…¿jamás será vencida?
Se ha dicho, con precisión, que en América Latina “la
izquierda” existe para separar a los diferentes actores políticos y que
igualmente termina por dilacerar a las personas, sin medias tintas, separándolas
entre buenas y malas, mientras presenciamos el silencio cómplice de muchos
“comunicadores sociales” que miran para otro lado intencionalmente cuando algún
populista cualquiera, esboza acusaciones falsas o vacías de contenido si acaso
ellas tocan a… “la izquierda”.
Es de todos conocido que el engendro de Sabaneta, para darle un
calificativo de origen a Chávez Frías, aupado por Fidel Castro y utilizando la
riqueza petrolera de Venezuela, lograría “dividir para reinar” con el manido
discurso remachado mediáticamente durante años, de los buenos y los malos, los
blancos ricos y los negros pobres, los escuálidos y los patriotas, convenciendo
a la familia de muchos venezolanos que creyeron en su acomodaticia versión de
la historia. Pero sabemos que el fenómeno está descrito, hasta en poblaciones que
se consideran “muy cultas”.
Hoy día hasta podemos afirmar que lamentablemente, el mero jefe de la
Iglesia católica, se sabe él mismo, empapado en las ideas tercermundistas -entendidas
desde la perspectiva clásica de “la izquierda”-,
y por ello, actúa como corresponde evidentemente a un peronista quien no puede escaparse de su cuasi primigenio ideario político. El
argentino Jorge Bergoglio, ahora Papa Francisco, ha mostrado ante el mundo como
recibe en audiencias oficiales a los dictadores, y se acerca hasta sus islas de
poder influenciado por el marco ideológico que subsiste en su mente, el cual ha
sido tachado de infantil por la supuesta inocencia que lo ampara...
Para los llamados “izquierdistas”, es
como si el colapso del mundo soviético no hubiese existido. Es mentira, dicen,
el muro nunca fue derribado, y con ello, no se inmutan al conocer del genocidio
ucraniano de Stalin, algunos hasta llegan a negar el holocausto nazi, tergiversan
el ideario fascista, y no les interesa hablar del nefasto régimen de Corea del
Norte, o recordar el resultado de la modificación del programa económico de
China que exterminó por hambre a millones; ya se les olvidó quien era Mao, y
ahora en vez de MaoTseTung, si se les pregunta por Venezuela, cantan “no tsé
tú”, pensando en Luis Miguel, …
Por todas estas realidades ampliamente conocidas en este mundo tan
globalizado, no es de extrañar el desinterés por el drama actual de Venezuela.
Los que se dicen “de izquierda” prefieren
desentenderse de la hambruna del pueblo venezolano, o de las torturas y los
asesinatos de régimen refrendados internacionalmente hasta por la
izquierdosísima señora Bachelet; evidencias estas que, para “los izquierdistas” es convenientemente, como si
no existiesen; o pueden hasta jactarse de las marramucias del régimen, aupándolas
y desde “el primer mundo” lo hace con descaro (Iglesias&Zapatero dixit) …
Preocupa esta ceguera, que no es blanca como la de Saramago, ni la que
provocaban “las taritas” como relataba Espinoza, el de por aquí y por facebook,
que no es el filósofo con “S”, pero estaba en la onda muy nuestra al recordar
la mirada lagañosa de cuando niños “cazábamos” taritas… Ahora hay quienes
parecen ciegos al querer mimetizar la internacional comunista con “la Internacional Progresista” de Noam Chomsky quien con sus falsas plañideras y
los mal llamados “círculos progresistas” quieren adoptar supuestas “actitudes
morales” y tratan de ocultar su condición de “izquierda
unida”.
Ahora es el momento para
cuestionar hacia el futuro si acaso puede ser que ¿“jamás será vencida”?… Pero
lo he dicho (https://bit.ly/2C25YNN) recientemente, y no está de más
repetirlo; ante “el deterioro rápido y progresivo de las libertades
individuales donde vemos como las democracias liberales se encuentran cada vez
más amenazadas, “la esperanza” tendrá que ser lo último que podríamos perder, y
entretanto no queda otra cosa que decir: “amanecerá y veremos”…
Maracaibo, miércoles 22 de julio, del año 2020, el del Covid-19…
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