¿Ajá? Vai, cantá la canción pues pa que vos mismo veáis…

El chamo que si se la sabía, pa los que creen que solo los viejos conocieron a el pájaro Chogüi, de manera que arrancó cantando, hecho el wuillymais

“Cuenta la leyenda que en árbol se encontraba encaramado un indiecito guaraní/ y que sobresaltado por el grito de su madre Perdioapoyo, y cayendo se muriooó/”…y  que entre los brazos maternales por extraño sortilegio en Chogüi se convirtió/… Chogüi, chogüi, chogüi… ¿Qué mas queréis?

-¡Véis! La mama del indiecito se llamaba “Perdioapollo”, un nombre guaraní para quien seguramente era una madre paragüaya autóctona…

Vértica! ¡Que molleja de inventor sois vos! Maginate que yo hasta sabía que Che Pykasumi, en guaraní significa mi pequeña paloma, y que hasta hay una película sobre el tema musical de la canción Che Pykasumi, que además, fue internacionalizada por el cantautor catalán Joan Manuel Serrat. Yo si se de lo que te estoy hablando… ¡Noooj!

-Pues pa que sepáis vos, en el año 2011 Ermes Medina Valiente filmó una película, de las que le dicen largometraje, aunque solo dura 20 minutos, con el nombre de Che Pykasumi sobre un poema que el poeta Cecilio Valiente escribiera en 1928 para que años más tarde Eladio Martínez le compusiera la música completada por José Asunción Flores y la cantó Serrat…

Reacomodemos el negocio: en realidad el Pájaro Chogüí, es una polka paraguaya del músico argentino Guillermo Breer, fue compuesta en 1945 y es conocida en Paraguay como Pájaro Choguy. La canción hace alusión al celestino, o chogüí un pajarito que gusta comer naranjas. Es una de las polkas paraguayas que internacionalmente ha sido más interpretadas y suena a través del arpa paraguaya  instrumentos andinos. Guillermo Breer publicó la obra a mediados del siglo XX bajo el seudónimo de Pytaguá (extranjero en guaraní).

-¡¡Vertiale, vos sabéis más que el gas!! Pero no te olvidéis de Néstor Zavarce que la popularizó en Venezuela.


Ahora vengo yo a decirles que como todo este cuento ha sido una especie de “atentado poético-musical”, el mismo se originó por culpa de Miriam quien estaba de visita en Paraguay. Entonces, se me ocurrió indagar sobre el nombre de Miriam, si, así con M al final. Es que además de la mamá con el hijo en Paraguay, mi secretaria en la dirección del IAP de la UCV también se llamaba Miriam y desde los tiempos del uso del papel carbón para copiar las paginas, hasta ingresar en la modernidad de la informática y las computadoras, ella fue siempre de una eficiencia impresionante. Lo afirmo yo quien para aquel entonces era un “escribidor” principiante.

Míriam era hija de Amram y Iojebed, era la hermana mayor de Aarón y de Moisés. Esto era según el Viejo Testamento de la Biblia, el período en que los israelitas vivían en Egipto como esclavos y el faraón había decidido matar a todos los hijos varones que nacieran. Eran “tiempos recios” para usar el título de una novela de Vargas Llosa.  Resulta que Iojebed, dio a luz a Moisés y, para protegerlo, intentó mantenerlo escondido, pero, no pudiendo ocultar más al recién nacido, por miedo a que lo delataran los llantos y toda la familia muriera, Miriam "tomó una barquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río" (Éxodo 2:3-4).

La canasta fue encontrada por la hija del faraón, quien, al verlo, decidió adoptarlo. Míriam salió de su escondite, para decirle que le traería a una mujer que le diera pecho al bebé, enviándole a su propia madre. Al niño lo llamaron Moisés. Según el relato bíblico fue Miriam quien, a pesar de su edad avanzada, inició las danzas y los cantos para dar gracias a Dios por el milagroso paso del mar Rojo que permitió al pueblo de Israel escapar de Egipto. Míriam se encontraba a la cabeza de las mujeres del pueblo de Israel.

Si estuviésemos en la Semana Santa, pudiesen quizás como otrora, ver “Los diez Mandamientos” de Cecil B de Mille, “una fija” en la televisión, pero vivimos en otros tiempos (el siglo XXI) y como estamos en diciembre, puedo recomendarles más bien revisar el filme Ben-Hur, donde el mero Charlton Heston que era Moisés en el filme de, de Mille, aquí es Judá, que ayuda a Jesúcristo cuando cae con la cruz y se produce el milagro de curación de la lepra de su madre y de su hermana Tirzah quienes estaban condenadas a prisión por Messala, el mismo actor inglés de la famosa e inolvidable carrera de caballos en el circo…

Podemos aprovechar esta oportunidad para recordar que el autor de la novela Ben-Hur fue Lew Wallace (1827-1905) un norteamericano que combatió en la guerra de Secesión llegando al grado de general de la Unión, y quien había dedicado 5 años de su vida a investigar lo necesario para poder armar el argumento de la novela Ben-Hur: A Tale of the Christ, una novela escrita, hasta el día 12 de noviembre de 1880 cuando a Editorial Harper decidió publicarla.

El libro convirtió a Lew Wallace en una celebridad quien decía: “No daría ni un céntimo por el estadounidense que no haya intentado al menos una de estas tres cosas: pintar un cuadro, escribir un libro o patentar algo carece del verdadero espíritu estadounidense”- y añadiría: “que no haya intentado tocar algún instrumento musical. Ahí está el genio del verdadero estadounidense en esas cuatro cosas: arte, literatura, invención y música”.

No es casualidad que el propio Lew Wallace sobresaliera en las cuatro. Además de ser héroe de la Guerra Civil, gobernador de Nuevo México y, posteriormente, embajador en Turquía, este gringo nativo de Indiana fabricaba y tocaba sus propios violines, dibujaba y pintaba con maestría, y poseía ocho patentes para diversos inventos, incluyendo un carrete retráctil oculto en el mango de una caña de pescar. Pero fue en la literatura donde Wallace realmente dejó su huella. Es el único novelista homenajeado en el Salón Nacional de las Estatuas del Capitolio de los Estados Unidos.

Hasta aquí por hoy pues hemos recorrido desde una discusión en Maracaibo sobre el nombre de una madre guaraní, que si Che Pykasumi, o Perdioapllo, hasta los orígenes bíblicos del nombre de Miriam, y finalmente las habilidades del militar escritor de la novela Ben-Hur.

En Maracaibo, el domingo 7 de diciembre del año 2025