Algo más sobre el alzheimer
Un equipo de científicos de la Universidad de Cambridge ha descubierto que los procesos que conducen a la enfermedad de Alzheimer se desarrollan de manera muy diferente de lo que se pensaba. Su progresión no comienza en un solo punto del cerebro, sino en múltiples regiones del mismo.
La investigación, fue publicada en Science Advances, e informó que la patología del alzheimer no comienza en un solo punto del cerebro sino que aparece precozmente en varias zonas y mediante la producción de proteínas tóxicas matará a las células presentes en estas áreas, de manera que de la suerte de ellas dependerá la rapidez con la que progrese la enfermedad.
Para ese estudio, usaron muestras cerebrales post mortem de pacientes con alzhéimer e imágenes obtenidas por tomografía por emisión de positrones (PET) de pacientes vivos que padecían, desde deterioro cognitivo leve, hasta alzhéimer diagnosticado. De este modo evaluaron una de las dos proteínas clave involucradas en la enfermedad, las proteínas tau y beta-amiloide que como se sabe que se acumulan en ovillos y en placas -se les conoce como agregados-, y causan la muerte de las células cerebrales.
Los procesos que tienen lugar en el interior del cerebro y conducen al alzhéimer se han definido desde hace ya muchos años con términos como “cascada” o “reacción en cadena” y como consecuencia de estas alteraciones se producirán los síntomas que caracterizan al alzhéimer, con pérdida de la memoria, alteraciones de la personalidad y dificultades para llevar a cabo las tareas cotidianas. Este tipo de demencia afecta a alrededor de 44 millones de personas en el mundo.
Esta enfermedad siempre ha sido difícil de estudiar, porque se desarrolla a lo largo de décadas y el diagnóstico definitivo solo se puede concretar tras examinar muestras de tejido cerebral del paciente una vez que ha fallecido, de tal modo que los estudios sobre la enfermedad han tenido que basarse en su mayor parte en modelos animales. Los resultados obtenidos con ratones sugirieron que la enfermedad se propagaba con rapidez porque los grupos de proteínas tóxicas invadían distintas partes del cerebro.
La nueva investigación, sin embargo, ha utilizado por primera vez datos humanos para analizar los procesos que controlan el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer a lo largo del tiempo y señalando que: “cuando comienza la enfermedad de alzhéimer ya hay agregados en múltiples regiones del cerebro, por lo que tratar de detener la propagación entre regiones hará poco para frenar la enfermedad”. Entonces los investigadores combinaron cinco conjuntos diferentes de datos y los aplicaron al mismo modelo matemático y así observaron que el mecanismo que controla la tasa de progresión del alzhéimer es la replicación de agregados en zonas individuales del cerebro, y no la propagación de agregados de una zona a otra.
Georg Meisl, del Departamento de Química Yusuf Hamied de Cambridge es el primer autor del artículo al que nos estamos refiriendo e indicó que cuando comienza la enfermedad de Alzhéimer ya hay agregados en múltiples regiones del cerebro. “Esta investigación demostró la importancia de trabajar con datos humanos en lugar de modelos animales imperfectos”, ha declarado el profesor Tuomas Knowles, también del Departamento de Química y coautor principal quien señaló como: “Es emocionante ver el progreso en este campo; hace quince años, nosotros y otros determinamos los mecanismos moleculares básicos para sistemas simples en un tubo de ensayo; pero ahora podemos estudiar este proceso a nivel molecular en pacientes reales, que es un paso importante para algún día desarrollar tratamientos”.
David Klenerman, del Instituto de Investigación de Demencia del Reino Unido en la Universidad de Cambridge, advirtió que “Las neuronas son increíblemente efectivas para detener la formación de agregados, pero necesitamos encontrar formas de mejorar aún más si queremos encontrar un tratamiento efectivo”. Los hallazgos también revelaron que la replicación de los agregados de tau es significativamente lenta, y tarda hasta cinco años.
“Es fascinante cómo ha evolucionado la biología para detener la agregación de estas proteínas” señaló el doctor Klenerman, que según han indicado los autores su metodología se podría emplear para contribuir al desarrollo de tratamientos para el alzhéimer al centrarse en los procesos clave que ocurren cuando las personas desarrollan la enfermedad y esta metodología podría aplicarse a otras enfermedades neurodegenerativas, como el párkinson.
Maracaibo, jueves 25 de noviembre del año 2021
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