miércoles, 7 de abril de 2021

El Rayo de la muerte en ABC

El Rayo de la muerte en ABC

El rayo de la muerte o rayo de Tesla, está descrito como un arma que permite disparar un haz de partículas microscópicas hacia seres vivos u objetos para destruirlos. Supuestamente había sido descrito inicialmente cuando en 1924, Harry Grindell-Matthews trató de vender al Ministerio del Aire del Reino Unido lo que él consideraba un rayo de la muerte, sin embargo, no fue capaz de mostrar una maqueta o modelo de su proyecto. Hoy hablaré sobre esta noticia que fue comentada tempranamente en el diario español ABC.

La historia de “El Rayo de la muerte” es muy antigua: según Luciano de Samosata, ya Arquímedes había inventado un artefacto con espejos  como el "rayo de calor de Arquímedes" que servía para enfocar la luz solar en los barcos que se acercaban, haciendo que éstos ardieran. Se decía que Arquímedes repelió así un ataque llevado a cabo por soldados romanos durante el sitio de Siracusa (213-211 a. C.). La credibilidad de esta historia ha sido objeto de debate desde el RenacimientoRené Descartes la rechazó como noticia falsa -desde entonces se conocían las fake news-.

Edwin R. Scott, nacido en Detroit, afirmaba haber trabajado durante nueve años como un estudiante protegido de Charles P. Steinmetz matemático e ingeniero eléctrico alemán-austriaco, profesor en el Union College e interesado en el desarrollo de la corriente alterna que hizo posible la expansión de la industria eléctrica en los Estados Unidos. Edwin R. Scott, inventor de San Francisco, por su parte, garantizaba haber sido el primero en desarrollar un rayo de la muerte capaz de destruir seres vivos y derribar aviones a distancia.

Nikola Tesla, (ver foto) era un científico e inventor serbio que emigró a los Estados Unidos, y en la década de 1930, él decía haber inventado un “rayo de la muerte” usando lo que él denominaba teleforce. Nadie vio el aparato, aunque después de su muerte hubo muchos rumores acerca de la existencia de esta arma. En 1934 Antonio Longoria declaraba también haber desarrollado un rayo de la muerte que podría matar a las palomas a cuatro kilómetros de distancia y matar a un ratón encerrado en una cámara con paredes de metal.

 

Hubo una noticia que aparecería en el diario ABC de España como un curioso reportaje donde se informaba textualmente: Hará cosa de unas semanas, comenzaron a hablar en Inglaterra con el mayor misterio de un rayo nuevo y terrible, que, según rumores, acababa de ser descubierto por un inventor inglés”. La noticia en ABC continuaba así: Era tan invisible como el aire y tan dócil como un corderillo; que atravesaba los objetos con la misma facilidad que las distancias; que podía detener a voluntad la marcha de automóviles y aeroplanos; que era capaz de incendiar las materias inflamables y de provocar la explosión de polvorines y fábricas de municiones”“A consecuencia de todo esto, el rayo adquirió una popularidad inmediata no exenta de envidiar y fue bautizado inmediatamente con el título espeluznante de "Rayo de la Muerte".

Lo interesante es como el diario español ABC continuó con la noticia “in extenso”…  Mr. Grindéll-Matthews,- diferenciándose en esto de otros inventores desafortunados, no se recató en afirmar que si el Gobierno británico se obstinaba en su indiferencia, vendería el rayo al mejor postor -fuera al que fuere- y los ministerios del Aire y-de la Guerra y el Almirantazgo ordenaron una concienzuda investigación del asunto. Reuniéronse al efecto sus experimentados técnicos en el laboratorio del inventor, y presenciaron unos ensayos que, según Grindell-Matthews, confirmaron cuanto se había dicho sobre las propiedades del rayo; pero los técnicos oficiales, consideraron que el rayo era de muy limitada aplicación práctica. Mr. Grindell-Matthew anunció que se marchaba a Francia para proseguir sus conversaciones con la susodicha casa extranjera. Optó por hacer el viaje en aeroplano, como conviene a todo buen inventor de "nuestros tiempos progresivos”, y un minuto después de salir el avión del aeródromo llegaron a él unos señores con un mandato judicial para impedir, la venta del descubrimiento.  Los señores en cuestión eran unos amigos de Grindell-Matthewsj que-afirmaban poseer un interés del 52 % en el invento.

El detallado artículo de ABC es del año 1924 y terminaría de esta manera: ...Al final, los experimentos verificados en Francia fueron tan escasamente convincentes como los realizados en Inglaterra. Sea como sea, debemos felicitarnos de que el rayo no haya conseguido matar hasta ahora más que su propia reputación y el "Rayo de la Muerte" quedará convertido en el "Rayo de las Cosquillas", no dejaba de ser molesto que nuestros amigos pudieran entretenerse con experimentos consistentes en quitarnos el sueño a media noche, o en producir-pequeñas  conflagraciones domésticas  o cosquillieos al estilo de los que se sienten cuando se le duerme a uno una pierna. Posible es  que los perros y los gatos más o menos callejeros fuesen las primeras víctimas, pero ocurrirían accidentes más graves, que ese trataría de excusar pretextando necesidades científicas…

Tras leer esta noticia de ABC, he recordado a mi amigo, patólogo de la guardia vieja, el llanero doctor José Ángel Suárez quien decía uno, entre los muchos otros de su ingeniosos refranes… “el papel aguanta todo”.

Maracaibo, miércoles 7 de abril, de 2021

 

1 comentario:

beatriz dijo...

que loquetera ....