El Barroco
De manera general el término de “barroco” está asociado al arte, la literatura, la música, o la arquitectura, pero el sentido de “barroco” es extravagante. Barroco en portugués y barrueco en castellano se le dice a una perla que es irregular. Uno de los usos conocidos del barroco se da en la música; JJ.Rousseau en su diccionario de la música (1767) dice de la música barroca, que es aquella cuya armonía es confusa, cargada de modulaciones y disonancias. El barroco antes que en la música se hizo presente en las artes visuales y en la literatura y quizás donde es mejor percibido es en la arquitectura. La literatura barroca es un estilo literario donde la poesía, la prosa narrativa y el teatro, harán un uso notable del lenguaje ornamental. El barroco literario es teatralidad y se ha descrito como “una profundización en la soledad meditativa, algo que aunque existe, es ajeno y dudoso”.
Se calcula la época del barroco comenzando desde un cuarto del siglo XVI hasta un siglo después; en una especie de paréntesis entre el impulso renacentista y el progreso dieciochesco. Si observamos el barroco como un estado de ánimo, veremos que a comienzos del siglo XVI se están iniciando la Reforma y la Contrarreforma y serán estos los tiempos de la historia los que coinciden con el barroco. Intelectualmente, el alma del barroco tiene su expresión filosófica en Descartes por su duda metodológica y precisamente con él, se entra en el mundo de la razón. Luego vendrá Galileo, cuando ya en Italia ha pasado el Renacimiento. La literatura barroca en contraposición de la literatura renacentista, se desarrolló en Europa durante el siglo VXII y en España e Hispanoamérica y sin lugar a dudas, España será el país de barroco por antonomasia y bajo su hilo conductor entrará en el Siglo de Oro de la literatura española que estará totalmente dominada por el barroco.
En 1588, la derrota de la Armada Invencible puede fijarse como el comienzo de toda una época española, de cuando los banqueros alemanes financiaban el Imperio y el oro del Nuevo Mundo llegaba para enriquecer a unos pocos, “Poderoso caballero don Dinero” decía Quevedo y así, con esta contradictoria secuencia de lujo y miseria, de religiosidad angustiante y de rigidez inquisitorial contradictoria en sí misma, se da una situación agobiante, de luz y de sombras, y viene el barroco a ser algo como la desesperanza que percibimos hoy en el siglo XXI en el mundo y en nuestro país, al margen de cualquier atisbo de creatividad filosófica o literaria. La literatura barroca española exagerará los temas del pesimismo y la desilusión, de la desigualdad social, miserias, pestes, sentimientos de grandeza, amor y religión.
La poesía, siempre más aristocrática, en aquellos tiempos germinaba, y floreció El Quijote, que aunque inicialmente no se le entendiera como literatura, y más bien se interpretase como un divertimento popular, la catalogaron como una “obra menor”. Más adelante, pasaría a ser la mayor creación de Siglo de Oro español. Así, la epopeya cervantina desde La Galatea y las Novelas Ejemplares hasta la novelística picaresca irrumpen acompañando al Quijote, La pícara Justina, El lazarillo de Tormes, Guzmán de Alfarache, El diablo cojüelo y el Estebanillo González, todos como la flor y nata del barroco literario de España.
Finalmente en la poesía barroca surgieron dos corrientes estilísticas, el Conceptismo de Francisco Quevedo y el Culteranismo que estará expuesto en las obras de Luis de Góngora. Antes habíamos visto aparecer a Lope de Vega incorporando al teatro el canto y el baile desde 1588 y así en Valencia llegará a la madurez el teatro del Siglo de Oro; por eso dirán de Lope que era El Fénix de los ingenios y el monstruo de la naturaleza y su poesía no dramática ofrecerá hermosos sonetos. Después vendrán Tirso de Molina con El burlador de Sevilla y El condenado de piedra, y luego Calderón de la Barca con La vida es sueño y El acalde de Zalamea y para sellar con broche de oro aquel maravilloso, siglo estarán las ya mencionadas figuras de don Luis de Góngora y Argote y de Francisco Quevedo y Villegas, quienes coronarán el barroco literario español.
Maracaibo, lunes 17 de agosto, 2020
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