Miguel López de Legazpi (1502-1572)
fue un marino español
apodado “el Adelantado”
y “el Viejo”, quien llegó al grado de almirante
y fue el primer gobernador de la Capitanía General de las Filipinas,
fundador de las ciudades de Cebú en
1565 y Manila en 1571. Miguel López de Legazpi nació en la localidad guipuzcoana de Zumárraga, actualmente en el País
Vasco, España. Existen dudas sobre el año de nacimiento (1502,
1503, 1504, 1505 o incluso en 1510), y murió en Manila, siendo entonces Capitanía General de las Filipinas, parte del Imperio español, actualmente Filipinas, el
20 de agosto de 1572.
Hidalgo de la pequeña nobleza
guipuzcoana, fue el segundo hijo de Juan Martínez López
de Legazpi y Elvira de Gurruchategui.
Su casa natal se conserva en Zumárraga. Su padre había luchado en Italia y en Navarra con
las tropas de la corona de Castilla. Legazpi
realizó estudios de letrado y fue concejal en el Ayuntamiento de Zumárraga en
1526, y luego fue escribano en la alcaldía mayor de Areria (Guipúzcoa),
que ocupó a la muerte de su padre. El virrey de México, Luis de Velasco, lo
define en una de sus cartas como hijohidalgo notorio de la casa de Lazcano..
En 1545 se trasladó a Nueva España, donde vivió durante veinte
años. Ocupó diversos cargos en la administración del virreinato de Nueva España; fue escribano mayor en
1551 y alcalde mayor de la Ciudad de
México en 1559. Antes había trabajado en la Casa de la Moneda en puestos de
responsabilidad. Se casó con Isabel Garcés, hermana del obispo de Tlaxcala Julián Garcés, y de dicha unión nacieron
nueve hijos (cuatro varones y cinco mujeres).
De 1528 a 1564 vivió en la Nueva
España realizando diversos negocios a la par de que era funcionario del
virreinato, lo que le permitió amasar una importante fortuna. Felipe II determinó que
había que explorar la ruta desde Nueva España a las islas Molucas y encargó la
expedición de dos naves a Luis de Velasco,
segundo virrey de Nueva España, y al fraile agustino Andrés de Urdaneta, que era familiar
de López de Legazpi, y quien ya había viajado por esos mares.
Las Filipinas, habían sido
descubiertas en el primer viaje alrededor del mundo que realizaron Magallanes y Elcano (https://tinyurl.com/5ehzv897),
caían dentro de la demarcación portuguesa según
el Tratado de Tordesillas de
1494, pero aun así Felipe II quería rescatar a los supervivientes de la
expedición anterior de Villalobos (1542-1544),
que fue quien bautizó al archipiélago con el nombre de Filipinas en
honor al, entonces príncipe, Felipe, el próximo rey Felipe II.
En 1564 López de Legazpi, ya viudo,
fue puesto al mando de la expedición a propuesta de Urdaneta, siendo nombrado
por el rey “Almirante, General y Gobernador de todas las tierras que
conquistase”, aun cuando no era marino. La expedición la componían cinco
embarcaciones y Urdaneta participaba en ella como piloto. Legazpi vendió todos
los bienes, a excepción de la casa de México, para hacer frente a la expedición.
Con cinco naves y unos 350 hombres, la expedición que encabezaba López de
Legazpi partió del puerto de Barra
de Navidad, Jalisco,
el 21 de noviembre de 1564 después de que el 19 de noviembre se bendijeran la
bandera y los estandartes.
La expedición atravesó el Pacífico
en 93 días y pasó por el archipiélago de las Marianas.
El 22 de enero desembarcaron en la isla de Guam,
conocida por isla de los Ladrones, que identificaban por el tipo de
velamen de sus embarcaciones y canoas a los que ven. Legazpi compra alimentos a
los nativos y toma posesión de la isla para la Corona española. El 5 de febrero
zarpan rumbo hacia las llamadas Islas de Poniente, las Filipinas y el día
15 tocan tierra en la isla de Samar,
donde el alférez mayor, Andrés de Ibarra,
tomó posesión de la isla previo acuerdo con el dirigente local. El 20 del mismo
mes se hacen de nuevo a la mar y llegan a Leyte,
en donde Legazpi levanta el acta de rigor de toma de posesión, aún con la
hostilidad de sus habitantes. El 5 de marzo llegan al puerto de Carvallán. La búsqueda de
nuevas bases hizo que se fuesen extendiendo los dominios españoles en las
diferentes islas, llegando a dominar gran parte del archipiélago, a excepción
de Mindanao y de las islas de Sulú.
En una reunión deciden establecer
un campamento para pasar el invierno en la isla
de Cebú, toparon con los recelos del gobernador local,
el Rajah Tupas, hijo del que
años antes había liquidado a 30 hombres de la expedición de Magallanes en un
banquete trampa. Tupas mandó a una fuerza de 2500 hombres contra las naves de
los españoles. Después de la batalla, Legazpi volvió a intentar acordar su
establecimiento pacífico y de nuevo fue rechazado.
Las tropas españolas desembarcaron al mando de Goiti y Juan de la Isla. Los navíos dispararon sus cañones contra el poblado, destruyendo algunas casas y haciendo huir a los habitantes. Legazpi iniciaría los trabajos del fuerte, que con el trazado del mismo el 8 de mayo. El rey Tupas acompañado por Tamuñán se presentó a Legazpi, quien los recibió en su barco La Capitana, para acordar la paz. El juramento de sangre, consistió en que el gobernador se sangró el pecho en una taza y lo mismo el Tupas y Tamuñán, y la sangre de todos tres se revolvió con un poco de vino, el cual se echó en tres vasos y lo bebieron todos los tres.
Legazpi enviaría a su nieto Felipe
de Salcedo de vuelta a Nueva España y llevo de cosmógrafo a Urdaneta, que informó del
descubrimiento de la ruta de navegación por el norte del Pacífico hacia el este y se opuso a su
conquista al caer dentro de los dominios asignados a los portugueses que
mandaron una escuadra a la conquista de la recién fundada Villa de San Miguel,
pero fue rechazada en dos ocasiones, en 1568 y 1569. Como respuesta a la
expulsión española de las Molucas,
Felipe II decidió mantener el control sobre las Filipinas. Para ello nombró a
Legazpi gobernador y capitán general de Filipinas y envió tropas de refuerzo.
En 1567, 2100 españoles, llegaron a
Cebú por órdenes del rey. Fundaron una ciudad y construyen el puerto de Fortaleza de San Pedro,
que se convirtió en su puesto avanzado para el comercio con Nueva España y la
protección contra rebeliones nativas hostiles y los ataques de los portugueses,
que fueron definitivamente rechazados. Las nuevas posesiones fueron organizadas
bajo el nombre de islas Filipinas.
Legazpi destacó como administrador de los nuevos dominios, en donde
introdujo las encomiendas, tal
como se hacía en América, y activó el comercio con los países vecinos, en
especial con China, para lo que aprovechó la
colonia de comerciantes chinos establecidos en Luzón desde antes de su llegada. La cuestión
religiosa quedó en manos de los Agustinos dirigidos por fray Andrés de Urdaneta.
Después de proclamar a Manila
capital del archipiélago de las Filipinas y de los dominios españoles del
Lejano Oriente, López de Legazpi trasladó allí su residencia. Permaneció en
Manila hasta su muerte el 20 de agosto de 1572. Miguel López de Legazpi falleció
de un ataque cerebrovascular y
en una situación económica precaria, sin saber que el rey Felipe II había
firmado una Real Cédula por la que le nombraba Gobernador vitalicio y
Capitán General de Filipinas y le destinaba una paga de 2000 ducados.
Fue enterrado en la iglesia de San Agustín, Intramuros, en Manila. Este articulo va en
honor a Eduardo Blasco Olaetxea, quien lucha en una UCI por seguir luchando por
la vida mientras esperamos logre vencer.
Maracaibo, martes
28 de enero del año 2025
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