sábado, 30 de octubre de 2021

Carmen Mola

 Carmen Mola

José Creuheras, el presidente del Grupo Planeta, recordaría que el importe total del primer premio Planeta 2021 en su 70 aniversario, otorgado a Carmen Mola la autora de 'La Bestia'¡Fue de un millón de euros! -La segunda finalista se llevó 200.000 euros-. Mayúscula sorpresa se llevaron al saberse que en realidad, ¨la autora” usaba un seudónimo detrás del que había tres hombres: Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero quienes serían los verdaderos ganadores del premio Planeta 2021.

 

Seguramente todos los lectores ya están enterados de esta noticia que se regó como pólvora explotando en “las redes”; la traigo al blog para tocar el tema de mujeres y hombres en la literatura. Les cuento que 'La Bestia', es una novela ambientada en Madrid durante una epidemia de cólera el año 1834, y muestra la dureza de aquellos tiempos, en medio de una trama donde un periodista, un policía y una niña intentan resolver una oleada de asesinatos de niños pobres que aparecen descuartizados. Verdadero ejemplo del thriller como género literario policíaco y de suspenso.

La confusión suscitada por la sorpresa ante el sexo de Carmen Mola llevaría a la pregunta de: ¿Por qué tres hombres han elegido el seudónimo de una mujer cuando históricamente las mujeres han tenido que esconderse tras el nombre de señores para poder publicar? Pero la historia detrás del seudónimo era larga. Ella comenzó con otra novela, La novia gitana enviada en 2018 a una editorial por “una tal Carmen Mola”, autora novel, de la que nadie había oído hablar…  

Justyna Rzewska, una antigua trabajadora del departamento de venta de derechos internacionales de Penguin, fundaría en 2017 la pequeña agencia Hanska, y se quedó atrapada por una historia a publicar, y al enterarse de que Carmen Mola era un seudónimo confesaría: “En estos casos, el editor hace un pacto con un escritor y lo cumple a rajatabla”. Nadie supo quién era Carmen Mola. Tras publicar La red púrpura (2019) y La nena (2020), segunda y tercera entregas de la serie, con menos brío y fuerza que el original, pero bien recibidas por los lectores, Justyna pensó que los autores repetían una situación como la de Elena Ferrante...

Con el seudónimo de “Elena Ferrante” se firmaron grandes éxitos literarios en Italia, que luego serían traducidos a lenguas de todo el mundo, una nueva escritora muy productiva hasta el año 2016 cuando Anita Raja confirmaría ser la autora de sus famosos libros. Ya en 2011 con L'amica geniale inició toda una serie de novelas que reconstruyen la trayectoria de dos mujeres desde los años cincuenta del siglo XX con un éxito literario y posteriormente televisivo fulgurante.

En el caso de Carmen Mola, fueron los amigos Díaz, Martínez y Mercero ganadores del Planeta 2021 con La Bestia quienes dieron la cara. Ellos declararían: “No nos hemos escondido tres detrás de una mujer, sino detrás de un nombre”. Cuando los autores de La Bestia dieron la cara, relatarían como se metieron en el proyecto: “Decidimos escribir una novela entre los tres como una diversión”, explicó Díaz, en referencia a la primera vez con “La novia gitana”. “Ni siquiera sabíamos si acabaríamos y, oye, nos quedó bastante bien y decidimos publicarla. Teníamos nuestros contactos en el mundo editorial y pensamos que nadie leería una novela en la que apareciesen tres nombres en la portada. Y buscamos un seudónimo”. La búsqueda fue rápida: “Un minuto y medio de lanzar nombres de varón, de mujer, de extranjeros…”, apunta Martínez. “Y alguien dijo ‘Carmen’, así, sencillo, españolito, y nos gustó. Carmen mola, ¿no? Pues Carmen Mola. Y se acabó”, cuenta Antonio Mercero, hijo del cineasta de mismo nombre, fallecido en 2018.

“Aquello se fue convirtiendo en una ola de la que no salíamos”, recuerda Díaz. “Nos empezaron a salir traducciones, nos pidieron otra novela…”. Y esa identidad falsa quedó, en realidad, en unas apresuradas pinceladas. “Había que escribir algo de ella en la solapa, ¡pues venga! Nos inventamos que era una profesora de Madrid. Como podía haber sido catadora de gin-tonics…”, explicaban. “Unas veces hemos dicho que tiene dos hijos, pero después nos olvidamos y pasó a tener tres… no hemos sido muy rigurosos, no”, admite Mercero.  “No sé si el seudónimo femenino vende más que el masculino, no tengo ni la más remota idea, pero no me lo parece”, confiesa Mercero. Los tres autores se separan ya de fenómenos mediáticos como el de Elena Ferrante, que escondió su identidad; o más curioso el colectivo de escritores italianos Wu Ming, que permanece en el más riguroso anonimato. Definitivamente, el anonimato terminó para el trio de amigos escritores.

Para Jorge Cuesta, ya a principios del siglo xx, definir una literatura como femenina suponía encerrar a la mujer en un criterio estético masculino y los hombres serían los menos indicados para determinar lo femenino de la literatura. Imposible pretender caracterizar, desde el grupo socialmente dominante, las manifestaciones de un sector en emergencia, como es el de las mujeres escritoras. El surgimiento del feminismo apuntaló a la caracterización de una literatura en este sentido, aunque actualmente, la tendencia es lograr una igualdad mejor estructurada, en donde lo que interesa es el profesionalismo del trabajo literario y no el sexo.

Como muestra, aquí destacan tan solo algunas de las mujeres que han brillado en el campo de la literatura: Sor Juana Inés de la Cruz (1648/51-1695). Teresa de Jesús. (1515- 1582). Mary Wollstonecraft(1759-1797), Mary Shelley(1797-1851), Jane Austen (1775-1817). Las hermanas Brontë: Charlotte (1816-1855) Emily (1818-1848) y Anne (1820-1849), George Eliot (1819-1880), Rosalía de Castro (1837-1885), Virginia Woolf (1882-1941), Victoria Ocampo (1890-1979), Alfonsina Storni (1892-1938). Simone de Beauvoir (1908-1986), Marguerite Duras (1914-1996), Carmen Laforet (1921-2004), Rosario Castellanos (1925-1974), Carmen Martín Gaite (1925-2000), Marguerite Yourcenar(1903-1987), Ana María Matute (1926), Isabel Allende (1942), Laura Esquivel (1950), Rosa Montero (1988). 

En la actualidad los críticos no se ponen de acuerdo totalmente en usar el término literatura femenina y se han planteado que pude ser probable que categorizar la literatura femenina o la literatura escrita por mujeres desaparezca a mediano plazo, ya que cada vez menos hombres y mujeres piensan en la escritura en términos de identidades sexuales. No obstante, como es importante registrar el momento crucial en que las mujeres se convirtieron en protagonistas en el ámbito literario, quise mostrar el listado previo, donde sin duda faltarán muchas escritoras.

Maracaibo, sábado 30 de octubre de 2021

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