En 2023
al hablar nuevamente (https://tinyurl.com/5n6ud7sv)
de Rosalind Franklin para recordarla considerándola “la
heroína del ADN”, mencionamos con toda propiedad a Linus Pauling, como el químico más sobresaliente
de aquel país, quien fuera el verdadero descubridor de la estructura del ADN y
quien ya había sido en el año 2016 mencionado (https://tinyurl.com/33e2rak3), en este blog lapesteloca mientras que la
historia de Rosalind Franklin (https://tinyurl.com/3kr3y54b) la relatamos
desde el año 2017. Hoy en 2025, traemos de nuevo a estas dos personas cuyo
aporte a la ciencia ha sido siempre desatendido.
Desde
hace muchos años creo en la eficaz ayuda de la vitamina C para prevenir
resfriados, por lo que soy admirador de Linus Pauling el científico norteamericano
que promocionó esta teoría, pero también como decíamos antes, Pauling, del Instituto Tecnológico de California, no tenía rival en la
tarea de determinar la arquitectura de moléculas ya que había sido un
adelantado en el campo de la cristalografía de rayos X, técnica que resultaría
crucial para atisbar el corazón del ADN, hasta que acabó
convenciéndose de que la estructura era una hélice triple, no una doble, aunque
nunca logró llegar a dar del todo con el procedimiento adecuado.
En 1917, Pauling ingresó a la Universidad Agrícola de Oregón, y en el transcurso de sus dos últimos años estudió el trabajo de Lewis y Langmuir sobre la configuración electrónica de los átomos, así como de la forma en que éstos se enlazaban para formar moléculas. Pauling prosiguió sus estudios, haciendo el posgrado en el California Institute of Technology (Caltech) en Pasadena y durante sus tres años en Caltech, publicó siete artículos sobre la estructura cristalina de los minerales por los que recibió el doctorado summa cum laude en 1925.
En 1930, Pauling
estando aquel verano en Europa, vio la posibilidad de utilizar a los electrones
para los estudios de difracción. A su regreso, construyó un aparato de
difracción electrónica, auxiliado por su estudiante L.O. Brockway, y en 1931,
Pauling recibió el Premio Langmuir, otorgado por la American Chemical Society,
por el trabajo científico más significativo, realizado por un investigador
menor de treinta años. En el Caltech, Pauling desarrolló una gran amistad con
Robert Oppenheimer, quien trabajaba en la Universidad de California en
Berkeley. Oppenheimer y Pauling planearon trabajar juntos en la investigación
de los enlaces químicos, donde Oppenheimer efectuaría los cálculos matemáticos
y Pauling interpretaría los resultados. Oppenheimer le propondría a Pauling ser
el jefe de química del Proyecto Manhattan, pero Pauling rechazó la propuesta,
argumentando que él era pacifista.
En 1930, Pauling estando el
verano en Europa vio la posibilidad de utilizar a los electrones para los
estudios de difracción. A su regreso, construyó un aparato de difracción
electrónica, auxiliado por su estudiante L.O. Brockway. En 1931, Pauling recibió
el Premio Langmuir, otorgado por la American Chemical Society, por el trabajo
científico más significativo, realizado por un investigador menor de treinta
años. En 1932 Pauling publicó el que es considerado su artículo más importante,
desarrollando el novedoso concepto de hibridación de los orbitales atómicos, y
realizaría un análisis del carácter tetravalente del carbono.
Pauling había ganado la carrera por
descubrir la hélice alfa y cuando en los Laboratorios Cavendish se supo que
Pauling trabajaba con los modelos moleculares de la estructura del ADN, se
autorizó a James Watson y Francis Crick a proponer un modelo estructural de la
molécula de ADN, utilizando material no publicado, de los investigadores
Maurice Wilkins y Rosalind Elsie Franklin del King's College. Pauling enfrentó
la imposibilidad de consultar las fotografías, de alta calidad, de difracción
del ADN que Franklin había tomado. Cuando Pauling fue a verlas durante un
congreso en Inglaterra, pero su pasaporte fue retenido por el Departamento de
Estado de los Estados Unidos, por sospechas de que Pauling tenía simpatías por
el comunismo.
Ellos supusieron (correctamente,
como se demostraría) que, si se podía determinar la forma de la molécula de
ADN, se podría ver cómo hacía lo que hacía. Como Watson comentaría alegremente,
«yo albergaba la esperanza de poder resolver lo del gen sin tener que aprender
química». Aunque a Crick y a Watson se les atribuye en las versiones populares
casi todo el mérito de haber aclarado el misterio del ADN, su descubrimiento
tuvo como base crucial el trabajo experimental de sus rivales> que
obtuvieron sus resultados «fortuitamente», según la historiadora Lisa Jardine.
Muy por delante de ellos, al menos al principio, se encontraban dos académicos
del Colegio King de Londres, Wilkins y Franklin.
Wilkins, oriundo de Nueva
Zelanda, era un personaje retraído, y Rosalind Franklin era el
personaje más enigmático de todos ellos. Watson, admitía que “no era fea y
podría haber sido bastante sensacional si se hubiese tomado un mínimo de
interés por la ropa”, pero en esto frustraba todas sus expectativas. Nunca
usaba ni siquiera barra de labios, comentaba asombrado, mientras que su sentido
del atuendo “mostraba toda la imaginación de las adolescentes inglesas que se
las dan de intelectuales”. Sin embargo, tenía las mejores imágenes que existían
de la posible estructura del ADN, conseguidas por medio de la cristalografía de
rayos X, la técnica perfeccionada por Linus Pauling. La cristalografía se había
utilizado con éxito para cartografiar átomos en cristales, pero las moléculas
de ADN eran un asunto mucho más peliagudo. Sólo Franklin estaba consiguiendo
buenos resultados del proceso, pero, para constante irritación de Wilkins, se
negaba a compartir sus descubrimientos.
En el verano de 1952, Rosalind colocó
una nota burlona en el departamento de física del Colegio King que decía: “Tenemos
que comunicarles, con gran pesar, la muerte, el viernes 18 de julio de 1951, de
la hélice del ADN... Se espera que el doctor M. H. F. Wilkíns diga unas
palabras en memoria de la hélice difunta”. El resultado de todo esto
fue que, en enero de 1953 Wílkins mostró a Watson las imágenes de Franklin… “Al
parecer, sin que ella lo supiese ni lo consintiese”. Watson y
Crick, armados con el conocimiento de la forma básica de la molécula de ADN y
algunos elementos importantes de sus dimensiones, redoblaron sus esfuerzos.
Pauling se disponía a viajar a Inglaterra para
asistir a una conferencia, en la que se habría encontrado con toda probabilidad
con Wilkins y se habría informado lo suficiente para corregir los errores
conceptuales que le habían inducido a seguir una vía errónea de investigación.
Era “la era McCarthy”, y Pauling fue detenido en el aeropuerto, en Nueva York.
Le confiscaron el pasaporte, para no permitirle viajar al extranjero. Crick y
Watson tuvieron, la buena suerte de que el hijo de Pauling estaba trabajando en
el Laboratorio Cavendish y les mantuviese inocentemente bien informados de
cualquier acontecimiento. Watson y Crick, se enfrentaban a la posibilidad de
que se les adelantasen en cualquier momento, y se concentraron febrilmente en
el problema. Sabían qué el ADN tenía cuatro componentes químicos (adenina,
guanina, citosina y tiamina) y que esos se emparejaban de formas determinadas,
así que, jugando con piezas de cartón cortadas según la forma de las moléculas,
Watson y Crick consiguieron determinar cómo encajaban las piezas.
A partir de ahí construyeron un
modelo que consistía en placas metálicas atornilladas en una espiral, e
invitaron a Wilkins, a Rosalind Franklin a echarle un vistazo. Era sin duda un
ejemplo de trabajo detectivesco, con o sin la ayuda de la imagen de Franklin.
La edición del 25 de abril de Nature incluía un
artículo de 900 palabras de Watson y Crick, titulado “Una estructura
para el ácido desoxirribonucleico”, acompañado de artículos
independientes de Wilkins y Franklin. Rosalind Franklin no compartió el premio
Nobel. Murió de cáncer de ovarios con sólo treinta y siete años, en 1958,
cuatro años antes de que se otorgara el galardón y es casi seguro que el cáncer
se debió a una exposición crónica excesiva a los rayos X en su trabajo.
Mañana terminaremos de hablar sobre Linus Paulig, la vitamina C y de sus
esfuerzos como pacifista..
Maracaibo, el lunes13 de enero del año 2025
No hay comentarios:
Publicar un comentario