domingo, 19 de septiembre de 2021

Congo Mirador

 


Congo Mirador

"Érase una vez en Venezuela, Congo Mirador", es un documental que narra la cotidianidad de los habitantes de un "pueblo de agua" ubicado en el estado de Zulia, al sur del lago de Maracaibo; un pueblo que ya está desapareciendo...

Congo Mirador es uno de los "pueblos de agua" del lago Maracaibo, sus casas son palafitos, que se sostienen sobre pilares apenas pocos metros por encima de la superficie. En Congo Mirador, no hay carreteras ni vehículos sino canales y botes, el agua lo es todo: comida, transporte y educación y los niños reman para ir a la escuela y aprenden a pescar. Anabel Rodríguez Ríos, quien ya hizo un cortometraje en 2012,"El barril"-inspirada en unos niños que vio jugando con barriles de petróleo en el lago-, comentaría que su trabajo fílmico "es como estar en uno de esos cuentos de William Faulkner".

Rodríguez Ríos (Caracas 1977) se graduó en 1998 en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y posteriormente estudió artes en realización cinematográfica en la London Film School en Viena, Austria, como parte de un acuerdo para estudiantes entre ambos países. En 2003 dirigió el cortometraje Toilet y en 2008 fue una de las directoras que participó en la cinta antológica “1, 2 y 3 mujeres”. En 2020, debutó en solitario con el largometraje documental Once Upon a Time in Venezuela (2020). El documental formó parte del festival de cine de Sundance, y fue la postulación de Venezuela para los Academy Awards de 2020. Alabada por críticos internacionales, recibiría un 88% de aprobación en el portal de Rotten Tomatoes.

Pero está a punto de desaparecer el pueblo Congo Mirador de Venezuela, con más relámpagos del mundo, al que acudían miles de turistas. De ese éxodo es testigo el documental de Anabel. Cuando ella inició la filmación en 2013, vivían allí alrededor de mil personas. Hoy quedan sólo cinco familias, y es que en Congo Mirador existe un enemigo natural "que se come al pueblo", es la sedimentación que consiste en la acumulación de tierra en el fondo del lago hasta que ya no queda apenas espacio para el agua. Si el agua es lo que le da vida a Congo Mirador, la sedimentación es, su muerte.

Esa no es la única razón por la que se va la gente También están la falta de oportunidades, la pobreza y la falta de interés de las autoridades; así el documental empieza a unir la historia del pueblo con temas más complejos que abarcan a la Venezuela de la migración, de la pobreza, la corrupción y la división política. En Congo Mirador, por ejemplo, hay mucho incesto. Me resultaba extravagante ver cómo se enamoran entre sí, relata Anabel…

Luego indagamos en las relaciones de poder, como la relación entre la líder local miembro del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV, en el poder), que le decía a, la maestra del pueblo, que la iba a sacar de la escuela "por no ser parte del partido". Eran celos porque la maestra era más joven y bella relataría Anabel. Cuando se reúnen con el gobernador para pedir ayuda y detener la sedimentación nos quedamos con un aspecto más político, mostrado cómo existen personajes que, adoptando un rol partidista, le quitaban al otro la pensión o el trabajo y lo dejaban en la nada.

Es difícil poder contar una historia sobre Venezuela en un lugar tan aislado tomando en cuenta las condiciones del país… En la logística, por ejemplo, la gasolina en Zulia está racionada desde hace años. Los militares, son los que cuidan las estaciones de servicio, y te dan hasta una cierta cantidad de gasolina. Todo por encima de esa cantidad es a través del mercado negro. Teníamos que trasladarnos frecuentemente a Santa Bárbara del Zulia (40 kilómetros tierra adentro) para proveernos de suficiente combustible. También aprovechábamos para comprar agua potable. Otro problema que tuvimos que enfrentar fue el de los grupos armados.

Los que llaman "paracos", -la abreviación de paramilitares colombianos-. Algunos son guerrilleros y muchos se vinieron a Venezuela desde el proceso de pacificación en Colombia. El estado está lleno de ellos, lo que refleja el abandono del país. Congo Mirador fue tomado por estos grupos y en el tiempo que estuvimos allí, la forma como lo hicieron fue ofreciendo "empresas de seguridad" con las que te protegían tu casa y sobre todo tu embarcación, porque el motor es muy importante. Tuvimos que tomar decisiones importantes, como convivir con ellos pero no grabarles. Fue doloroso no incluirlo en la trama, pero ya llevábamos tres años grabando y no queríamos poner en riesgo a las familias…

La película pone el dedo en la llaga en un momento necesario. Si hubiese sido hecha en otro momento histórico, la resonancia sería distinta. Pero resuena porque va de la mano con el momento eternizado que estamos viviendo los venezolanos. "El venezolano se sentirá reflejado porque estamos en una situación similar a la de Congo Mirador", dice Rodríguez desde Viena, donde reside con su familia y promueve el documental, que ya fue proyectado en festivales como el de Sundance, Hot Docs, Miami Film Festival y el de Málaga.

Anabel Rodriguez Riios comenta… “A mí me ha sobrecogido ver cómo tantos venezolanos de tan distintos escenarios se ven reflejados en la historia de Congo Mirador. Llama la atención ver cómo el populismo ha permeado en todos los espacios del país y cómo la corrupción ha sido naturalizada en nuestra cultura. En ese sentido, el documental también habla de un proceso de destrucción de la democracia y de la pérdida de las condiciones mínimas de existencia en el pueblo”...

“José Ignacio Cabrujas se murió en el 95, antes de todo el chavismo pero él hizo un análisis brillante de la identidad caribe del venezolano. Cabrujas tiene una serie de ensayos sobre nuestro drama como país, y es que nosotros, los ciudadanos, lo hemos usado como una especie de hotel para servirnos de él. Chupamos de él y nos vamos. Hay una mentalidad dominante que es la de ver a Venezuela como un gran campo minero; así agarré ese hilo que luego fui desarrollando… Congo Mirador y el lago Maracaibo se han tocado varias veces en la cinematografía venezolana, sobre todo en el cine de los setenta. Jacobo Penzo, grabó una vez en ese pueblo. Y la primera película venezolana, hace ciento y pico de años, que es paralela al nacimiento del cine en el mundo, se llama Muchachas bañándose en el lago de Maracaibo.

Así hoy recordamos que está a punto de desaparecer Congo Mirador el pueblo de Venezuela, con más relámpagos del mundo, al que acudían miles de turistas…

Maracaibo, domingo 19 de septiembre del año 2021

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