Andrés Mata
Comienzo a escribir lo que finalizaré con un poema que he usado en ocasiones para cerrar emotivamente una charla, hablando sobre un gran poeta, carupanero. Andrés Mata… Cuando era chamo, yo solo conocía a un pelotero, Camaleón García, que era “el carupanero”, después viviendo en el exilio tuve un colega amigo que cantaba y charrasqueaba el cuatro casi con desespero, Manolo, quien también era carupanero, hoy día con su mujer hijos y nietos, felices a Dios gracias, se multiplican en el extranjero. Quisiera en el momento aprovechar el blog para enviarles un gran saludo aunado a un toque poético.
Andrés Mata (Carúpano,1870-París,1931) fue un poeta, escritor y periodista venezolano, quien nació en el seno de una familia pobre, hijo de doña Cruz Mata y de José Loreto Arismendi, y trabajaría desde muy niño hasta a ser autodidacta. Su actividad periodística fue tan precoz como la poética. Desde julio de 1882, con apenas doce años de edad, escribía en La Avispa, un semanario carupanero. En 1885 fundó el periódico “El Día”.
En 1886 a los 16 años salta al periodismo central, en la capital, y publica en La Opinión el poema titulado “J. A. Pérez Bonalde”. Su llegada a Caracas significó un compromiso político que lo llevaría a acompañar en el exilio a Juan Pablo Rojas Paúl. En 1887, Andrés Mata vivió en Ciudad Bolívar, donde se inscribió en el Colegio Federal de Guayana, la misma edificación que en 1819 sirvió de sede al Congreso de Angostura. Allí, su rector José Lorenzo Mendible, acoge a dedicados estudiantes para el bachillerato, entre ellos, al poeta Andrés Mata y al poeta colombiano José María Vargas Vila quien está exilado en Venezuela. Mata publicará en el periódico Cabos Sueltos del Orinoco, junto a Vargas Vila y el poeta, periodista y revolucionario Armando Barazarte, los fundadores.
En 1893. Acompañaría al exilio a Curaçao y después a la República Dominicana, a Juan Pablo Rojas Paúl, Presidente de Venezuela (1888-1890), perteneciente al Liberalismo Amarillo. En Santo Domingo, Andrés Mata, asume la Jefatura de Redacción del periódico El Listín Diario. En 1895, regresó en Venezuela, se incorpora al plantel de El Cojo Ilustrado y empieza a entregar sus colaboraciones para la revista Cosmópolis (1894-1895) donde dará inicio e impulso al movimiento modernista. Lo hará al lado del escritor (cuentista) y periodista venezolano Luis Manuel Urbaneja Achelpohl.
En 1896 publica Pentélicas. Poemario. Tip. El Ojo. Caracas; un poemario de tendencia modernista, prologado por José María Vargas Vila y elogiado por el gran ensayista uruguayo José Enrique Rodó. Son versos impetuosos, altivos y anarquistas. En él, Andrés Mata se olvida de sí mismo, para volcar sus poemas en el pueblo oprimido que le rodea trabajando y sufriendo día a día; escribe como un poeta civil. Aparecen los ensueños de la adolescencia y los ideales de una generación de jóvenes.
El escritor merideño Domingo Miliani, descubrirá en el poemario de Andrés Mata, la cristalización del Modernismo, con una novedosa musicalidad basada en artificios artísticos, muy de la estructura literaria y del ritmo que alcanza la sinfonía, la armonía musical de las palabras, las recreaciones fónicas, la hermosura de la sonoridad y el simbolismo de cada sonido o semántica fónica. Es el poeta un espléndido artífice de la estrofa poética, con predominio de la palabra nominal.
En 1898. Publica Idilio trágico. Tip. El Cojo. Caracas. Era aquel un poemario de estilo romántico que fue premiado en el certamen de la revista caraqueña El Cojo Ilustrado. ”¡Oh tú, la candorosa compañera de mis mejores años! El olvido no ha logrado borrar de mi memoria aquella breve, perdurable historia que comenzó del río en la ribera…¡Yo buscaba en los árboles un nido cuando nos vimos por la vez primera!”. XV. Idilio trágico. Debajo de los árboles. Ninguna pena que inquiete el pensamiento mío. Encima de los árboles la luna; debajo de los árboles, el río. Abro mi corazón…Leo y confío en la gloria, en el bien, en la fortuna. Habla de amor, al discurrir el río; habla de amor, al esplender la luna. Quietud y soledad…Nada importuna la comunión del pensamiento mío con el bien y la gloria y la fortuna…Bajo el ramaje trémulo y sombrío sueña un hilo de oro la luna sobre el silencio diáfano del río.
Su talento como poeta y su dedicación al periodismo lo llevaron a ocupar un sillón de la Academia Nacional de la Historia de Venezuela; sería nombrado Individuo de Número en 1904. Cuatro años después se le otorgaría el mismo rango en la Academia Venezolana correspondiente a la Real Española.
Su perseverancia y valor lo impulsan a fundar el diario El Universal el 1 de abril de 1909, acompañado de su amigo Andrés Vigas. Fundador y director de un medio que será importante emblema del periodismo, Andrés Mata compartiría una vez más los desafíos comunicacionales con el oficio de ser poeta. Dedicado a sus funciones como académico, editor y poeta, Andrés Mata participa de la política como parlamentario y desempeña tareas diplomáticas como cónsul en Génova, en Málaga y ante la Santa Sede. Andrés Mata fallecerá tan solo con sesenta y un años, en París el 18 de noviembre de 1931.
A título póstumo, se publicarán las composiciones poéticas escritas por Andrés Mata, con anterioridad a Pentélicas. En-1932. Poesías. Edit. Sur América. Caracas. Con prólogo de Crispín Ayala. En-1942. Arias sentimentales y otros poemas. Editorial Cecilio Acosta. Caracas. En este poemario, está su verso musical y finamente romántico, en una lengua melódica. Es su conocida “Música triste”: “¿Un amor que se va?… ¡Cuántos se han ido! Otro amor volverá más duradero y menos doloroso que el olvido. El alma es como pájaro inseñero que roto el nido en el ruinoso alero, en otro alero reconstruye el nido. Puede el último amor ser el primero. Mientras más torturado y abatido el corazón del hombre es más sincero. Tras de cada nublado hay un lucero y por ruda tormenta sacudido florece hasta morir el limonero”.
Maracaibo, lunes 9 de agosto del año 2021
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