El Manierismo
El Manierismo es un estilo artístico que predominó en Italia desde el final del Alto Renacimiento (1520-1530) hasta los comienzos del período Barroco, hacia el año 1600, y duró hasta finales del siglo XVI en Italia, cuando el estilo barroco comenzó a reemplazarlo. El Manierismo, es también conocido como “Renacimiento tardío”, y correspondió a un momento cuando se perdería lo más importante del clasicismo y de la belleza clásica, las proporciones, la armonía, la serenidad y el equilibrio tendieron a desaparecer.
Los artistas manieristas estaban interesados en el perfeccionismo que caracterizó a los artistas del Alto Renacimiento, aunque su intención no era replicarlo, ellos se dejarían llevar por una tendencia hacia lo irreal y a la abstracción, algo subjetivo e inestable, con lo que nació una corriente que favorecía la autoexpresión sobre la búsqueda del idealismo. El Manierismo fue un estilo esencialmente italiano, y cuando lo encontramos fuera de Italia representa la adopción de modelos italianos. El estilo nació en Roma hacia 1520, y se propagó por el centro de la península y el valle del Po y se consolidó en extensas regiones en torno a la década de los treinta.
El término manierismo inicialmente se definió como la imitación de la manera de los grandes maestros del Alto Renacimiento (el propio Tintoretto pretendía dibujar como Miguel Ángel y colorear como Tiziano), posteriormente se entendió como una reacción contra el ideal de belleza clasicista y una complicación laberíntica, tanto en lo formal (línea serpentinata, anamorfosis, exageración de los movimientos, los escorzos, las texturas, los almohadillados, alteración del orden en los elementos arquitectónicos) como en lo conceptual forzando el equilibrio que prefigura el "exceso" característico del Barroco.
También se identifica el Manierismo con un arte intelectualizado y elitista, opuesto al Barroco, que será un arte sensorial y popular. Considerado por algunos como una mera prolongación del genio creativo de los grandes genios del Alto Renacimiento el Manierismo fue generalmente infravalorado por la crítica y la historiografía del arte como un estilo extravagante, decadente y degenerativo, un refinamiento erótico y una "afectación artificiosa" cuya elegancia y grazia no fue apreciada plenamente hasta su revalorización en el siglo XX, cuando se comenzó a ver de forma positiva incluso su condición de auto-referencia del arte en sí mismo.
El manierismo fue considerado subjetivo e inestable. Los artistas se dejaban llevar por sus gustos, alejándose de lo verosímil, tendiendo a la irrealidad y a la abstracción. Cuando los elementos principales del Renacimiento empezaban a entrar en crisis, el manierismo significó un progresivo abandono de la proporción de las figuras, de la perspectiva espacial, del uso de líneas claras y definidas y de las expresiones mesuradas y dulces de los personajes renacentistas. El manierismo en escultura buscaba en la línea, la figura serpentinata, en sentido helicoidal ascendente. El concepto de maniera significaba un saber hacer, y además sin esforzarse demasiado por hacerlo.
Michele Tosini, conocido como Michele di Ridolfo del Ghirlandaio (1503-1577), fue un pintor florentino activo en pleno auge del estilo manierista al que superficialmente se acercó, pero estuvo encargado de mantener en activo el taller de los Ghirlandaio. En vida de Ridolfo, Tosini asumió la dirección del mismo e intentó modernizarlo y adaptarse a los nuevos tiempos, arrastrando incluso al viejo maestro que nunca dejó de ser el mejor representante de la facción más conservadora del gremio pictórico florentino. Tardíamente entró en contacto con el manierismo, como se evidencia en Leda y Lucrecia de la Galería Borghese de Roma.
Giorgio Vasari (1511- 1574) era un arquitecto, pintor y escritor italiano, quien está considerado como uno de los primeros historiadores del arte, célebre por sus biografías de artistas italianos, colección de datos, anécdotas y leyendas recogidas en su libro Las vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos 1550. A Vasari se le atribuye el haber acuñado el término Renacimiento. El manierismo de Vasari fue más admirado durante su vida que después. Vasari era en cierto modo un romántico, lúcido y entusiasta ante el papel novedoso que estaba desempeñando en el arte el movimiento realista en el que participaba y al que puso nombre, en cierto modo de ruptura con el pasado.
A ciertos escritores del siglo XVI, como Giorgio Vasari se les debe el término "manierista" del uso de la palabra italiana maniera que significa "personalidad artística", es decir "estilo". "En la teoría de Vasari, el concepto que representa el elemento individual del arte es la “maniera" representando áreas estilísticas y fases temporales (la maniera greca -"manera griega", la pintura de influencia bizantina-, la maniera vecchia -"manera vieja"- y la terza maniera che noi vogliamo chiamare la moderna -"tercera manera que queremos llamar la moderna"-. Por último, se calificó de manieristi "manieristas" a los artistas contemporáneos de Vasari, que pintaban alla maniera di... ("a la manera de..."), es decir, siguiendo la línea de Leonardo (maniera leonardesca -los leonardeschi-), Rafael (maniera rafaelesca) o Miguel Ángel (maniera michelangelesca o maniera grande), pero manteniendo, en principio, una clara personalidad artística.
Algunos de los factores que permitieron la difusión del Manierismo fuera de Roma y de la península itálica, fueron los viajes de artistas, en gran parte forzados por la plaga de 1522 que azotó la llamada Ciudad Eterna, el pontificado de Adriano VI, quien a diferencia de sus antecesores no fue un gran benefactor de las artes. Se considera que el inicio del Manierismo partió de un violento acontecimiento histórico: el Saco de Roma de 1527, que puso fin a la centralidad que la ciudad papal tuvo en las primeras décadas del siglo, dispersando a los artistas que hasta entonces habían trabajado en ella por otros centros artísticos.
En 1527 “el Saco de Roma” marcó sus conciencias en la vida de los ciudadanos y artistas romanos tras la invasión por un ejército constituido principalmente de españoles, italianos y mercenarios alemanes conocidos también como lansquenetes. A partir del 6 de mayo de 1527 se inició el asalto a la ciudad, seguido por días de saqueo a manos de las tropas contrarias a la Santa Sede. Esta primera fase de ocupación terminó alrededor de julio del mismo año, una vez que fueron pagadas las indemizaciones al ejército del Sacro Imperio, pero también en razón de los brotes de peste que surgían en una ciudad en la cual no se enterraban los cadáveres.
Una segunda fase de ocupación se dio a partir del mes de septiembre y terminó solamente hacia febrero de 1528. Tales eventos obligaron a un gran número de artistas activos en la escena romana a instalarse en otras ciudades. Perino del Vaga, alumno de Rafael de Urbino, se instalará después del saco en Génova, Giulio Romano quien viajó a Mantua, Polidoro da Caravaggio en Nápoles. Algunos otros artistas italianos continuaron su trabajo en diferentes países europeos, como fue el caso de Rosso Fiorentino y Francesco Primaticcio, quienes estuvieron activos en la Escuela de Fontainebleau en Francia. Este fue también el caso de Giuseppe Arcimboldo, quien realizó durante la segunda mitad del siglo XVI gran parte de su producción artística en las cortes de Viena al servicio de Maximiliano II de Habsburgo y posteriormente en Praga para Rodolfo II de Habsburgo.
Otro factor que permitió la rápida diseminación del Manierismo en el resto de Europa fue la difusión de grabados elaborados por artistas como Parmigianino, o a partir de sus pinturas. Dichos grabado volvieron accesibles las obras manieristas en el resto del continente. Por mencionar algunos ejemplos de la influencia de dicha corriente en el caso de los Países Bajos, podemos encontrar también las influencias manieristas en los grabados y dibujos de Martin van Heemskerck y Hendrick Goltzius.
Maracaibo, miércoles 22 de septiembre del año 2021
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