Tres palabras…
Hemeralopia, Oxímoron y Serendipia, “son tres
palabras”… Así dice la letra de un bolero de Osvaldo Farrés
(1902-1985) pero aquí, en este blog,
van tan solo para recordar el curioso origen y significado de las mismas.
HEMERALOPÍA: La hemeralopía es un
padecimiento donde el paciente percibe una visión borrosa luego de una fuerte
iluminación, une especie de efecto de encandilamiento. Concretamente, la
persona tiene dificultad para la visión en condiciones de poca luminosidad.
La hemeralopía ocurre aun con iluminación normal. Se considera ser
síntoma de una retinopatía, ya sea hereditaria o resultado de una alteración de
la capa coriocapilar (capa de Ruysch) de la membrana coroides.
Los
conos, son las células fotorreceptoras de la retina,
ellos son muy sensibles a la luz brillante y median en la visión diurna, visión
cromática y en la percepción de la agudeza visual. Una disfunción de los conos,
da lugar a una mala visión central y en ocasiones problemas con la visión
diurna (hemeralopía).
La
hemeralopía no tiene relación con la nictalopía. La hemeralopía es un problema
de los conos, mientras que la nictalopía lo es de los bastones. Si se produce una disfunción de
los bastones antes o es más intensa que la disfunción de los conos, dará lugar
a una mala visión nocturna (nictalopía) y pérdida del campo periférico; por lo
general, se produce más comúnmente la nictalopía. La nictalopía es un síntoma
temprano de la hipovitaminosis A y, parcialmente, de la carencia de vitamina B2.
OXÍMORON:
El oxímoron se encuentra dentro de las figuras literarias en retórica, es una
figura lógica que consiste en
usar dos conceptos de significado opuesto en una sola expresión, lo cual genera
un tercer concepto. Dado que el sentido literal de oxímoron es lo opuesto,
suena como algo “absurdo”, y conmina al lector o al
interlocutor a comprender su sentido metafórico. Esta figura retórica es muy frecuente en poesía mística, amorosa y en análisis funcionales. El filósofo griego Heráclito recurriría a ella con frecuencia.
Para
mostrar algunos ejemplos de oxímoron veamos a tres grandes de la literatura: Francisco de Quevedo (1580-1645).“El amor es “hielo abrasador, es
fuego helado,/es herida que duele y no se siente...”. Charles Baudelaire (1821-1867).“Placeres espantosos y dulzuras
horrendas”. Finalmente
de “El aleph” de Jorge Luis Borges (1899-1986)…“Beatriz era alta, frágil, muy
ligeramente inclinada; había en su andar (si el oxímoron es tolerable) una como
graciosa torpeza, un principio de éxtasis”.
Otros ejemplos
de oxímoron de uso común serían: muerto viviente, agridulce, ligero
sobrepeso, Ángeles del Infierno, pequeño gran hombre, gas líquido, ir a ningún
sitio y buen perdedor…
SERENDIPIA: La serendipia es un proceso accidental e inesperado por el cual descubrimos algo que en realidad no estábamos buscando. Casi lo mismo que decir lo hallé “de chiripa”, por pura suerte, o “casi de vainita”… Aunque en realidad la palabreja no es tan sencilla, ni es tan simple, de tal manera que muchos autores consideran que detrás de toda situación que implique serendipia, hay algo más. Esta interpretación se basa en ver a la serendipia como un proceso activo, no pasivo. Si los hechos se produjeron por casualidad, se ha planteado que, si se dieron fue gracias a que sus autores se encontraban atentos y abiertos a lo inesperado.
Son ejemplos muy señalados, el
descubrimiento de América cuando Cristóbal
Colón en realidad pretendía explorar una ruta hacia las Indias, el
episodio de Newton y la manzana,
o cuando Arquímedes en la bañera observó cómo su cuerpo desplazaba una masa de
agua equivalente al volumen sumergido, y salió desnudo a la calle gritando:
¡Eureka! Así fue como descubrió “el principio de Arquímedes”.
En el
caso de la ciencia, el
fenómeno de la serendipia se puede presenciar cuando se descubren cosas sin
investigar sobre ellas, y se dice que, sucedió por casualidad. También cuando
un investigador, después de haber investigado mucho sobre algo sin obtener
resultados, por un accidente fortuito o incluso por una revelación, consigue
finalmente su objetivo; se habla entonces de pseudoserendipia. En la
literatura, serendipia es cuando alguien escribe sobre algo imaginado que
posteriormente va a existir y luego se demuestra que existe tal y como se lo
imaginó.
“Serendipia” es una palabra que no se
encuentra en el diccionario de la Real Academia Española. Proviene del inglés “serendipity”,
y fue utilizada por primera vez por Horace Walpole hará 250 años, cuando hacía
referencia al cuento de hadas persa “Los
tres príncipes de Serendip”, quienes estaban “haciendo descubrimientos, accidentales y
sagaces, de cosas que no buscaban”. La palabra serendipia deriva
del vocablo árabe “Serendib”
o “Sarandib”, es un nombre
persa del país fabuloso árabe de la historia de Simbad, Las mil y una noches. También,
Serendip es el nombre árabe de la antigua isla llamada Ceilán, la actual Sri
Lanka desde 1972. También existe una antigua fábula persa del siglo XVIII, con
el título de Los tres príncipes de Serendip, en la que se cuentan las aventuras
de tres príncipes, dotados del extraño don de descubrir accidentalmente
soluciones a sus problemas.
Serendipity es también una
película del 2001, muy divertida, protagonizada por John Cusack y Kate Beckinsale. Fue dirigida
por Peter Chelsom y para cerrar
muestro una propaganda de la misma.
Maracaibo, viernes 2 de julio, 2020.
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