sábado, 21 de agosto de 2021

Björn Andrésen

Björn Andrésen

Björn Andrésen nació en enero de 1955 en Estocolmo, Suecia. Asistió a la Escuela de Música Adolf Fredrik y en 1970, a los quince años, fue elegido para el papel de Tadzio en Muerte en Venecia, (https://bit.ly/2Is47ov) la película dirigida por Luchino Visconti.

Aquel filme que resultaría ser una disquisición estético filosófica sobre la pérdida de la juventud y de la vida, encarnada en el personaje de Tadzio y del final de una era, representada en la figura del compositor Gustav von Aschenbach (Dirk Bogarde), quien padeciendo una depresión severa se ha refugiado en Venecia. El personaje basado vagamente en el compositor Gustav Mahler, cuya Quinta sinfonía está presente a lo largo de la película, Gustav von Aschenbach no es otro que el mismo Thomas Mann, quien basó su novela en una visita que realizara a Venecia en 1911, cuando también se alojó en el Grand Hôtel des Bains del Lido y tuvo ocasión de admirar a un joven polaco, identificado en 1965 como el barón Wladyslav Moes, Tadzio en la novela de Mann de quien si es sabido tenía manifiestas tendencias homosexuales.

Visconti (1906-1976), necesitaba encontrar al ángel de la muerte de la novela de Thomas Mann, y la historia de un músico alemán, Gustav von Ashenbach en una Venecia decadente y crepuscular, infectada de cólera, y de un inalcanzable adolescente polaco, Tadzio, le serviría al cineasta italiano para desafiar al mundo con su película. Visconti, sofisticado aristócrata del norte de Italia, comunista y homosexual, había sido el director que había encumbrado a Helmut Berger, “el hombre más guapo del universo”, según acuñó Vogue, o al mismísimo Alain Delon, y con Muerte en Venecia, puso a la industria del cine a los pies de un jovencito asustado que empezó a sentirse observado y admirado a todas horas sin entender nada.

Cuando se estrenó la película, en Estados Unidos empezaron a circular rumores sobre la supuesta homosexualidad de Andrésen, lo que él negó enfáticamente. Cincuenta años después de que Tadzio naciera de 15 años en un casting en Estocolmo llevado por su abuela, y la  película tan triste y fascinante como el protagonista, su historia personal va más allá, dada la terrible cosificación que sufrió Björn Andrésen por un sistema abusivo para descubrir el fondo trágico de su belleza y dejar sobre la mesa la cadena de infortunios de su vida reducida a una letal etiqueta...

Hoy Andrésen aparece flaco y desgarbado, oculto detrás de una larga melena canosa. Ha tenido que lidiar con oscuros fantasmas familiares y con una accidentada carrera como músico, hoy habla sin aparente rencor de la película que “destruyó” su vida y del acoso mediático que sufrió por ella. Medio siglo después del estreno de “Muerte en Venecia”, este año 2021 un documental en Sundance describió la desgraciada historia de Björn Andrésen, el chico objeto del deseo en el drama de Visconti. El festival fundado por Robert Redford, se celebró  en febrero 2021 en el Ray Theatre in Park City, Utah y conectado virtualmente en línea con teatros en  24  estados en el territorio de los Estados Unidos.

Las imágenes de joven Björn sacadas del documental que el propio Visconti rodó orgulloso sobre la hazaña de cómo logró encontrar a Tadzio (Alla ricerza di Tadzio, 1970), fueron usadas por  Kristina Lindström y Kristian Petri quienes ya había tardado cinco años en ganarse la confianza de Björn Andrésen, acompañándole con su cámara, y hablando con él para crear el documental The Most Beautiful Boy in the World, estrenado en el festival de Sundance, celebrado este año en febrero.

El documental se vuelve más interesante cuando descubrimos cómo Andrésen llegó a ser un ídolo de masas en Japón. Después de Muerte en Venecia, Andrésen pasó a ser el primer occidental adorado por miles de jóvenes nipones, atraídos por unos rasgos que incluso han inspirado a toda una generación de dibujantes manga en Japón, donde la película había sido muy popular. Allí trabajó en una serie de anuncios de televisión y grabó dos canciones. Se dice que su papel de Tadzio en la película influyó a muchos artistas de anime japonés, especialmente a Keiko Takemiya.

Deseoso de disipar los rumores acerca de su sexualidad y de deshacerse de su imagen de "niño bonito", Andrésen rechazó otros papeles de homosexual y trabajaría actuando  en varias películas, como Pelikaanimies (2004), Kojan (1992), Smugglarkungen (1985) y Midsommar (2019). Björn es además, músico profesional, y fue tecladista del grupo de dansband Sven Erics. ​

Aquella mirada frágil que enamoró a Visconti, la de Tadzio  era la de un chico roto por la desaparición y muerte de su madre, por una abuela obsesionada con que fuera actor famoso negándole su verdadero placer: la música. En el documental, Björn vio una oportunidad de contar por su fin verdadera historia; la de Tadzio le había perseguido toda su vida y ahora él podía contar la suya.

Maracaibo, sábado 21 de agosto del año 2021

 

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