jueves, 20 de mayo de 2021

De la novela negra

De la novela negra

No hay duda de que la llamada novela negra (https://bit.ly/2smxeS8) revolucionó la trama de intriga y misterio de la literatura policíaca. Ofrecía otra manera de contar las historias reflejando la dureza de la vida urbana, la corrupción social y su relación con el poder que da el dinero. En la novela negra, los escritores usando descripciones breves y diálogos cortados, mostrarían la corrupción de los políticos, y de los policías, y las artimañas de los gánsteres de las mafias que acordaban con los funcionarios públicos el reparto de sus cuotas de poder. 

 


 

Para los amantes de la novela negra, Raymond Chandler (1888-1959), destacó en esa época como escritor de novelas policíacas. El estilo narrativo de Raymond Chandler podría calificarse como de un “realismo sarcástico”. Con precisión y sutileza muestra los personajes utilizando un humor cínico con formas coloquiales coloridas de un crudo y vigoroso slang norteamericano. El detective Philip Marlowe creado por Raymond Chandler aparecería como hombre justo, íntegro e inflexible. El nombre de Marlowe se cree se deriva del poeta isabelino Christopher Marlowe, o quizás del narrador de la novela de J Conrad “El corazón de las tinieblas”. No se sabe.

Philip Marlowe, era el detective privado por antonomasia. En el arranque de la primera novela en la que aparece, El sueño eterno (1939), él se define de esta manera: "Tengo 33 años, fui a la universidad una temporada y todavía sé hablar inglés si alguien me lo pide, cosa que no sucede con mucha frecuencia en mi oficio. Trabajé en una ocasión como investigador para el señor Wilde, el fiscal del Distrito. Su investigador jefe, un individuo llamado Bernie Ohls, me llamó y me dijo que quería usted verme. Sigo soltero porque no me gustan las mujeres de los policías".

Marlow será un personaje íntegro en quien se puede confiar por ser honesto y probo, y quien en ocasiones precisa de la ironía para enfrentarse a las desdichas de su entorno en la época que le tocó actuar y todo gracias a la creación del mismo por Raymond Chandler.

Reinterpretar a personajes clásicos, es una misión de riesgo. Se haga bien o no, siempre va a haber aficionados irredentos que no quieran que sus personajes vayan más allá de lo escrito por el autor original. Ha pasado siempre con el Sherlock Holmes de fuera del canon y se lee también con Philip Marlowe, en el género de la novela negra. Raymond Chandler al inventar a Marlowe, creó el detective arquetipo, ese ser melancólico y cínico, de verbo sarcástico, con su propio concepto de justicia y cierta tendencia a meterse en problemas.

 

Los herederos de Chandler encargaron tres décadas después a Robert B. Parker para que continúe con la trama que dejó a medias Chandler antes de morir en 1959. Los herederos no muy satisfechos, volvieron a la carga y elegirían a John Banville, alias Benjamin Black, como el encargado de devolver a Marlowe a la vida en La rubia de ojos negros (Alfaguara) en la que sí da con el tono y con una trama mejor armada que las originales, aunque haga con el personaje de Terry Lennox algo que a muchos no gustó. 

 


 

Lawrence Osborne (nacido en Londres, y con 62 años) maneja ahora también y con gran acierto los resortes de la saga de Philip Marlowe. Lawrence Osborne es un novelista y periodista británico que actualmente reside en Bangkok. Osborne se educó en Cambridge y en Harvard, y desde entonces ha llevado una vida nómada, residiendo durante años en Polonia, ​ Francia, Italia, Marruecos, Estados Unidos, México, Tailandia y Estambul. Cuando Osborne recibió el encargo de la herencia de Raymond Chandler de escribir la siguiente novela de Philip Marlowe, fue publicada en 2018, y tuvo una favorable crítica.  Fue seleccionado por el filósofo John Gray como su libro del año en el New Statesman,  y fue incluido en los 100 libros más notables de 2018 de The New York Times y en los mejores libros de 2018 del NPR. Fue seleccionado por William Boyd en la misma categoría en The Guardian. El Reino de Cristal se publicó en 2020 y se incluyó en la lista de los 100 libros más importantes de 2020 del New York Times.

 

Consciente del reto y de los problemas de origen, Osborne confesaría: “He intentado ser fiel a las tramas de Chandler apabullantemente irreales porque siempre me ha parecido que encarnaban tanto las cualidades de los cuentos de hadas como de las pesadillas a las que él mismo aspiraba”. En Solo para soñar encontramos  a un Marlowe que vive retirado en Baja California en 1988. Tiene 72 años y ya desde el inicio nos ofrece una mirada nostálgica sobre un mundo que no volverá, en el que él se sentía necesario pero que desapareció hace demasiado tiempo.

 

John Banville es un novelista irlandés, ganador del Premio Booker en 2005. Las obras que publica del género de novela negra las firma bajo el pseudónimo de Benjamin Black. Banville/Black ha puesto también su pluma al servicio del espíritu de Raymond Chandler por encargo de sus herederos y resucita al legendario detective privado (ese hombre que no conoce a las mujeres, pero tampoco se conoce a sí mismo) para embarcarlo en una nueva y peligrosa aventura en las calles de Bay City. 

 


 

 

En el caso de Lawrence Osborne, según nos revela en la nota final del libro, 'Sólo para soñar' la novela es un encargo, o una invitación irrechazable que recibió por parte de sus agentes. Como autor inglés que vive en Bangkok y escribe libros con títulos como 'Perdonar' o 'Corazones en la noche', Osborne dice: “No sé yo si era la persona más adecuada para pavimentar otro poco el camino de perdición de Philip Marlowe en la literatura”. Sin embargo, su tentativa es muy digna y realmente amena, y lo único que se echa de menos es algo que nada tiene que ver con el talento literario ni con la capacidad de simular prosas clásicas: la amargura.

 

'Sólo para soñar' (Navona), de Lawrence Osborne, subtitulada 'Un caso de Philip Marlowe', regresa al detective de Raymond Chandler, que tenía un carácter envidiable, es decir, tal vez no le hiciera mucha gracia saber que su personaje se lo apropiaran otros escritores y lo pusieran a resolver casos que no fueron inventados por él. Parece que hay que pedir permiso para hacer estas cosas, pero es evidente que los herederos de Raymond Chandler valoran más el dinero nuevo que la decencia vieja.

 

Maracaibo, jueves 20 de mayo, del año 2021

 

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