miércoles, 28 de julio de 2021

Otra vez Cuba!...


Otra vez Cuba!...

 

Después de hablar hace unos días sobre “La Cuba actual”, y de “filosofar” sobre las opiniones de Mires y de Castañeda, nombrar a mis amigos Eduardo Espinoza y Ramón A Faría, amén de leer sus ulteriores comentarios que agradezco, hoy machaconamente, es cierto, regreso al tema de la isla caribeña donde algunos suponen que la palma, aun “se mece gentil”…

 

En este mismo blog lapesteloca y estando residenciado temporalmente en Mississauga, Ontario, el 1 de marzo, del año 2019, me hice la pregunta¿Existirá todavía algún ser pensante, que dude sobre la existencia de un imperialismo cubano? Ahora ya  de regreso y desde hace un par de años en mi Maracaibo, toco otra vez el tema de Cuba por  mi supuesta “dextrogiria”que a JoséEduardo le parece interesante, y que creo no se debe a lucubraciones ni a resabios de mi educación -a.m.d.g-. pues yo sí he vivido y por demás convencido, en las entrañas del monstruo (y parafraseo a Martí, “pa más”…), aunque esté claro que el sujeto de la oración es otro.

 

Dentro de esos “dichos” populares, el de: “el que se excusa, se acusa” es muy cierto, y no quiero defender mi dextrogiria, antes por el contrario, llegan a mi mente muchos buenos momentos con grandes amigos quienes supongo que aun cantarán “inolvidable HoChiMin” y así, sencillamente asumo que en aquellos felices años, cuando convencido y “de buena voluntad”, los vivimos, ellos -friends- puede que no hayan “rectificado” o sencillamente, cambiado de parecer… Supongo que sí “de humanos es errar” también debe ser cierto que “rectificar” debe ser don de humanos. Esto somos, los unos-sin ache-y los otros, hasta ante Atila, el rey…

 

No es necesario pues, haber sido un lector muy acucioso de mi novela “LaPesteLoca” (Maracaibo 1997) para captar la fuerte crítica al sistema presidencialista y corrupto de la partidocracia. Todo aquello que fue escrito viviendo en el “sistema democrático” y desde bastante antes de visitar Cuba el año 1983. (Recomiendo leer igualmente mi novela “Escribir en La Habana”-1998-). Con este comentario, insisto en que: si la bien la búsqueda de otras opciones era lógica, también es por demás obvio que al haber vivido presencialmente el dolor de quien no hubiese querido nunca ver a su país mancillado y pisoteado por una fuerza invasora, y a su pueblo hambreado o arrastrado a prostituirse por dineros para que “lo enchufen” o que lo asciendan a boliburgués, me obliga hoy a insistir que, “cualquier ser pensante” que sepa de historia elemental, o que la sienta y la viva en su propia carne, no puede ser posible renegar de la verdad ante hechos ya padecidos que además, son de todos conocidos.

 

La intervención de Cuba en Venezuela con sus trágicos detalles, es una historia no muy larga, son algo más de 20 años y está asociada a los difuntos Chávez y Fidel. La invasión imperialista a nuestro país por una nación extranjera, ha conllevado la presencia de numerosos militares cubanos, que incluye a generales, coroneles y tenientes coroneles, con capitanes de fragata y otros oficiales de distintas graduaciones, aceptados por quienes dicen dirigir las Fuerzas Armadas del país; triste y bochornoso espectáculo de lo que constituye una evidente traición a la patria. Esto “querido Watson” es muy elemental, y no es queso. 

 

  

También se han descrito miles de soldados de infantería-hasta 9 batallones-uno de ellos acantonado en Fuerte Tiuna, detalles estos, reportados y hasta los señalábamos en este blog en marzo del 2019, según el sitio online “Q’Pasa en Venezuela”, así como los reportajes de la conocida periodista Sebastiana Barráez, especialista en temas sobre las Fuerzas Armadas de Venezuela, añadiendo que hay también fuerzas especiales del MININT, con más de 34.000 médicos y profesionales cubanos de la salud con órdenes de defender la tiranía con las armas y hasta se ha descrito como esos contingentes cubanos del país interventor tienen conexión por cable con el Centro de Operaciones de Valle Picadura en La Habana, al mando del general Leonardo Andollo Valdez y es supervisado por la cúpula militar cubana.

 

Todos sabemos que hay miles de cubanos perfectamente ubicados en puestos claves del Estado, en registros de identificación y prefecturas del Gobierno, en las fuerzas militares y represivas venezolanas y en particular en los servicios de inteligencia y contrainteligencia. La seguridad personal de Maduro está a cargo del MININT. Ya desde abril del 2018, el ex presidente de Colombia, Andrés Pastrana, denunciaría en su cuenta tweeter que había en Venezuela al menos 4.000 guerrilleros de las FARC. Hay también iraníes y fueron bien conocidas las denuncias de que podrían estar enviando uranio a Irán. “Noticias 24” informaba en aquellos días como los yacimientos de uranio venezolanos han sido denunciados por los servicios de inteligencia de Alemania, Francia, Reino Unido, EE.UU, Israel y el Mukabarat jordano. 

 

Hace unos días en el NYTimes (21/07/2021) Yoani Sánchez decía que según ella, la era del imperialismo cubano ya expiró: “El domingo 11 de julio empezó como otro día cualquiera de verano en esta isla: en ese momento ya en Palma Soriano, en Santiago de Cuba, había protestas; cientos de vecinos tomaban las plazas de Cárdenas, en Matanzas y grupos de jóvenes se acercaban al Capitolio en La Habana. Muchos de quienes pedían allí la renuncia de Díaz-Canel y el fin de la dictadura nacieron después del Maleconazo o eran unos niños sin memoria de aquella revuelta”…Así continuó Yoani Sánchez señalando in vivo lo que sucedía en su isla y esa que “es una historia de todos conocida”, también ya sabemos -sin querer aparecer como derrotista-, como habrá de finalizar… Para represiones y el cuento de los derechos humanos de la Bachelet, se puede mirar y cuantificar someramente lo que hay en las ergástulas del régimen venezolano… “Quien tenga ojos que vea”…

 

Maracaibo, miércoles 28 de julio, del año 2021

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