Un estudio
publicado en la revista Nature hace unos años
(2017) levantó un revuelo al anunciar
el hallazgo de un hueco en el interior de la Gran Pirámide de Guiza,
conocida también como la pirámide de Khufu, donde fue sepultado el faraón
-llamado Keops por
el historiador Herodoto- al final de su reinado, alrededor del año 2483 antes
de Cristo.
Si bien se sabe
con seguridad que existe un hueco, algunos egiptólogos ya hasta han especulado
acerca de cuál pudo ser su propósito y hasta han sugerido que podría dirigir a
alguna cámara superior desconocida, pero otros han señalado que se trata de
una cámara de alivio, un “hueco” destinado a reducir el peso de la
mampostería sobre la Gran Galería.
“Los rayos X no pueden atravesar más que
un metro de roca. Otras técnicas no invasivas, como el láser, tampoco pueden
hacerlo. Así que hasta ahora, todas las tecnologías usadas en la pirámide de
Khufu no habían podido confirmar la existencia de una cámara”, dijo a ABC
Kunihiro Morishima. Los científicos consiguieron echar un vistazo a las
entrañas de la pirámide gracias a una ingeniosa técnica de imagen llamada radiografía de muones, que se probó por
primera vez sobre el terreno en las pirámides de Giza hace más
de 50 años.
La radiografía de
muones se basa en el muón, un tipo
de partícula subatómica muy similar al electrón, con la diferencia de que es
unas 200 veces más masiva y sólo dura unas pocas millonésimas de segundo. A
pesar de su corta vida, los muones llueven constantemente sobre nosotros. Los
objetos cósmicos extremos de la Vía Láctea y de otros lugares producen
constantemente partículas de alta energía que de vez en cuando chocan contra la
Tierra. Cuando estas partículas (llamadas rayos cósmicos) colisionan con
nuestra atmósfera superior, el impacto produce una lluvia de partículas que
incluye muones.
Ahora, los avances tecnológicos han permitido que una técnica conocida
como muografía esté lo
suficientemente madura como para atravesar los muros y desvelar la estructura
interna de la pirámide. “Esto demuestra que la muografía puede tener
un importante papel en Arqueología”, ha explicado Tayoubi. “Ahora
estamos preparados para comprender mejor nuestro patrimonio”.
La
tomografía de muones o muografía es una técnica que
utiliza muones de rayos
cósmicos para generar imágenes
bidimensionales o tridimensionales de volúmenes utilizando información contenida
en la dispersión de Coulomb de
los muones. Dado que los muones penetran mucho más profundamente que los rayos X, la tomografía de muones se puede utilizar
para obtener imágenes a través de materiales mucho más gruesos que la
tomografía basada en rayos X, como la tomografía computarizada.
El flujo de muones en la superficie de la
Tierra existe como una llovizna natural de muones sobre la Tierra y esto no
supone ninguna amenaza. Si estás leyendo esta historia en un teléfono moderno,
10 muones habrán pasado inofensivamente a través de tu pantalla para cuando
termines esta frase. Los muones también tienen las propiedades adecuadas para
ayudar a los científicos que intentan ver a través de estructuras, ya sean
pirámides, monasterios o volcanes. Tienen la fuerza suficiente para atravesar objetos sólidos y también
son fáciles de detectar con películas de emulsión y detectores especiales. Los
muones atraviesan el espacio vacío mucho más fácilmente que los objetos
sólidos.
La llovizna natural de muones
de la Tierra no supone ninguna amenaza. Si estás leyendo esta historia en un
teléfono moderno, 10 muones habrán pasado inofensivamente a través de tu
pantalla para cuando termines esta frase. Los muones también tienen las
propiedades adecuadas para ayudar a los científicos que intentan ver a través
de estructuras, ya sean pirámides, monasterios o volcanes. Tienen la fuerza suficiente para atravesar objetos
sólidos y también son fáciles de detectar con películas de emulsión y
detectores especiales. Los muones atraviesan el espacio vacío mucho más
fácilmente que los objetos sólidos. Por eso, instalando una serie de detectores
de muones en distintos lugares y ángulos dentro de una estructura, los
científicos pueden determinar qué es sólido y qué es un vacío.
Aprovecho para
informar sobre el neutrino (término
que en italiano significa ‘neutrón pequeño’), es una partícula subatómica de tipo fermiónico,
que fue descubierta por Clyde Cowman y Federick
Reines, sin carga y con espín ½.
Al inicio del siglo XXI, después de varios experimentos en las
instalaciones del Observatorio de Neutrinos de Sudbury en Canadá,
y en el Super-Kamiokande en Japón,
se sabe, contrariando al modelo electrodébil, que estas partículas
tienen masa, pero muy pequeña, y que es muy difícil medirla. Hasta 2016, la
cota superior de la masa de los neutrinos es menos de una milmillonésima parte
de la masa de un átomo de hidrógeno. Existe un fenómeno conocido
como oscilación de neutrinos, con la
posibilidad de transformaciones entre los tres tipos de neutrinos existentes,
lo que implica que los neutrinos tienen masa, y eso tiene importantes
consecuencias en el modelo estándar de la física de
partículas. Los neutrinos no se ven afectados por la fuerza electromagnética ni la nuclear fuerte, pero sí por la fuerza nuclear débil y por la gravitatoria.
Por todas estas
cosas, instalando una serie de detectores de muones en distintos lugares y
ángulos dentro de una estructura, los científicos pueden determinar qué es
sólido y qué es un vacío. La tecnología moderna ha revelado que las pirámides también
contienen vacíos ocultos. La arqueóloga Kate Spence dijo a National Geographic en 2017, y el
arqueólogo Mark Lehner declaró al New York Times, que la
investigación ha demostrado que los egipcios probablemente construyeron huecos
en las pirámides para aliviar la presión y mantenerlas estructuralmente
sólidas.
En esta ocasión, los
investigadores han encontrado una gran cámara que podría esconder interesantes
secretos o no ser más que un alivio estructural para la Gran Galería. El hallazgo sigue siendo relevante porque se ha
producido en la Gran Pirámide de Keops, la mayor y más conocida de todas las
egipcias, y en segundo lugar porque ha sido fruto del intenso trabajo
interdisciplinar de varias instituciones punteras. Gracias a su labor, ahora la
tecnología puede atravesar los más gruesos muros de los yacimientos en busca de
rincones ocultos a ambos lados del río Nilo donde se esconden todavía cerca del
60% del patrimonio faraónico.
Maracaibo, sábado 11 de enero del
año 2025
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