“Fratelli tuti”

 

“Fratelli tuti”

Tras casi ocho años de pontificado, Jorge Mario Bergoglio, máximo representante de la Iglesia Católica, firmó la tercera encíclica titulada “Fratelli tuti”, presentada en la Santa Sede el domingo 4 de octubre de este año 2020. Quizás acercándose más a Carlos Marx que a San Francisco de Asís, el Papa propaló su ideas en la Tercera Encíclica, un documento que se suponía era primariamente de carácter social. El Papa Francisco, en medio de la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus, no resistió la tentación de caer en el debate ideológico para culpar al capitalismo y promover la política  del socialismo, la misma que ha llevado a la ruina a los pueblos que prometían más prosperidad en Latinoamérica.

“El mercado solo no resuelve todo, aunque otra vez nos quieran hacer creer este dogma de fe neoliberal” (…) “La fragilidad de los sistemas mundiales frente a la pandemia han evidenciado que no todo se resuelve con la libertad de mercado”. Pero las ideas políticas expresadas por el Papa argentino no son nuevas. En su país se le conoce con el apodo del “Papa peronista” y se le asocia con la parcialidad política del mal llamado “justicialismo” un movimiento surgido a mediados de 1940 alrededor de la figura del dictador  Juan Domingo Perón y en la actualidad representado en Argentina por la encausada expresidente y vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner.

En la encíclica el Papa arremete contra el consumismo, “la globalización despiadada”, el liberalismo económico y la “tiranía de la propiedad privada” sobre el derecho a los bienes comunes. Francisco también hace referencia en la encíclica al “populismo”, con una visión personal  evidentemente parcializada, que contrasta con su posición frente a los crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen de Nicolás Maduro, denunciados en el reciente informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU). La respuesta del Vaticano a la barbarie que vive Venezuela ha sido de total silencio. Con su actitud el Papa Francisco tan solo ha confirmado lo que era un secreto a voces: la parcialidad política de sus decisiones es evidente y destaca su ideología marxista que poco esfuerzo ha hecho por esconder…

 

Si avanzamos en este mes de octubre, veremos que el pasado día 19, “la izquierda chilena”, mostraría sus avances en el plano cultural y moral mediante la destrucción por el fuego de varias iglesias. El fenómeno no era nuevo. Recordemos que la primera noche del papa en Chile, el 16 de enero del año 2018, también quemarían tres iglesias. Hace unos días, en este año de la pandemia, fueron incendiadas catedrales emblemáticas del patrimonio cultural nacional y al menos siete templos evangélicos. Los promotores del cambio de la Constitución en Chile, han mostrado cómo su “cambio de sistema” requiere destruir todo remanente vinculado a la historia de la nación.

El mundo ha esperado alguna respuesta del Papa quien en estos días tan solo se ha visto en las noticias porque se comunicó con Evo Morales para felicitar al ganador de las elecciones en Bolivia, Luis Arce, quien mantiene una relación ideológica política fuerte con la conducción del Vaticano. En Chile, tristemente los católicos aguardan por el máximo representante de la Iglesia Católica. Ellos esperan, no están muy seguros, pero confían en que quizás, puede ser que Francisco se decida y condene los incidentes ocasionados por sectores de izquierda en su país, al fin y al cabo siamo tuti fratelli??

Maracaibo, 22 de octubre del año 2020, el de la pandemia, ¿si?...