Gracias a los recientes avances en informática, la inteligencia
artificial (IA) se está convirtiendo en una parte integral de la atención
médica moderna. Los algoritmos y otras aplicaciones impulsadas por IA se
emplean para apoyar a los profesionales médicos en entornos clínicos y en
investigaciones en curso.
Actualmente, las funciones más comunes de la IA en
entornos médicos le dan apoyo a las decisiones clínicas y el análisis de
imágenes. Las herramientas de apoyo a la toma de decisiones clínicas ayudan a
los proveedores a tomar decisiones sobre tratamientos, medicamentos, salud
mental y otras necesidades de los pacientes al proporcionarles un acceso rápido
con información relevante para ellos. En imágenes médicas, las herramientas de
IA se emplean para analizar tomografías computarizadas, radiografías,
resonancias magnéticas y otras imágenes en busca de lesiones u otros hallazgos
que un radiólogo humano podría pasar por alto.
La investigación y los resultados de estas pruebas
aún se están recopilando, y aún se están definiendo los estándares generales
para el uso de la IA en medicina. Sin embargo, las oportunidades para que la IA
beneficie a los médicos, los investigadores y los pacientes a los que atienden
aumentan constantemente y en este punto, no hay duda de que la IA se convertirá
en una parte central de los sistemas de salud digitales que dan forma y apoyan
la medicina moderna.
La IA es
una promesa de futuro para tratamientos, diagnósticos y hasta para el
trato con los pacientes. Marina Díaz, presidenta de la Sociedad Española de
Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM), señaló que ellos todavía no utilizan la IA
generativa porque carecen de marcadores biológicos. “Seguimos basándonos en la práctica clínica”, explicó. “Si tuviéramos datos precisos, nos ayudarían
a hacer un seguimiento a los pacientes o analizar la lingüística; esto es muy
importante, porque contribuye a predecir
riesgos grandes como los suicidios”, añadió.
Víctor
Maojo es catedrático de inteligencia artificial y director del Grupo de
Informática Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid, ya trabajaba con
esta tecnología en los noventa y considera que todavía encuentra numerosas
fragilidades. “Existen multitud de
incertidumbres, los datos tienen muchos errores y sesgos. Y los médicos tampoco
poseen formación en este campo. Supone correr muchos riesgos”.
De acuerdo con un estudio internacional publicado
por el grupo The Lancet, y liderado por
un grupo asistencial español, la inteligencia artificial (IA) transformará la práctica de la anatomía patológica en los
próximos años. En un contexto como el actual, caracterizado por un incremento
sostenido del gasto sanitario, el aumento constante en la demanda de pruebas
diagnósticas, escasez de especialistas y listas de espera congestionadas, no
pocas voces han puesto sus esperanzas en la tecnología como uno de los
elementos clave para alcanzar la sostenibilidad de los sistemas de salud. El servicio de Anatomía
Patológica del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz
conocido hospital madrileño ha puesto en marcha un ambicioso proyecto de
digitalización en red de su servicio de Anatomía Patológica y los de los hospitales
universitarios Rey Juan Carlos (Móstoles) e Infanta Elena (Valdemoro)
y General de Villalba. Los cuatro
centros generan una media de 200.000 muestras patológicas cada año
correspondiente a unos 100.000 pacientes, cifras estas que dan una idea del
alcance y complejidad del proyecto, pero también de los enormes avances
diagnósticos que permitirá la gestión integrada de tantos gigas de información
digital con ayuda de la inteligencia artificial.
Philips IntelliSite
Pathology es una de las tecnologías elegida para el proceso
de convertir decenas de miles de tejidos en ficheros digitales de alta
resolución que, además, están constituyéndose en una base de datos agregada en
cuatro grandes centros de imagen digital españoles en un entorno virtual. El
nuevo procesamiento de las muestras facilita además la necesaria colaboración
entre patólogos, clínicos, expertos en tecnologías de la información e
instituciones científicas.
La
publicación en BioMedicine, del
prestigioso grupo editorial The Lancet, se hace eco este mes de un
estudio internacional, liderado desde España, destinado a arrojar luz sobre el
futuro de la inteligencia artificial en la Anatomía
Patológica (AP). La Anatomía
Patológica es una especialidad médica esencial para establecer el diagnóstico y
estadío de muchas enfermedades, entre ellas muchas enfermedades oncológicas,
por lo que es fundamental para establecer un tratamiento adecuado.
El
estudio “Computational pathology in 2030: a Delphi study forecasting the role
of AI in pathology within the next decade” ha estado liderado por
el Dr. Álvaro Berbís, con
el propósito de predecir cuál va a ser, a medio plazo, el impacto de la IA en
una especialidad médica como es la AP,
ofreciendo una visión detallada de cómo va a ser esta especialidad a finales de
esta década.
Para el
desarrollo de dicho estudio, el Dr. Berbís ha capitaneado un panel
internacional de 24 anatomopatólogos expertos en patología digital y
computacional, procedentes de 11 países. Algunos de estos expertos pertenecen a
prestigiosas instituciones como Mayo Clinic, Harvard Medical School,
Massachusetts General Hospital, Yale University o Stanford, entre otras. El
estudio ha empleado el método Delphi para generar consenso
entre los 24 expertos sobre el grado de penetración e impacto que la IA va tener en esta especialidad, con
un horizonte temporal fijado en el año 2030.
Tras tres rondas de consultas, los expertos alcanzaron una visión de consenso
en hasta 141 aspectos relacionados con el uso de la IA en anatomía patológica.
De acuerdo con esta visión de consenso, los expertos anticipan que la transformación
de la AP va a ser muy profunda.
Se prevé que, un gran número de herramientas basadas en IA serán utilizadas de forma rutinaria en los servicios de anatomía patológica a nivel mundial, e incluso que muchas de estas herramientas sustituirán totalmente a los patólogos, automatizando gran cantidad de tareas que hoy en día se realizan sólo de forma manual. Fruto de esta transformación, se prevé que la dinámica laboral en los servicios de AP evolucione con la aparición de nuevas sub especializaciones dentro de los patólogos, con el incremento de la participación de los patólogos en otras tareas como la investigación o los comités multidisciplinares, o la adopción de nuevas competencias por parte de los técnicos de AP.
Gracias a esta transformación, se prevén enormes beneficios para los
pacientes. De esta forma, se espera que la IA
permita establecer diagnósticos más precisos, cuantitativos y objetivos,
disminuyendo la variabilidad interobservador y aumentando la detección de
eventos como pequeñas metástasis. También se espera que los informes de
anatomía patológica sean más completos y de mayor calidad.
Todos estos estudios destacan los desafíos prácticos, éticos y legales
que deben abordarse antes de la implementación clínica exitosa de la IA en los servicios de anatomía
patológica, algo que, no obstante, se da por sentado ocurrirá ya de forma
generalizada en esta misma década.
Maracaibo, el
sábado 18 de enero del año 2025
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