El escarabajo y la rana
La mayor parte de los animales sobreviven escondiéndose, para evitar a los depredadores o usan substancias tóxicas u otros mecanismos de defensa para no ser engullidos y pasan a convertirse en un bocado poco apetecible. Pero este caso que les contaré es diferente porque como sucede con unos pocos animales, este es un animalito que sobrevive incluso después de ser engullido, como le sucedió a Jonás en el vientre de la ballena y sale campante, y no de regreso por la boca de su entrada, sino que por el back-stop...
El “Regimbartia attenuatapuede” es un escarabajo acuático y por demás, asiático, que es capaz de moverse por el tubo digestivo de varias ranas y salir por sus cloacas. Este escarabajo de nombre “Regimbartia attenuatapuede”, es diminuto y de color negro (verlo aquí mismo), pero lo que sabemos es que, sobrevive después de ser tragado por una rana, que puede ser la verdoso-pálida “Pelophylax nigromaculatus” (que se dejó fotografiar y aquí la muestro) y que allí, dentro de la rana, al llegar al final de su trayecto, es capaz de inducir la apertura de la cloaca de estos anfibios ( sin tocar un timbre, ni golpear knoc-knoc) para salir airoso al exterior… ¡Na guará!, dirán mis amigos de Barquisimeto… ¡Hey, saludos!
Les decía que este escarabajo “escapista” es uno de los ejemplos sorprendentes de este tipo de comportamiento. El escarabajo acuático “Regimbartia attenuata” vive en algunas zonas de China, Rusia, Corea y Japón, y como comenté de que puede, sí que puede ser capaz, como el gran Houdini de escapar de la cloaca de ranas asiáticas y hasta rusas...
Según el investigador japonés, sus observaciones indican que los escarabajos se mueven hacia la cloaca, atravesando el sistema digestivo del anfibio a pesar de que para ellos la distancia es considerable. Una aventura que cinematográficamente hubiese resultado un escarabajo Jean Valjen en unos “Miserables”, cantados sin Anne Hathaway… En realidad el cuerpo de escarabajo mide entre 3,8 a 5 milímetros, o sea que es un “escarabajito” y el tracto digestivo de las ranas mide, desde la boca a la cloaca, de 22,5 a 74,2 milímetros, parece corto pero es mucho para el pequeño escarabajito, quien además, ingerido tiene que inducir la apertura de la cloaca de las ranas (sin timbres, ni un knoc-knoc) antes de disfrutar de su libertad. Sugiura Shinji, y su equipo pudo demostrar que el 93,3% de los escarabajos acuáticos Regimbartia attenuata se liberaron, en un tiempo que fue de las 0,1 a las 3,5 horas. Todos ellos salieron «vivitos y coleando».
En esta ocasión, Sugiura Shinji ha observado el experimento utilizando otras cuatro especies de rana: “Pelophylax porosus”, “Glandirana rugosa”,”Hyla japónica” y “Fejervarya kawamurai”. Lo interesante del mismo es que nunca hasta ahora se había documentado la liberación de un insecto desde la cloaca de un depredador, ni se habían observado indicios de que sea el propio “cazado” el que promueva su salida.
Maracaibo, lunes 10 de agosto, 2020
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