¿Ciencia y tecnología?
Gioconda de San Blas, el 29 de este mes de octubre, 2020, opinaba en “El exigente proceso de la investigación científica, por Gioconda Cunto de San Blas” sobre la necesidad imperiosa de comunicar los avances filosóficos y del conocimiento, cuando se obtienen; concepto bien definido según la muy antigua revista Philosophical Transactions(1665), órgano de la Royal Society de Londres.
La manera de comunicar estos avances es publicándolos… Publicar, decía Gioconda, es la “piedra angular del trabajo de los científicos en cualquier parte del mundo”.La ministra de Ciencia y Tecnología Gabriela Jiménez, recientemente informó que en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) se habría descubierto una sustancia extraída de una planta no identificada, capaz de inhibir la multiplicación del coronavirus SARS-CoV-2. La prensa nacional se hizo partícipe del descubrimiento, divulgando la noticia, con la excitación que el hallazgo produciría en nuestra depauperada y escuálida población…
Es algo bien sabido, nos decía la profesora Gioconda, que para que un compuesto químico sea aceptado como medicamento, debe cumplir con un largo proceso de pruebas preclínicas en animales, seguido por otro aún más largo, de pruebas clínicas en voluntarios humanos, en tres fases de complejidad creciente; algo similar al requerido para las vacunas. Evidentemente, los resultados no han sido publicados hasta la fecha en ninguna revista de la especialidad o en repositorios digitales científicos, por lo que no es posible por ahora su validación por expertos.
La ministra es su noticia sobre el descubrimiento, tampoco dijo que este largo proceso que consume meses y años, tiene que cumplirse para darle visto bueno, solo si se comprueba que es eficaz y no es tóxica la sustancia bajo estudio. Gioconda Cunto de San Blas (1943) quien es bióloga molecular y bioquímico venezolana, presidenta de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela e investigadora emérita del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), nos recordó como la literatura científica está llena de sustancias que han sido efectivas in vitro (en placas o en células) pero que han resultado inútiles in vivo (en animales experimentales o en voluntarios humanos).
En el IVIC se está estudiando un derivado de ácido ursólico que parece inhibir la multiplicación del coronavirus SARS-CoV-2 in vitro y lógicamente, la pregunta que surge es: ¿Estaremos a las puertas de disponer de un medicamento universal para el tratamiento de la covid-19? Evidentemente no… Sabiendo que todos los equipos de RMN (resonancia magnética nuclear) en el país están dañados, la ministra se ufanó en decir que con espectros de RMN se ha obtenido la completa elucidación de la molécula en cuestión…
Este “prematuro anuncio” resulta ser, sencillamente producto del juego político (¡como si estuviésemos para juegos!), en el cual los colegas científicos quienes resisten heroicamente en el país que vive en condiciones extremadamente precarias, se ven tristemente arrastrados sin piedad por la maquinaria comunicacional del régimen. Mientras tanto, sigue el circo, sin pan y sin medicinas…
Maracaibo, sábado 31 de octubre del año 2020
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