Sulawesi
Entre el archipiélago de las Molucas y la gran isla de Borneo, la isla de Célebes es una de las cuatro islas de Indonesia. Célebes en indonesio es Sulawesi, (pronunciado “sulavesi” utilizando la versión holandesa de la letra"w"). Desde el siglo XVII la isla fue parte de las Indias Orientales Neerlandesas, y así era conocida bajo el gobierno colonial de los Países Bajos lo que actualmente es Indonesia.
Sulawesi o Célebes, tiene un área de 174 600 km² es la undécima isla más grande del mundo, y está rodeada, por otras islas que le dan límites geográficos precisos: al oeste, por Borneo, al norte por las Filipinas, al este por las Molucas y al sur por Flores y Timor. La isla tiene una forma muy particular y distintiva, dominada por cuatro grandes penínsulas. La parte central es sumamente montañosa, y como tradicionalmente las penínsulas de la isla están alejadas una de la otra, resultan más cortas las comunicaciones por mar que por los caminos de la isla. Los primeros europeos en llegar a la isla fueron navegantes portugueses en 1512, y fueron ellos quienes se refirieron a esta isla con el nombre de “Célebes”. El nombre en bahasa indonesio, era “Sulawesi”, probablemente viene de las palabras sula (isla) y besi (hierro) y puede referirse a la los depósitos ricos en hierro del lago Matano.
En la provincia de Célebes Central hay más de 400 megalitos de granito. Los estudios arqueológicos realizados datan estos megalitos entre el 3.000 a. C. y el 1.300 d. C., y se desconoce el propósito con el que fueron construidos, pero alrededor de 30 de estos megalitos representan figuras antropomorfas. En enero de 2016, un estudio de la Universidad de Wollongong publicado en Nature por Gerrit van den Bergh y otros paleoantropólogos, detalla el hallazgo en Célebes de más de 200 herramientas líticas de una datación de al menos 118. 000 años. En la isla no hay restos de Homo sapiens de antes de 40 000 años, así que estos fragmentos de piedra indican que una especie humana desconocida habitó en la isla.
Los megalitos eran refugios prehistóricos realizados con uno o varios bloques de piedra, de gran tamaño y sin labrar. Son monumentos como tumbas construidos con un sistema de enclavamiento que no utiliza mortero ni cemento como las observadas en Europa occidental en el neolítico y en la edad de bronce (4000 y 1500 a.C.). Entre los pueblos indígenas de India, Malasia, Polinesia, África y América se conoce la existencia de la adoración de estas rocas o su uso para simbolizar un espíritu o una deidad.
Diversas piedras de gran tamaño han sido identificadas como megalitos, la mayoría eran de uso no funerario, o quizás levantadas con fines religiosos, o marcadores territoriales. Las zonas más importantes de magalitos se encuentran en Bretaña, sur de Inglaterra e Irlanda, y sur de España y en Portugal y los megalitos más conocidos son los dólmenes, los menhires y los cromlechs.
A principios del siglo XX algunos especialistas creían que todos los megalitos correspondían a una "cultura megalítica" global (hiperdifusionismo de Grafton Elliot Smith y William James Perry), pero esa teoría fue desechada gracias a los sistemas de datación modernos (Carbono-14, Dendrocronología, etc.). Tampoco se teoriza ya acerca de la existencia de una cultura megalítica europea.
El archipiélago indonesio es el hogar de las tradiciones megalíticas austronesias, pasadas y presentes. Estas tradiciones de época contemporánea se pueden ver entre los Toraya del interior de Célebes Meridional. Estas tradiciones se conservaron aisladas e imperturbadas hasta bien avanzado el siglo XIX. En Nías había estatuas de piedra, bancos de piedra para los jefes y mesas de piedra para ejercer la justicia. Los megalitos eran necesarios para las conmemoraciones funerarias de las jerarquías, con el fin de que pudieran reunirse con sus piadosos antepasados en el más allá. La erección de un megalito constituía el preludio de un festín ritual.
Por toda Indonesia se pueden encontrar diferentes yacimientos y estructuras megalíticas: menhires, dólmenes, mesas pétreas, estatuas ancestrales y pirámides escalonadas, denominadas localmente Punden Berundak, han sido descubiertos en diversos lugares de Java, Sumatra, Célebes y las islas menores de la Sonda. Megalitos Toraya (circa 1935). El Parque nacional Lore Lindu de Célebes Central alberga vestigios de antiguos megalitos como estatuas pétreas ancestrales, localizadas en su mayor parte en los valles de Bada, Besoa y Napu. Las pirámides Punden y sus menhires pueden verse en Pagguyangan Cisolok y Gunung Padang, en Java Occidental, en Gunung Padang existe el mayor megalito del Sudeste asiático.
En la década de 1950, se descubrieron muestras de arte rupestre en cuevas de la isla que representaban figuras de animales y contornos de manos. Las primeras dataciones las estimaban de una antigüedad de aproximadamente 10 000 años. En octubre de 2014 el equipo dirigido por el investigador Maxime Aubert presentó un trabajo en el que las estimaba en 40 000 años, lo que las ubicaría en la misma franja temporal que las más antiguas conocidas de Europa: las de Altamira y de la cueva cántabra de El Castillo en España y las de Lascaux en Francia.
Haber datado esas representaciones artísticas plasmadas en techos y paredes de roca no es trivial. Las pinturas mejor preservadas se encuentran parcialmente cubiertas por unos depósitos de carbonato cálcico que crecen sobre la roca con formas circulares denominadas “palomitas de cueva”. Un equipo liderado por Aubert aplicó un sistema de datación con uranio a los depósitos calcáreos cuya primera capa está adherida directamente a los pigmentos usados por aquellos humanos hace unos 40.000 años, en el caso de una de las manos. Además de la datación, la ubicación de las pinturas es otro punto clave, ya que sólo se conocía arte rupestre de esa cronología en cuevas de Lascaux en Francia, o en las cuevas cántabras de Altamira en España. Ahora hay que sumar este otro sitio que se encuentra a decenas de miles de kilómetros de distancia, en el sudeste asiático.
Thomas Sutikna, de la Universidad de Wollongong (Australia) y uno de los autores del estudio, explica que: "Estas pinturas son uno de los primeros indicadores de una mente abstracta, el inicio del ser humano como lo conocemos, el arte rupestre podría haber surgido de forma independiente en la misma época en las primeras poblaciones de humanos modernos en Europa y en el sudeste asiático, o podría haber sido una práctica extendida entre los primeros humanos que dejaron África decenas de miles de años antes"… "De ser así, entonces las representaciones de animales podrían tener orígenes mucho más profundos".
Eo profesor Anthony Dosseto, director del Laboratorio de Geocronología de Isótopos de la Universidad de Wollongong, insiste en que, "los europeos ya no pueden afirmar que fueron los primeros en desarrollar una mente abstracta; ahora tienen que compartirlo, al menos, con los primeros habitantes de Indonesia".
Nota: parte de este artículo fue mostrado en este blog en octubre de 2017
Maracaibo lunes 16 de agosto, del año 2021
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