De la narrativa gótica
La narrativa gótica es un género literario que nació en Inglaterra a finales del siglo XVIII como una expresión emocional, estética y filosófica contraria al pensamiento de la Ilustración. No puede decirse que hayan existido las novelas de terror hasta la aparición del terror gótico. La narrativa góticas abundó entre 1765 y 1820, y sus historias están llenas de cementerios, castillos embrujados, criptas, fantasmas, monstruos y villanos infernales, hombres lobo, vampiros y demonios, así como sombríos páramos con tormentas y tempestades.
La obra inicial del gótico es El castillo de Otranto, de Horace Walpole (1765). Otras obras de ésta corriente son Los misterios de Udolfo (1794), de Ann Radcliffe, El Monje, de Matthew Lewis, publicada en 1796 y Melmoth el errabundo (1820), de Charles R. Maturin, un escritor de quien Lovecraft dijo que era el último y más grande de los góticos.
Es interesante señalar que Julio Verne el novelista francés de tantísimas aventuras y de ciencia-ficción, escribió una novela poco conocida, El castillo de los Cárpatos que posee todas las características de la novela gótica, publicada tan solo cinco años antes y compartiendo aspectos similares con Drácula de Bram Stoker. Otro escritor que pocas veces asociamos con lo gótico fue el español poeta romántico Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870). En sus Leyendas encontraremos algunos relatos muy meritorios para este género como Maese Pérez, el Organista, El Miserere, y El Monte de las Ánimas. Otras obras en pleno siglo XIX, fueron Frankenstein de Mary Shelley, El corazón delator de Edgar Allan Poe, Janet, la cuellituerta de Robert. L. Stevenson y Otra vuelta de tuerca de Henry James.
Características de esta narrativa fueron las atmósferas de misterio y de suspenso que suscitan sentimientos de terror. Existen relatos de profecías ancestrales o de eventos sobrenaturales que llevan a la aparición de emociones desbocadas y pasiones desenfrenadas Personajes llenos de angustia, paranoia, celos y amores enfermizos. Un erotismo larvado en una atmósfera de conflictos sentimentales mal resueltos con oscuros impulsos. Los personajes femeninos enfrentan situaciones con desmayos, gritos, llantos y ataques de nervios. Mujeres padeciendo angustiosos terrores que a menudo se convierten en el foco de la trama. Ya a partir de la primera mitad del siglo XIX, el terror moderno destacará en los precursores, como Edgar Allan Poe (1809-1849) especialmente desarrollando el llamado terror psicológico, que iba a suponer una transformación para la literatura de terror gótico.
En esta breve reseña me quiero referir a dos escritores quienes incursionaron tempranamente en la llamada literatura gótica. Inicialmente -ladies first- Ann Redcliffe(1764-1823), una dama inglesa y luego mencionaré a Charles Robert Maturin(1782-1824), un escritor irlandés quien curiosamente fallecería un año después de la señora Redcliffe.
Ann Ward la novelista británica, pionera de la llamada novela gótica, nació en, Londres en 1764, y en el año 1788 contrajo matrimonio con William Radcliffe, editor del English Chronicle de la ciudad de Bath. Ann Radcliffe y su esposo no tuvieron hijos y cuando ella empezó a escribir historias fue animada a ello por su marido. En 1789 publicó The Castles of Athlin and Dunbayne ambientada en Escocia, obra que recibió escasa atención del público, pero que habría de fijar las características de su narraciones donde siempre aparece una heroica joven en un tétrico y misterioso castillo en manos de un misterioso señor de oscuro pasado.
Durante una prologada época fue la novelista más famosa de Inglaterra. Inicialmente en 1791 fue reconocida por Romance en el bosque, y luego con Los misterios de Udolfo (1794) su obra más leída, escrita a la edad de 30 años donde narra sobre Emilia, una joven huérfana tutelada por una tía cuyo marido el cruel señor Montoni la recluye en el tétrico castillo de Udolfo en los Apeninos para separarla del joven Valancourt su amor. En 1797 publicaría El italiano, o el confesionario de los penitentes negros (1797) donde la heroína es Ellena di Rosalba y el cruel Shedoni es un despiadado clérigo que habita un tenebroso convento, ideal para e lector anglosajón de aquellos años, interesado en noticias sobre las crueldades de “los papistas”. Sus novelas fueron muy populares entre la clase alta y media alta, y eran devoradas por jóvenes señoritas que se sentían identificadas con sus intrépidas heroínas.
El éxito de su primera novela Romance en el bosque (The Romance of the Forest) colocó a su autora como máximo exponente de la novela histórica. Sus últimas novelas llevaría a un gran número de escritores a imitar sus historias. Jane Austen parodió Los misterios de Udolfo en su obra La abadía de Northanger. Se dice que Radcliffe influyó también, en Sir Walter Scott y en la pensadora Mary Wollstonecraft. Las obras de Ann Radcliffe son citadas por otros importantes escritores como Maria Edgeworth, Edgar Allan Poe, Charles Dickens, Henry James, Honoré de Balzac y Victor Hugo.
La muerte de los padres de Ann y una enfermedad degenerativa que aquejó a su marido la llevaron a abandonar la escritura. Ann Radcliffe murió el 7 de febrero de 1823 de insuficiencia respiratoria, probablemente una neumonía. Siempre sorprenderá que una puritana de su clase y en su época fuese capaz de crear los horrores con los que alumbró sus textos, por los que fue considerada la reina de lo gótico.
Charles Robert Maturin (1782-1824), era un predicador protestante anglo-irlandés, dramaturgo y escritor de novelas góticas. Nació en Dublín y se educó en el Trinity College de esa misma ciudad. Sus tres primeras obras fueron publicadas con un pseudónimo fracasarían, pero llamaron la atención de sir Walter Scott, quien conoció al joven y se lo recomendaría a Lord Byron. Entre ambos lograron llevar algunos dramas de Maturin al teatro. Maturin se casaría en 1802 y se ordenó sacerdote en 1803. Luego de escribir su novela The wilde irish boy (1808) nacerá su primer gran éxito con La venganza fatal, o La familia de Montorio, escrita en 1807 la cual sería muy elogiada por sir Walter Scott.
En 1820 publicaría su novela Melmoth el errabundo, inspirada en la leyenda del Judío Errante. Melmoth, después de haber sellado un pacto con el diablo, vivirá indefinidamente hasta que alguien esté dispuesto a asumir ese destino. Así, errante recorrerá cárceles, manicomios, los tribunales de la Inquisición y errante descenderá eternamente en el abismo… Balzac consideró que Melmoth estaba a la altura del “Fausto”de Goethe pareciendo una síntesis de Mefistófeles y un vampiro y retomaría la figura de Melmoth en su novela La piel de Zapa. También fueron fanáticos de Maturin escritores como Baudelaire, Oacar Wilde y Poe. No obstante, el clérigo Maturin habría de fallecer en la pobreza el 30 de octubre de 1824.
Maracaibo, sábado 10 de octubre, 2020
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