jueves, 23 de enero de 2025

En democracia…


Este en un soliloquio, y decidí plasmarlo aquí en papel (*) with minimal chages, es parte de la novela LaPesteLoca (Maracaibo, 1997). Realmente mis lectores pensarán que me ha dado por “remover escombros” pues eso pareciera deducirse de mi decidida actual aportación escrita “a  estas alturas”, con muestras de la vida misma en tiempos de democracia con el partido del pueblo gobernando…

 

Once upon a time, eran los años finales del gobierno democrático del doctor Lusinchi… Eran tiempos de bonanza aquellos, y además existía una paloma blanca que facilitaba las acciones para acceder a las bondades del rey, o sea, del ciudadano señor y doctor, del Presidente…


Blanca paloma, cuatromilmillones y medio de bolívares y el Ministerio de Sanidad no pudo decirle a la Contraloría que se habían hecho, dónde estaban, o sea, ¡quien se había birlado ese pocotecobres! ¡Se esfumaron, se volatilizaron, se los peinaron! …Palco, del teatro en primera fila, y se fueron pa allá …

 

Nadie respondió. Pero la peladera estaba en su punto, en hospitales y ambulatorios, medicinas: no hay, ¿gasa?, ¿algodón?: no hay. ¿Mercuriocromo y yeso?: no hay, ¿y eso?, tampoco deeso hay... Los centavos se van rasniando, unos se los llevan a Nueva York, otros con más fru fru se van a Suiza, camino de los bancos del exterior, todo el dinero del país se está escapando.

 

Misia Carmela en un platicoepeltre me había puesto mi cuarticoemajarete, lo recuerdo porque estaba parrelamerse, como si en vez de coco le hubieran rallado ambrosía, y yo me conseguí mi piazoecanela, cuando Doña Luisa entonces vino y nos echó el cuento de misia Carmela, la que mascatabaco y no tenía muelas. Yo la recuerdo bien, con aquel pañolón en la tumusa, raspando el coco, sacándole la leche para el mojitoecurvina y en la cascarita, la veía ir metiendo el asunto para que queden los huevos chimbos como para chuparse los dedos, y doña Luisa sin pararle a la pájara pinta, que paradita en el verde limón, se bajaba de la mata pal solar y se metía con el paujil todo el santodía, y después se quedaba sentada, tranquila, como si nada, agachada, echada, la pájara pinta bajo el limonero.

 

Recuerdo la figura gordota de Carmela a horcajadas, ¿empollando sería?, me voy a Miami, quizás diría después, pero ahora; en cuclillas estaba, era todo tan fácil, vos véis y orinita vengo. ¡Eso nos dijo! Así la recuerdo y nosotros nos quedamos pensando, que ¿cómo sería eso de que se fue a miarbolito?

 

De la noche a la mañana las cosas se han transformado. Si es por dolor de muelas vos sabéis, en vez de empegostarte de yodoformo o de yodex como cuando te dieron las paperas, te vais pa Jiuston, solo los que pueden como vos después del viernes popular aquel, se dan ese lujo, pero para algo se es político, o banquero, hijoeputivo, o hasta gerente, ¡socio pues!, ¿no? ¡Sucio no!, socio…

 

¿Vos cuanto sacaste cuando el peo? Porque ya supe que lo que sois vos, te la mantenéis en Orlando, ¡disfrutando con Mickey Mouse! Vos de inocente no tenéis un pelo, y ¡es ahora cuando me venís con la preguntadera! ¡Yo que sé de esa jaiba chico! El friday, el fritey me decía él y yo pensando que era una lavativa relacionada con la fritanga, yo dizque, ¿vos te referís al viernes deportivo?, ¿o al friday aquel?, ¿el del gobierno pasado? ¡No bicho! Nosotros sacamos el rial que juega marullo, acordate, vos sabéis que no somos gafos, por eso estamos okey.

 

Si es cólico, te podéis ir a Nueva York. ¿A pesar del maricaje con la vaina de las locas? ¿La peste? ¡Ogay! La receta dice madera y clavos en cantidad suficiente… Una urnita y pal degredo si te decides. Mano a esa ulbe neuyolkina van los altistas, y van a vel el tiatro, los museos, las exposiciones, es cultural, es, ¡qué sé yo!, chévere, van las delegaciones, los jailosos y unos cuantos políticos que hace oquito eran unos pelabolas, pero tú sabes pana, son del rebaño de los nuevos ricachones venezolanos, felices, van los amigos y familiares de Alí Babá.

 

¡Métete al sogüey broder es burda de bien! ¡Pero concretá coñito que andáis disvariando! Es que en la Casa del Partido me dijeron que hablara con ella, con la torcaza, que le tocara el punto a la paloma del Esculapito, que le echara una consultadita. ¡Ajá!, ¿Y yo no te dije que te cuidaras? Que no salgáis con partidos. Es que el partido le dio su apoyo al reyecito, por lo de la palomita… ¿Véis? ¡Después del alboroto de la Universidad y ni te cuento lo de Mérida y hasta en Maracaibo! El pueblo en la calle, protestando, por el hambre y las necesidades que están pasando y el gobierno dándole plan y gases lagrimógenos y perdigones a todo el mundo y llamándolos ultrosos, narcoestudiantes, desestabilizadores, conspiradores y otros adjetivos calificativos de esos que vos sabéis.

 

Entretanto los sindicalistas, con el gorogoro del pueblo hambreado andaban recorriendo las calles, y dijeron rápidamente, nosotros también nos queremos chequear con la blanca paloma, ¿Hacerse un chequeíto? ¿Desean un chequecito? ¡Pues de bola! A ellos más que a nadie les cabía derecho. Hay muchos que andan volando bajo, aleteando, sospechosos… ¿Funcionarán con un polvito?, y blanco, como si fuese del partido. ¿El de la palomita? Cucurrucucú, ¿Un polvito blanco? ¡Son marisqueados! Pero son de gentil plumaje, parecen estar en algo de narcolavado, cucurrucú, ¡bad milk!, pero vos, decime... ¿Vos conocéis algo más blanco y en polvo que la leche?

 

A pesar de todo esto y de lo otro, muy a pesar del jaibero que se les veía venir encima, había mucha gente arbolaria que no hacía más que decir ¡Béntica, la pájara pinta va a pelar gajo! Siempre con el mismo asunto del señor Monroe, si, el de “la doctrina” que no estoy muy seguro si era primo de la catira aquella, vos sabéis a la que se le levantó la falda cuando el viento, en la piquiña del séptimo sello apocalíptico, que era el mismo año cuando todo el mundo andaba tocándole a Raschmaninoff… ¿Sergei es como llamabas vos al pana? Mirá y decime… ¿Que le tocaban? ¡Bersia! ¡Interpretándolo chico! Bueno, bueno…

 

Chico, figurate vos que el señor Monroe escribió su doctrina en una hoja de parra, creo que se la quitó a su prima cuando estaba posando para el almanaquito aquel, rebuenaza que se veía, ella, no se veía ella misma porque era miope, pero el caso es que en la propaganda que repartían con el calendario, el horóscopo, la carta astral y toaesamolleja, era en letra chiquita, la que estaba en la parte de abajo, en la inferior, a la del almanaquito me refiero… ¿Véis? Con lo de las píldoras del doctor Ross y el Tricófero de Barry, allí en un pedazo de pergamino simulado decía "América es para los americanos”.

 

Aunque todos sabíamos que se refería a los gringos, uno leía aquellajaiba y de bola que pensaba en Monroe, porque él se la mantenía con aquella golilla subliminal, maclujiana, el slogan, ¿me comprendéis?, siempre, ¡Marylin y las plantas!, no criatura no las de los pies, las de las que se ven en una pantalla… ¿Sí? Bueno, pues ellas iban repartiendo los eslóganes, untate, bebelo, probalo, rociátelo y el primo de la miope Marylin, gozando un bolón, de Alaska a la Patagonia, y parte de la otra en las Bahamas, la isla Caimán, ¿o era en las Malvainas?, ya ni se. ¿Cómo le quedaría a Simón Antonio y a su combo?

 

El matter no importaba, palante con el entierro. Estar en la onda, ese era el rollo, o sea el bussines, el biyuyero si vos queréis. Lo que es, de cada quien. Por eso era lo de la cuchara y la botijuela y la olla de peltre con su raspadura, se les venían los pedazos con los restos del majarete. ¡Vivianes! La rasparon hasta el serote, ¿el cipote?, no chico ni ciopote ni siruyo, el serote del majarete, se lo sacaron. Calculá vos como sería la arañadera ¿Sabéis que es bien arrecho? Sacarle brillo al peltre. ¡Ve que manteca!

 

En Maracaibo, el jueves 23 de enero (fecha conmemorativa) del año 2025 

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