martes, 7 de julio de 2020

Más sobre el SARS-coV-2


Más sobre el SARS-coV-2

Según los científicos Yong-Zhen Zhang y Edward C. Holmes, la pandemia de la COVID-19 representala tormenta epidemiológica perfecta”. El protagonista de esta historia parece proceder de murciélagos y es precisamente su evolución la que le ha permitido ser muy contagioso entre las personas.

Holmes y Zhanen en un artículo recientemente publicado en “Cell” (A Genomic Perspective on the Origin and Emergence of SARS-CoV-2. Cell 181(2) ·March 2020), demuestran que el genoma del SARS-CoV-2 y su historial de mutaciones, lejos de indicar que este procede de un laboratorio, como ha sostenido alguna teoría, sus análisis han permitido mostrar que el SARS-CoV-2 es similar a los coronavirus que infectan a murciélagos y pangolines, lo que lleva a sospechar que proceda de los primeros y que los segundos puedan ser hospedadores intermedios.

La acumulación de mutaciones detectada, implica, según escriben Edward C. Holmes y Yong-Zhen Zhang del Shanghai Public Health Clinical Center and School of Life Science Fudan University, en Shanghai, China y del Marie Bashir Institute for Infectious Diseases and Biosecurity, School of Life and Environmental Sciences and School of Medical Sciences, The University of Sydney, en Sydney, Australia, que la actual pandemia se gestó durante décadas en varios animales sin que la detectáramos. Otra posibilidad que no se puede descartar es que el virus evolucionase hasta su versión actual transmitiéndose durante años entre personas, sin que lo detectáramos hasta diciembre de 2019.  

«Un virus es en realidad una nube de mutantes», explica Ignacio López-Goñi, catedrático de Micriobología de la Universidad de Navarra y autor de Microbioblog:. Si bien es cierto que los virus tienen una capacidad incomparable de acumular mutaciones, hacen falta años para que estas mutaciones afecten a rasgos importantes de los virus.Tanto que se habla de cuasiespecies víricas, en vez de especies, para hablar de una población que comparte una secuencia consenso pero formada por distintos mutantes».  

El virólogo Nathan D. Grubaugh, investigador en la Escuela de Medicina de Yale (EUA), publicó en febrero en la revistaNature Microbiologyun artículo tituladoNo deberíamos preocuparnos cuando un virus muta en una epidemia”, donde también analiza el tema de las mutaciones. Muchos de los rasgos de los virus, como el modo de transmisión, dependen de múltiples genes, así que es más improbable que cambios puntuales tengan un efecto beneficioso. Para que aparezcan ventajas hace falta que acumulen numerosas mutaciones y, por eso,es raro ver virus que han cambiado en tiempos evolutivos cortos a pesar de tener altas tasas de mutación”,  según explicó Nathan D. Grubaugh.

José Antonio López Guerrero, virólogo y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, señalaba que: “Con el tiempo, los virus tienden adaptarse al hospedador y van perdiendo virulencia, porque no les interesa destruir a su hospedador. Así pasó con el virus de la gripe española o con la gripe del 2009”.  En un estudio subido recientemente al servidor  medRxiv él concluía que lo más probable es que el virus pierda severidad y se convierta en un patógeno estacional, recurrente cada invierno.                                                                      Fuente: Gonzalo López Sánchez ABC.Madrid:30/03/2020.
Maracaibo, martes 7 de julio, 2020

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