La AnaLfabeta
Condoleezza Rice era la mano derecha del presidente de EE UU George W. Bush, y estaba convencida de que la fuerza y la energía de la gran nación debería ser capaz de adelantarse al enemigo, estrategia en la que se basa la guerra preventiva; ella era la más ferviente defensora de la tesis de atacar Irak por “sus evidentes vínculos con Al Qaeda, los atentados del 11-9”, y por el supuesto arsenal de armas de destrucción masiva que poseía Saddam Hussein. No había en Irak Armas de Destrucción Masiva, ni el depuesto presidente iraquí tenía vínculos con la red terrorista Al Qaeda o con los atentados a las Torres del World Trade Center y el Pentágono. Ante estas evidencias, finalmente Rice, no ofreció otra explicación más que cambiar el móvil de la acción bélica unilateral por el de la necesidad de devolverle la libertad y la democracia a la antigua Babilonia. Como quien dice “a lo echo, pecho”.
Condoleezza Rice, la ex-asesora de Seguridad Nacional del presidente Bush durante su primer mandato, fue la segunda mujer en ocupar este importante cargo; la primera mujer en desempeñarse como canciller de EE UU fue Madeleine Albright, y el primer negro (afroamericano para los sensibleros temerosos del “lenguaje no apropiado”) en alcanzar tan alta posición de gobierno, fue precisamente a quien Condolezza suplantantó, el general Colin Powell. A los 19 años -en 1974- ya Condolezza que hablaba ruso, francés y español, había obtenido un grado, cum laude, en Ciencias Políticas en la Universidad de Denver, y apenas un año más tarde consiguió un Master y luego un PHD.
¿A qué viene este cuento hoy día? Pues, es que, hoy se hace necesario; en medio de la mediocridad intelectual que destaca en los personeros del régimen y la cual igualmente se vislumbra entre los aspirantes a depredadores de la oposición, es justo y necesario recordar un incidente criollo, vernáculo y muy ilustrativo de los tiempos cuando comenzábamos a sucumbir en el infausto “mar de la felicidad” prometido por el engendro de Sabaneta…
En enero de 2003 en un acto público el presidente venezolano Hugo Chávez acusó a la políglota Condoleezza Rice, funcionaria norteamericana de analfabeta, y la invitó a enrolarse en la Misión Robinson. Es más pidió a Aristóbulo Istúriz, ministro de Educación, que le hiciera llegar una copia del programa de alfabetización cubano “yo sí puedo” para ver si Rice aprendía a leer la historia y el proceso venezolano. La ira del Mandatario nacional la provocó unas declaraciones poco amistosas de la Consejera sobre la pulcritud del eventual referendo revocatorio presidencial.
Condoleezza Rice, la anafabeta de Chávez, regresó a la Universidad de Stanford en marzo de 2009 como profesora de ciencias políticas. En septiembre de 2010, se unió a la planta docente de la Stanford Graduate School of Business y fue nombrada directora de su Centro Mundial de Negocios y Economía.
Maracaibo, jueves 13 de agosto 2020
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