Betty Davis (1)

 

Betty Davis (1)

Ruth Elizabeth "Bette" Davis fue una actriz estadounidense de teatro, cine y televisión. Conocida desde su infancia como “Betty”, nació el 5 de abril de 1908 en Lowell, Massachusetts EUA y falleció en Neuilly-sur-Seine, Francia, el 6 de octubre de 1989. Considerada uno de los mitos cinematográficos, la señora Davis se destacó por su facilidad para interpretar personajes antipáticos en filmes melodramáticos, históricos y ocasionalmente de comedia, aunque sus mayores éxitos los alcanzó en dramas románticos.

Su familia era protestante, con ascendencia inglesa, francesa y galesa. En 1915, los padres de Davis se separaron y las hermanas Betty y Bobby permanecieron en el internado Crestalban en Lanesborough, cerca de las montañas Berkshires, hasta que en 1921, su madre Ruth se trasladó con sus hijas a Nueva York, donde trabajó como fotógrafa retratista. Luego de ver a Rodolfo Valentino en Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1921) y a Mary Pickford en Little Lord Fauntleroy (1921), se cuenta que Betty decidió convertirse en actriz con el apoyo de su madre ​y por el libro “La prima Bette” de Honoré de Balzac decidió cambiar su apodo a “Bette”.

A principios de la década de 1920, en la Cushing Academy, un internado en Ashburnham, Massachusetts, conoció a su futuro esposo, Harmon O. Nelson. En 1926, asistió a la obra El pato silvestre de Henrik Ibsen, y recordaría más adelante, cómo esa obra le inspiró el pleno compromiso con su carrera: “Antes de esa actuación, quería ser actriz. Después de la misma, tenía que ser una actriz”. Tras actuar en Filadelfia, Washington y Boston, debutó en Broadway en 1929. Un buscador de talentos de Universal Studios vio su actuación y la invitó a Hollywood para realizar una prueba de cámara. 

Sus primeros filmes para Universal Studios tuvieron poca aceptación. En 1932 se incorporó a Warner Bros y fortaleció su carrera con varias actuaciones aclamadas por la crítica. A finales de los años 40, era una de las actrices del cine norteamericano reconocida por su apasionado trabajo, calificada como perfeccionista, podía llegar a ser muy combativa, tanto que se hicieron públicos sus enfrentamientos con ejecutivos de los estudios, directores de cine y coprotagonistas. Su manera de ser frontal, su estilo vocal entrecortado y su cigarrillo ubicuo contribuyeron a forjar una imagen pública que sería imitada y satirizada.

Mala hermana (1931), fue el filme con el que debutó en el mundo del cine y no tuvo éxito. Su siguiente papel en Semilla (1931) fue demasiado breve para llamar la atención. Bette se sintió decepcionada cuando Jack Warner se negó a cederla a los estudios Columbia para aparecer en Sucedió una noche (film dirigido por Frank Capra). En su lugar, debió participar en el melodrama Ama de casa.  Apareció en un pequeño papel en El puente de Waterloo (1931) antes de ser cedida a Columbia Pictures  para La amenaza y a Capital Films para La casa del infierno (ambas en 1932). George Arliss la eligió para el papel femenino principal de La oculta providencia (1932) y como la gruñona Mildred en Cautivo del deseo (1934), fue aclamada por la crítica. No fue nominada para los premios de la Academia por Cautivo del deseo, y el periódico The Hollywood Citizen News cuestionó el hecho. Norma Shearer inició una campaña para que Davis fuera nominada y Claudette Colbert ganó el premio por Sucedió una noche. El escándalo provocado cambió los procedimientos de votación de la Academia: las nominaciones pasaron a ser decididas por los miembros de la Academia en lugar de por un pequeño comité.

En 1935, Davis interpretaría una actriz perturbada en Peligrosa, dirigida por Alfred Green. En La mujer marcada (1937), sobre el caso de Lucky Luciano, recrearía a una prostituta. (1938). Jezabel marcó el inicio de la etapa más exitosa de su carrera y Davis inició una relación con el director William Wyler. En contraposición con su éxito su esposo Nelson Ham no había logrado establecerse y la relación de ambos comenzó a tambalear. En 1938, Nelson comprobó que Davis estaba involucrada en una aventura extramatrimonial con el empresario multimillonario Howard Hughes y solicitó el divorcio.

La actriz en su siguiente película, Amarga victoria (1939), uno de los más taquilleros del año, le valió una nominación al Óscar. Ese mismo año apareció en La solterona con Miriam Hopkins, Juárez con Paul Muni y La vida privada de Elizabeth y Essex con Errol Flynn. El cielo y tú (1940) fue otro éxito comercial de ese período​ y La carta (1940) fue considerada “una de las mejores películas del año”. Elogiada por su papel de una asesina adúltera, Davis se casó con Arthur Farnsworth, un posadero de Nueva Inglaterra en diciembre de 1940. En enero de 1941 se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo de presidente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, pero su actitud insolente y propuestas radicales, la llevó a renunciar y sustituida por Walter Wanger, que implementó los cambios que ella había sugerido.

En su siguiente filme, El bosque petrificado (1936), Davis compartió cartel con Leslie Howard y Humphrey Bogart, quien recibió la mayor parte de los elogios de la crítica en su primer papel importante. Convencida de que su carrera estaba siendo perjudicada por una serie de películas mediocres, Davis aceptó en 1936 una oferta para aparecer en dos filmes en Londres. ​Huyó a Canadá consciente de que estaba inclumpliendo su contrato con Warner Bros. El caso fue resuelto por Branson J. en el Tribunal Superior Inglés en contra de Davis, que regresó a Hollywood endeudada y sin ingresos para reanudar su carrera. El cielo y tú (1940) fue el mayor éxito comercial de ese período​ mientras que La carta (1940) fue considerada «una de las mejores películas del año. En 1941, protagonizó La gran mentira. William Wyler la dirigió por tercera vez en La loba ( RKO, 1941), Wyler quería “suavizar” el personaje pero la actriz rehusó a llegar a un acuerdo y recibió otra nominación para el Óscar, pero nunca más volvió a trabajar con Wyler. ​Davis ganó el premio de la Academia a la Mejor Actriz por el papel pero comentó que era un reconocimiento tardío por Cautivo del deseo.

 

Después del ataque a Pearl Harbor, Bete Davis pasó los primeros meses de 1942 vendiendo bonos de guerra. Se enfureció con Jack Warner luego de que este criticara su tendencia a engatusar a las personas y sintiera que ella estaba llevando su imagen demasiado lejos. ​ Sin embargo, continuó con sus propios métodos e incluso visitó fábricas en Oklahoma, donde arengó a una multitud a contribuir materialmente como parte de los esfuerzos necesarios para colaborar en la guerra. También formó parte de regimientos integrados por personas de color (Davis era la única integrante blanca) en un grupo actoral conformado por Hattie McDaniel, Lena Horne y Ethel Waters. Davis apareció como sí misma en la película La Cantina de Hollywood (1944), que utilizó el local como escenario de rodaje para una historia de ficción. En 1980 fue galardonada con la Medalla al Servicio Civil del Ejército, uno de los más altos galardones civiles entregados por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, por su desempeño en la Cantina de Hollywood.

Una de las escenas más imitadas del drama romántico La extraña pasajera (1942) es la que Paul Henreid enciende dos cigarrillos mientras mira fijamente los ojos de Davis y le pasa uno. ​En la película, Claude Rains actuó como su coestrella y Davis lo acompañó en tres filmes más. La extraña pasajera ocupa el puesto 23 de las mejores películas románticas de todos los tiempos según la lista del American Film Institute. Durante principios de la década de 1940, muchas de las opciones cinematográficas de Davis estuvieron influenciadas por la temática de la guerra, como Vigilancia en el Rhin (1943) de Lillian Hellman, y Adorables estrellas (1943), una alegre cabalgata musical donde cada una de las estrellas más destacadas donaron sus honorarios a la Cantina de Hollywood. Ahí, Davis interpretó la canción “They're Either Too Young or Too Old”, que se convirtió en un éxito después del estreno de la película. En Vieja amistad (1943) volvió a trabajar con Miriam Hopkins y​ Davis sintió que Hopkins intentó opacarla a lo largo de la película y se creó gran competitividad y animosidad entre las dos actrices.

En agosto de 1943, el esposo de Davis, Arthur Farnsworth, se desvaneció inesperadamente mientras caminaba por una calle de Hollywood y murió dos días después. Tras una semana de luto Davis regresaría para rodar El señor Skeffington (1944) y desde el primer día de rodaje tuvo enfrentamientos con el director Vincent Sherman. A pesar de las críticas mixtas, recibió otra nominación a los premios de la Academia.   (La historia de Bette Davis en este blog -lapesteloca- continuará mañana).

Maracaibo, martes 25 de mayo, del año 2021