Las Lupercales

Las Lupercales

En el monólogo-discurso que William Shakespeare escribiera para su drama teatral “Julio César”, Marco Antonio se dirige al pueblo irritado que clamaba ante el cadáver de César y les diría… “Todos me visteis en Las Lupercales ofrecerle tres veces real corona que el tres veces rechazó; ¿era esto ambición?”... ¿Qué eran las Lupercales?

Se dice que Las Lupercales era una fiesta pagana ofrecida en honor a los enamorados, sin embargo se afirma también que era, lo que ahora algunos han calificado como “un festival de depravación y sexo salvaje”. Las festividades se llevaban a cabo en la Antigua Roma, -supuestamente con el objetivos de lograr que los jóvenes se iniciaran en la sexualidad y perdieran el miedo a las relaciones sexuales-, pero la celebración, se dice era tan bárbara, que a la Iglesia cristiana naciente le sería imposible erradicarla por lo que sería la misma Iglesia la que se vería obligada a sustituirla en el siglo V por el actual día de los enamorados en el mes de febrero.

Valentino era un cristiano del siglo III quien a pesar de la prohibición romana continuó practicando su religión, y sus actos le llevaron a la cárcel. Uno de los guardias le pidió que diese clases a su hija ciega y días más tarde, la niña recuperó la vista y se convirtió al cristianismo. La víspera de la ejecución, Valentino envió una última nota a la niña pidiéndole que se mantuviera en la fe. Al día siguiente, un 14 de febrero, Valentino fue ejecutado. Sus restos se conservan en la Basílica de su mismo nombre, en Terni, donde cada año, el 14 de febrero las parejas que van a casarse celebran un acto en honor del Santo.

Cada 14 de febrero se celebra San Valentin, fecha que también es conocida como el Día de los Enamorados. Cada 14 de febrero, se intercambian dulces, flores y regalos entre seres queridos, todo en nombre de San Valentín. Sin embargo  la historia del Día de San Valentín, está envuelta en el misterio. San Valentino di Terni, es considerado un santo, mártir del cristianismo san Valentino da Terni o san Valentino da Interamna. Hoy, la Iglesia Católica reconoce al menos a tres santos diferentes llamados Valentín o Valentino, todos los cuales fueron martirizados.

 

Aunque no se sabe mucho de san Valentín, algunas tradiciones afirman que era sacerdote en Roma u obispo de Terni-Narni-Amelia, en Umbria. La brevísima vida del santo que se encuentra en la Legenda Aurea de Iacopo da Varazze nos dice tan solo que Valentino fue martirizado junto a la Puerta Flaminia en Roma, bajo el emperador romano Claudio porque no había querido renegar de Cristo. Todo esto antes de ser decapitado, el 14 de febrero del año 273. La Legenda Aurea añade que, devolvió la vista y el oído a la hija de su carcelero. Presumiblemente esto fue lo que le validó el nombre de Valentinus, que significa “el que muestra gran valor.

Parece que Valentino fue castigado por haber casado secretamente a jóvenes parejas de manera que los maridos no tuvieran que ir a la guerra. Era obviamente suficiente para ser considerado enemigo del emperador. El padre John Spratt, era un fraile carmelita, que fue durante años provincial de la Orden Carmelita en Irlanda, era conocido como el “amado pobre de Dublín”, Llegó a Roma desde Dublín el 15 de diciembre de 1835, invitado por los jesuitas a predicar en su iglesia principal, la del Gesù, y como amigo personal del cardenal Weld, consejero del papa Gregorio XVI sobre las cuestiones relativas a Irlanda e Inglaterra, el padre Spratt se hizo inmediatamente conocido en la mayor parte de los círculos romanos. Era profundamente querido por muchas personas, incluso el papa, que le confió las reliquias de san Valentín ya que los restos del santo habían sido descubiertos recientemente, y en aquel entonces su tumba estaba siendo restaurada. Spratt se llevó el relicario que contenía el cuerpo de san Valentín y un pequeño recipiente con su sangre a la iglesia carmelita de Whitefriar Street, en Dublín, donde se puede visitar aún hoy. En el relicario hay solo algunos restos del santo (y el recipiente), recogidos en una pequeña caja sellada con cera, con una cinta de seda roja alrededor. La caja, explica AtlasObscura, fue colocada en un pequeño cofre, que se abre de vez en cuando para verificar su contenido.

Para entender un poco mejor todo este asunto, si viajamos a Terni, la ciudad italiana de san Valentín y hablamos con Arnaldo Casali, autor de Valentín, “Valentino, Il segreto del santo innamorato” (www.daliaedizioni.it) podremos visitar la célebre basílica donde está el santo. Arnaldo Casali (Terni, 1975) es licenciado en Historia Medieval por la Universidad La Sapienza de Roma, es colaborador con el Consejo Pontificio para la Familia y director artístico del Festival de Cine “Popoli e Religioni”. Él relata que San Valentín es un santo antiguo, un joven que en el momento de crisis del Imperio Romano reta a la sociedad en muchos niveles.

El motivo por el cual un obispo es conocido mundialmente como el patrono de los enamorados es básicamente porque coincidía su fiesta con las Lupercales, las fiestas romanas dedicadas a la fertilidad, una celebración que el papa Gelasio abolió definitivamente en el 496. Ya en el siglo IV se empezó a construir en Terni la basílica que atrae a enamorados de todo el mundo y donde está enterrado el obispo. El actual edificio es del siglo XVII.

Casali explica que san Valentín también es conocido como san Valentín de Terni o de Intermamma. Este obispo romano fue un joven patricio convertido al cristianismo, que fue consagrado obispo muy joven, y falleció a los 97 años mártir. Nacido en Terni el año 176, fue martirizado en Roma precisamente el 14 de febrero de 273. Fue perseguido por su fama evangelizadora y por haber propiciado matrimonios entre romanos y cristianas. Su martirio está descrito en el Martyrologium Herionymianum y en la Passio Sancti Valentini, donde se explica cómo fue decapitado.

Casali reconoce que…“Pensar en san Valentín durante un tiempo significaba bombones de chocolate, cena y velas, una visión consumista del amor contrapuesta a un anciano obispo que bendecía a los enamorados”. Casali añade: “hoy me viene a la cabeza un joven santo lleno de amor y pasión, y que en tantas ciudades han querido que sea su patrono: de Terni, donde está aquí enterrado, hasta Bussolengo, que está relanzando su figura, pasando por Lublin en Polonia, o Dublín en Irlanda”.

En Terni, las bicicletas de uso público se llaman “valentinas”, y es habitual encontrar cualquier cosa en forma de corazón, de dulces a ropa. Cada domingo antes de la fiesta, decenas de jóvenes que se van a casar en los próximos meses se acercan a la basílica pera una bendición. El santo también es muy popular en otros lugares de Italia. Así Casali explica que en realidad, la asociación entre el Día de San Valentín y la Fiesta de los Enamorados “nos llega por Hamlet en Shakespeare”. Y por una significativa coincidencia: a pocos pasos de Verona, la ciudad de Romeo y Julieta, se encuentra el pueblo de Bussolengo, cuyo patrono es San Valentín.

“La esperanza es que este santo que todos celebran y nadie conoce, llegue un día en que él pueda convertirse en un personaje amado en todo el mundo”. “No es un santo comercial o de Hollywood, no nos lo hemos inventado”. Así, Casali, quien es un enamorado de su ciudad, de Terni, reivindica a su santo como parte de la tradición cristiana europea.

Maracaibo, miércoles 24 de noviembre del año 2021