domingo, 30 de junio de 2019

Quousque tandem



Quousque tandem

En El País, diario de España, el escritor Mario Vargas Llosa hace ya unos cuantos meses, escribió estas reflexiones: 

EL PAÍS Caracas 3 de febrero 2019  “Algún día se escribirá un gran libro sobre la heroica lucha del pueblo venezolano contra la dictadura de Chávez y Maduro, que recuerde los sufrimientos que ha padecido todos estos años sin cesar de resistir, pese a los torturados y a los asesinados, a la catástrofe económica -probablemente la más atroz que recuerde la historia moderna- que ha llevado a un país potencialmente muy rico a la hambruna colectiva y ha obligado a cerca de tres millones de ciudadanos a huir, a pie, a los países vecinos para no perecer por la falta de trabajo, de comida, de medicinas y de esperanza”…

…“¿Pero por qué no se rebelan, entonces, contra la tiranía de Maduro esos jóvenes oficiales -tenientes, capitanes- y soldados a los que golpea la atroz crisis económica igual que al resto de la población venezolana? Por una razón también muy simple. Por la vigilancia estricta e implacable que ejercen sobre las Fuerzas Armadas de Venezuela los técnicos y profesionales de Cuba, a quienes el comandante Chávez entregó prácticamente el control de la seguridad militar y civil del régimen que implantó. Se trata de algo sin precedentes; un país renuncia a su soberanía y entrega a otro el control total de sus Fuerzas Armadas y policiales. Y los comunistas, como ha sido comprobado hasta la saciedad, arruinan la economía, destruyen las instituciones representativas, regimentan y aplastan la cultura, pero han llevado la censura y la represión de toda forma de insumisión y rebeldía a poco menos que la perfección artística. No olvidemos que todas las instituciones militares venezolanas han sido sometidas a purgas sistemáticas y que hay varios cientos de oficiales expulsados o encarcelados por no ser considerados “seguros” para la dictadura”...

…“La movilización del mundo democrático, empezando por los países occidentales, ha sido algo sin precedentes. Yo no recuerdo haber visto nada parecido en los muchos años que tengo. Al mismo tiempo que diversos gobiernos, empezando por los Estados Unidos y Canadá y los principales países europeos, reconocían a Guaidó como presidente, la Unión Europea, la OEA, las Naciones Unidas y todos los países democráticos latinoamericanos, con excepción de Uruguay y México (algo previsible), rompían con la dictadura y se movilizaban a fin de apresurar la caída del régimen sanguinario de Maduro”…
  
En EL PAÍS, España: hoy se lee esta noticia: Caracas 30 JUN 2019 : La última conspiración contra el régimen chavista denunciada por Nicolás Maduro dio con la detención sin órdenes judiciales de cuatro militares y dos policías y el señalamiento de otros ocho venezolanos supuestamente implicados en un plan para asesinar al líder chavista y otras figuras de su cúpula. Uno de ellos, el capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo, falleció bajo custodia de funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) este sábado. El militar inicialmente fue reportado como desaparecido el viernes 21 de junio, cuando la Alta Comisionada de Derechos Humanos Michelle Bachelet aún estaba en el país. Este jueves fue vinculado al plan de presunto intento de magnicidio por el fiscal Tarek William Saab y la noche del viernes fue presentado ante los tribunales militares…


…Quienes lo vieron señalaron que entró en silla de ruedas y con evidentes signos de tortura, denunció en su cuenta de Twitter la abogada Tamara Suju, directora del Instituto Casla, que en mayo pasado presentó ante la Organización de Estados Americanos (OEA) videos y testimonios sobre los tratos crueles y torturas que sufren los detenidos en el Dgcim. “No hablaba, solo pedía auxilio a su abogado. No podía ponerse de pie. El capitán habría confirmado asintiendo con la cabeza a la pregunta de si fue torturado por el Dgcim, pero no podía casi gesticular palabras. Su estado era ya crítico. El juez ordenó trasladarlo al hospital y falleció a la 1 de la madrugada”, contó en varios tuits Suju, quien es delegada de la World Jurist Association ante la Corte Penal Internacional, y agregó que llevará el caso a esa instancia.
Uno puede regresar a las palabras de Vargas Llosa: Algún día, no lejano, se escribirá una gran novela tolstoyana sobre la heroica lucha del pueblo venezolano contra la dictadura de Chávez y Maduro. Y el final será, por supuesto, un final feliz”…  
La pregunta catilinaria que nos trae de vuelta a Cicerón, sigue siendo: ¿Hasta cuándo?”

Mississauga, Ontario, el 30 de junio del año 2019

Houdini contra el espiritismo


Houdini contra el espiritismo

La cruzada contra el espiritismo emprendida por el gran Houdini, considerado por muchos como el mago más grande que ha dado la historia, tuvo su origen en una tragedia que estremeció el corazón de Harry Houdini: la muerte de su madre, allá por 1913. La señora falleció de un ictus que primero la paralizó y posteriormente la mató. La única obsesión de Houdini a partir de entonces fue tratar de encontrar a un médium, o un vidente, que pudiera ponerle en contacto con su madre.  Pero, para su desgracia, solo encontró charlatanes de medio pelo versados en las artes escénicas. Personas que se aprovechaban del sufrimiento ajeno para llenarse los bolsillos ofreciendo falsas esperanzas a las almas atormentadas. 

Houdini pasó toda su vida creyendo que había algo más, pero él quien era un experto ilusionista era extremadamente cauto, necesitaba evidencias físicas para creer en algo y le enfurecía ver que los médiums a quienes les preguntaba fueran unos estafadores. Así transcurrió esta historia hasta que conoció a Sir Arthur Conan Doyle, el escritor inglés famoso por su personaje Sherlock Holmes, quien poseía una fe inquebrantable  en el espiritismo, la cual llevaría al escritor a dedicar su vida y su intelecto para defender la posibilidad del contacto con los muertos. Mientras tanto, como hemos dicho,  el gran ilusionista Houdini, se convertía en el azote y experto desenmascarador de mediums desde una posición más racional.

Ambos, Conan Doyle y Houdini, se conocieron en Inglaterra durante una gira y compartieron una amistad sincera, posiblemente también, porque compartían la misma inquietud por el otro mundo. Ambos creían en el más allá, en lo sobrenatural, pero de forma muy diferente. Conan Doyle buscaba propagar el espiritismo y se creía todo lo que le decían. Podía ver una foto trucada y defenderla, cosa que hizo muchas veces. Houdini era más escéptico. En un reportaje sobre ambos se dijo que “Conan Doyle quiso creer y lo hizo, y Houdini quiso creer, pero no pudo”.
 
Mientras Houdini lidiaba con su dolor y Conan Doyle exprimía su imaginación escribiendo sobre las aventuras del arte de la deducción, el destino quiso volver a juntar a esta extraña pareja en un hotel de Atlantic City, entre giras teatrales de Harry y firmas de obras de sir Arthur, allá por los años 20. La reunión fue para el ilusionista un sueño hecho realidad, pues su querido amigo le desveló entonces algo que quizás cambiaría su vida: su mujer, Lady Doyle, era una espiritista. “El escritor le explicó que su esposa era una médium y que sentía una vibración sensorial que, según creía, podía corresponderse con la de la madre de Houdini”. Convencido de que al fin podría ponerse en contacto con su madre, Harry acudió a una sesión de espiritismo en la habitación que el matrimonio Doyle tenía en su hotel de Atlantic City. 

Las familias de Conan Doyle y Harry Houdini disfrutaban en la playa de Atlantic City, el 17 de julio de 1922, cuando la segunda esposa del novelista, la médium Jean Leckie, aceptó poner en contacto al ilusionista con su madre muerta, y se reunieron los tres en un cuarto del hotel. Conan Doyle bajó las persianas y comenzó a rezar. Cuando Jean pareció estar en trance, Houdini estaba emocionado. Jean, muy alterada, empezó a escribir en un cuaderno, y Houdini, por un instante, pensó que era posible contactar con los espíritus. Lady Doyle habría escrito lo que, al final, fue una carta de 15 hojas que, supuestamente, dedicaba su madre al mago, de manera que cuando finalizó la sesión, Conan Doyle estaba exultante pues su mujer había logrado algo que nadie había conseguido hasta ese momento. O eso parecía... 

Houdini leyó la carta y vio que todo era un engaño. El texto estaba encabezado por una cruz, y él era de familia judía. Estaba escrito en inglés, cuando su madre era húngara y no sabía hablarlo. La carta tenía un contenido genérico. Eran las palabras de una madre cariñosa que estaba alejada de su hijo, pero no daba pistas de que fuera ella. No había datos concretos. Ni un solo detalle para que se supiera que era realmente, ella. Aquel día, Houdini se tragó su orgullo y, por tener cierta estima a los Doyle, no les expuso su engaño. Se limitó a dar las gracias y se fue. Su venganza, sin embargo, llegó poco después. Houdini envió una carta a un conocido periódico en la que cargaba frontalmente contra los espiritistas, y también contra sus antiguos amigos. Conan Doyle respondió también, aunque lo hizo desde la prensa británica. Ambos empezaron entonces una pelea pública a través de los medios y su amistad quedó bastante maltrecha. No volvieron a verse. 

Después de aquella estafa, Houdini reforzó su cruzada contra el movimiento espiritista y los médiums, y como siempre, siguió desenmascarando a los embaucadores gracias a que era un maestro en las técnicas del engaño. Esto le permitía descubrir todos los trucos de los médiums al llegar a sus casas. Con una simple ojeada encontraba las trampas: las falsas luces, los sonidos hechos de forma mecánica... Era muy difícil engañarle. Él era un experto en ese tipo de trampas. Cansado de farsantes, Houdini llegó a pensar que, cuando muriera, serían decenas los médiums que afirmarían haber contactado con él, por lo que le dijo a su mujer, Bess, que si realmente existía el mundo de los espíritus, él regresaría a la Tierra para decírselo. Pero no lo haría de cualquier forma. Se comunicaría con ella mediante un código secreto que mezclaba letras con números, el resultado fue el denominado «Código Houdini». Un total de diez palabras que el mago incluiría en cualquier comunicación que llevara a cabo con Bess después de muerto. 

Después de que Houdini muriera el 31 de octubre de 1926, una noche de Halloween, fueron decenas los médiums que dijeron haber contactado con él. Pero ninguno de sus supuestos mensajes contenía el “Código Houdini”. A pesar de ello, todos los años su esposa oficiaba una sesión de espiritismo en la fecha de su muerte. Una década después de que su marido dejase este mundo, Bess decidió abandonar las sesiones de espiritismo totalmente desencantada. Lo hizo, según algunos testigos, afirmando que diez años era un tiempo más que suficiente para esperar a un hombre. “Houdini no se ha manifestado. He perdido mi última esperanza. No creo que Houdini pueda volver a mí, ni a nadie más”. 

Mississauga, Ontario, vecindario de Toronto, el domingo 30 de junio del 2019

sábado, 29 de junio de 2019

El gran Houdini



El gran Houdini

Harry Houdini (Budapest, 1874-Detroit, Míchigan, 1926), cuyo nombre verdadero era Erik Weisz, cambiado después por Erich Weiss al emigrar a los Estados Unidos, fue un ilusionista y escapista austrohúngaro nacionalizado estadounidense. Era hijo del rabino Mayer Samuel (1829-1892) y de Cecilia Steiner (1841-1913), y tenía cinco hermanos y una hermana. ​ Su familia se trasladó a Appleton (Wisconsin) ​ cuando él tenía cuatro años de edad, pues su padre fue designado rabino de una nueva congregación. A los ocho años de edad, trabajó vendiendo periódicos y lustrando zapatos en las calles. Un día, su padre lo llevó a ver al Dr. Lynn, un mago viajero y al niño le llamó mucho la atención aquella actuación. Cuando tenía nueve años, Erich y sus amigos del barrio formaron un pequeño circo, donde él actuaría, como contorsionista y trapecista, el 28 de octubre de 1883 por primera vez  en público con el nombre de Ehrich, The Prince of the Air.

Poco tiempo después, se marchó de su hogar en busca de fortuna con circos y espectáculos ambulantes. Duró alrededor de un año fuera de casa, pero regresó cuando su familia se había trasladado a Nueva York, a la edad de trece años. Utilizaba su tiempo libre para estudiar magia, y competir en varias disciplinas atléticas, como la natación. Erich consiguió un libro llamado The Memoirs of Robert-Houdin, Ambassador, Author, and Conjuror, Written by Himself; el libro narraba las memorias del mago Jean Eugène Robert-Houdin, a quien el joven convirtió en su ídolo. Erich Weiss decidió utilizar desde entonces el apellido del mago, añadiéndole una i al final para indicar parecido a Houdin.
 
Aunque era profesional en todas las ramas de la magia, era conocido por sus escapismos imposibles, gracias a una gran resistencia física que adquirió con una fuerte preparación que consistía en correr y en una severa disciplina de natación; demostró gran habilidad para liberarse del interior de cajas fuertes arrojadas al mar, de camisas de fuerza colgado boca abajo de rascacielos, y de toda suerte de esposas, cuerdas, baúles cerrados con candados y cadenas de cualquier tipo. Uno de los escapes clásicos que se asocian con Houdini era “La metamorfosis”. El ilusionista era atado e introducido dentro de un saco, y a su vez dentro de un baúl; todo ello era atado y sujeto con candados. Entonces una ayudante subía encima del baúl, levantaba una cortina y al instante siguiente la cortina bajaba mostrando a un Houdini liberado en el lugar que ocupaba la ayudante. Entonces se abría el baúl y se desataban todas las cuerdas del saco para mostrar a la asistente dentro de la caja: ambos se habían intercambiado o metamorfoseado con el mejor arte de la magia. La ayudante de Houdini solía ser Beatrice Rahner (1876-1943), una joven morena, de pequeña estatura, que acabaría enamorando al mago, y se convertiría pronto en Bess, su mujer en 1894, quien le acompañaría durante el resto de su vida. 

 Al morir su madre, Houdini quedó tan afectado por quienes explotaban la credulidad de la gente diciendo poder contactar con los muertos, que consagró su vida a desenmascarar a los médiums, reproduciendo y denunciando sus trucos y publicando artículos en revistas sobre la psicología y aquel engaño. La última parte de su carrera la dedicó a una faceta muy especial: ser el azote de los espiritistas. Los millones de muertos de la Primera Guerra Mundial, así como los avances en las ciencias, la electricidad y el cambio de siglo habían producido un resurgimiento de lo paranormal. Publicó artículos en la revista Scientific American, declaró contra el espiritismo ante el Congreso y dejó en ridículo a los creyentes de lo paranormal. Ofreció premios a quien demostrara tener auténticas habilidades sobrenaturales, pero nunca fueron otorgados a nadie, pues sus engaños siempre eran descubiertos por el mago. Sir Arthur Conan Doyle, era un creyente del mundo espiritual y paranormal, mientras que Houdini se erigió en cruzado contra todo ello. El escritor llegó a estar convencido de que las habilidades de Houdini eran genuinas, realmente paranormales, y no meros trucos. Como tantos otros, creía que Houdini era capaz de desmaterializarse.

Aunque era un gran mago, su afición por las aeronaves se conoció cuando hizo su único viaje a Australia; zarparon desde Marsella (Francia) hasta Melbourne. Doce semanas después de partir llegaron a su destino, Australia; Houdini quería alcanzar la hazaña de ser la primera persona en volar en cielos australianos. El 16 de marzo de 1910, todo estaba listo, habían asistido fotógrafos para presenciar y dar fe de que aquel hecho histórico, el motor rugió, y comenzó su recorrido por la pista y por fin se elevó, describió un gran círculo en el aire y regresó a tierra para realizar un aterrizaje perfecto. Houdini lo había conseguido, era el primer hombre que volaba el cielo australiano.
En la madrugada del 31 de octubre de 1926, Houdini fallecía a sus 52 años. Los médicos emitieron un informe en el que indicaban una peritonitis como causa de la muerte. Su apéndice vermiforme tal vez llevaba días inflamado y el genial mago fallecería por lo que en aquellos años se denominaba “el cólico miserere”. Una apendicitis aguda complicada. El entierro se realizó a los pocos días. Una multitud de dos mil personas acudió al evento, algo tan multitudinario como algunos de sus números callejeros. 


En 1955 se estrenó un inolvidable film llamado El gran Houdini, protagonizado por Tony Curtis y Janet Leigh, y dirigido por George Marshall. En 1987 Disney estrenaba El joven Harry Houdini, con Wil Wheaton. El film narra el año en que él huyó de casa cuando tenía doce años, y vincula su aprendizaje al contacto con un jefe indio que le enseña técnicas místicas para teletransportarse. En 1999 Houdini fue interpretado por Norman Mailer en la película Cremaster 2 del artista y cineasta Matthew Barney. En 2007 se estrenó la película El último gran mago, dirigida por Gillian Armstrong, y se toca el tema de la incredulidad de Houdini por el espiritismo. La historia la cuenta una niña, Saoirse Ronan. El actor Guy Pearce encarna al mago, junto con Catherine Zeta-Jones y Timothy Spall. En septiembre de 2014, se estrenó la miniserie Houdini en esta ocasión el mago es interpretado por Adrien Brody una producción de Discovery Channel. En el capítulo 14 de la 2ª temporada de la serie española "El Ministerio del Tiempo", los personajes intentan contactar con Houdini, en acciones que se dan en Nueva York en los años 20. Es este, un breve repaso sobre la vida de un interesante personaje.

Mississauga, Ontario,  sábado 29 de junio 2019