jueves, 8 de octubre de 2020

De la Macaronesia a La Villa.

De la Macaronesia a La Villa.

La Macaronesia es una palabra griega que significa islas alegres o islas afortunadas y conforma un archipiélago de islas en el Océano Atlántico que son La Azores, Madeira, las Islas Salvajes, colonizadas por Portugal, hacia el sur, el archipiélago de Cabo Verde y en la mitad de todas ellas, se encuentran las islas Canarias, puerto obligado para las naves que partiendo de España descubrieron y colonizaron América.

 

Cuando los europeos en los siglos XIV y XV descubrieron las islas Canarias, estas eran las únicas que tenían pobladores: los guanches. Sería entre 1402 y 1496 cuando la corona de Castilla lucharía para conquistar las islas habitadas por los guanches, cuando Jean IV de Béthencourt (1362-1425), barón de Saint-Martin-le-Gaillard lograría a sangre y fuego imponerse sobre ellos (https://bit.ly/2SjSfrl). Desde entonces España las fue poblando paulatinamente.

 

La Villa del Rosario de Perijá, tiene una historia fundacional que podemos fijar en el año 1722, cuando el rey de España, le concedió una licencia a don Juan de Chourio e Iturbide, autorizándolo para la fundación de una villa poblada en tierras cercanas al lago de Maracaibo. La fundación se llevó a cabo con varias familias originarias de Maracaibo y de las Islas Canarias. La fecha más citada sobre la fundación de La Villa del Rosario es el 9 de mayo de 1722, aunque hay discrepancias sobre este tema. El historiador zuliano Juan Besson indica que fue fundada tres años más tarde por el yerno, sucesor y heredero de Chourio, don Manuel García de la Peña, primer Marqués de Perijá. El profesor Nerio Enrique Romero González, en su libro titulado “Fundadores en Perijá”(Maracaibo, 2009) describe e detalle la historia de los fundadores de Perijá y concretamente de La Villa del Rosario.

 

El domingo 26 de octubre de 1732, fondeó en Maracaibo la fragata “Nuestra Señora de la Asunción y San Juan Bautista”, navío que capitaneado por don Manuel García de la Peña, también era denominado “La Bretaña”, y llegaba procedente de Santa Cruz de Tenerife. La fragata arribaba a Maracaibo transportando mercaderías que honraban el contrato entre la corona española y don Juan de Chourio y le permitían libre de pago de derecho a reales, para desembarcar unas 70 toneladas de géneros de lencerías, lanas, sedas y otras 30 toneladas de aceite, pólvora, hierro labrado y por labrar, armas de fuego, municiones de guerra, vino, aceite y aguardiente.

 

En la fragata llegaban 20 familias, principalmente desde la isla de Lanzarote, vecinos de los pueblos de Mancha Blanca y del Rodeo en las parroquias de Teguise, Yaiza y Haría, quienes debieron abandonar sus hogares por la erupción de cuatro cráteres que vomitaban fuego y lava en la región de Tamanfaya donde existen más de 25 volcanes. El día 1 de septiembre de 1730, entre las nueve y las diez de la noche, la tierra se abrió en Timanfaya, a dos leguas de Yaiza... Una enorme montaña se levantó del seno de la tierra y Lanzarote se transformó por completo. Nueve pueblos quedaron enterrados (Tingafa, Mancha Blanca, Las Maretas, Santa Catalina, Jaretas, San Juan, Peña de Plomos, Testeina y Rodeos) y durante seis años la lava se extendió por la zona sur cubriendo un cuarto de la isla y llenando las vegas cercanas de cenizas volcánicas. Las últimas erupciones se produjeron en 1824.

 

Las familias que escaparon, se refugiaron en la Parroquia de la Oliva, en la vecina Isla Canaria de Fuerteventura. Esta realidad consta en el acta de bautismo de muchos niños hijos de padres lanzaroteños, emigrado a Fuerteventura por la calamidad padecida. En el navío “La Bretaña” capitaneado por don Manuel García de la Peña saliendo desde Tenerife arribaba a Maracaibo para poblar la recién fundada Villa, con once familias lanzaroteñas, así como tres familias también de canarios de La Laguna y una de Santa Cruz de Tenerife. Los apellidos de algunas de estas familias, esposos con varios hijos eran, Vargas, Cabrera, Delgado, Pares, Camejo, García, González, Barroso, Miranda, Ramires, de La Cruz, Ramos, Mendes, Martín, Hernández, Marrero, Villavicencio, de Los Reyes, Landín, y Enrriques. Todos pasarían a ser los pobladores de La Villa del Rosario.

 

  

En 1752 fallece don Juan de Chourio sin conseguir la pacificación completa de los indios, y será a él a quien se le debe la fundación de La Villa. Su sucesor, pasará a ser don Manuel García de la Peña, el capitán de la fragata “Bretaña” quien vendrá a ser el primer Marqués de Perijá. El Rey de España había ordenado la pacificación de los indios y la población de estas tierras, y fue en realidad que para 1775 cuando el gobernador de Maracaibo, don Francisco de Santa Cruz ordenaría que se ejecutasen las órdenes del Rey.

 

Existe otra versión que corresponde al cronista del pueblo, Sr. Oscálido Montero, quien señaló que desde el año de 1722 ya se recibiría la orden del Rey de pacificar a los indios y poblar la zona, pero en realidad no iba a ser sino hasta el año siguiente cuando se comenzarían a abrir caminos y a construir fortificaciones, para defenderse hasta que finalmente, en 1724 se pudo formalmente fundar el pueblo de La Villa del Rosario. En 1775 había en La Villa 127 casas y 488 personas, cuando la ciudad fue visitada por el obispo Mariano Martí. El documento más antiguo que encontró en la iglesia fue el registro de un entierro ocurrido el 19 de octubre de 1724, lo que prueba que el año de fundación fue por lo menos 1724.

 

En 1872 Perijá se rebelará contra el gobierno de  Antonio Guzmán Blanco, y Venancio Pulgar, presidente del Zulia para aquel entonces fue llamado a sofocar cruelmente el alzamiento de los perijaneros, aunque Pulgar era nativo de Perijá. En junio de ese mismo año Pulgar arremetería contra La Villa del Rosario incendiando innecesariamente al pueblo y muchos de los hacendados después de esta destrucción se mudaron hacia el sur-oeste creando un nuevo poblado, que pasaría  ser Machiques.

 

Hasta entonces La Villa del Rosario había sido la población más importante de Perijá, pero cuando fue incendiada en 1872 por las tropas del general Venancio Pulgar pasaría a llamarse Municipio Federación en honor del Presidente de la República para ese entonces “el ilustre Americano”Antonio Guzmán Blanco, quien había prometido transformar a Maracaibo en “una playa de pescadores”. La Villa del Rosario con el correr de los años llegaría a ser, como Machiques, uno de los centros ganaderos y productores de leche más desarrollados del Zulia y de Venezuela, pero como cualquier persona puede entender, desde hace más de 22 años con el socialismo del siglo XXI, todo aquello que había sido quedó arrasado y ahora solo quedan ruinosos despojos del emporio ganadero y lácteo que fue, La Villa del Rosario de Perijá.

Nota: parte de esta información fue publicada en este blog, el 5/11/2014.

 

Maracaibo, jueves 8 de octubre, 2020.

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