Amigo ratón
Esta madrugada en mi clásico desvelo tinítico vino a mi mente “el ratón” de Cheo Feliciano y recordé que “de cualquier malla salta un ratón” y saltó algo que escribiera hace más de 15 años, cuando mi acceso a internet era una novedad centrada en “el gusano de luz”… La historia tenía que ver con un susto padecido en un aeropuerto alemán que yo mezclaría con el recuerdo de Charles Barry en la televisión disfrazado de niñito y recitando aquello de, “la señora Nicolasa”…
Lo escrito, desapareció y no encontré ni copia, por lo que he de reconstruir el asunto a relatar para mis lectores de hoy. Mi vuelo era hacia Viena y no logro entender por qué pero el avión hizo una escala en San Juan de Puerto Rico y descendimos una media hora. En aquella escala, tuve la oportunidad de conocer a una colega, era una simpática y muy conversadora doctora de cuyo nombre no puedo acordarme, quien también viajaba hasta Frankfurt desde donde ella se iría a Stuttgart donde vivía una hija. Yo en otro avión aspiraría llegar a un Congreso de Patología en Viena.
Nos sentamos juntos y la doctora me contó de su trabajo, era dermatóloga y de su hija y nietas que no veía desde hacía casi dos años, por lo que le llevaba en el maletín de mano 3 paquetes de harina pan para deleitar a la familia con unas buenas super arepas como solo ella sabía preparar. La señora Nicolasa tiene un gato juguetón y en la sala de su casa hay una cueva de ratón…
Me llamó la atención que llevase la harina como equipaje de mano pero fue solo un instante al mentalmente comparar la harina con cocaína… Sale el ratón de la cueva cuando ve que el gato detrás de un zapata lo estaba acechando igual que un león…
Llegamos sanos y salvos a Frankfurt y buscamos en las pantallas nuestros destinos aéreos e iniciamos una caminata por un largo pasillo donde una pareja vestidos de gris y marrón se adelantaron y vi que nos señalaban, pero seguimos adelante, yo pensando que sin hablar papa de alemán poco podríamos decir… Nos detuvieron para interrogarnos. Wer sind… En mi ingles asustado traté de explicar que éramos “fisichians”-así les decía yo con la harina en mente- de viaje a un congreso médico…La harina no es cocaína,… pensaba ¿y el ratón?… Trata de subir las paredes pero ve que no puede cuando el gato felino, le corta el camino, pero logra escaparse en esa ocasión…
Aidonounderstan, decía yo mientras las bolsas de harina pan, de mi mente no se van, y es que a la doctora, soy yo quien le lleva la maleta, ¡que molleja e plan!, ¿por dármelas de galán?, y el funcionario ahora está de lo más serio, inquisitivo y ceñudo, con un chorreado bigote, algo pregunta. Su compañera se me pareció a Vitola. En su germánico idioma nos pedirían explicaciones. ¿Cómo no pararles bola? Pensé que tal vez dirían: ¿Paondevan? La harina pan, si la hallarán, estoy seguro no la conocerán… Catch as can can? ¿La probarán?, la esnifiarán… Corre el ratón asustado y todo cansado ante el gato malvado que se acerca volao se le encima el minino y le da un manotón…
Las explicaciones afloran desesperadamente… Physicians we aaarr, and going tu e Congreees of pathology, and I am a pathooloogist. Oh dice Vitola. Yeees? inquiere el bigotudo. Ohhhh suspira la doctora, fruncidamente, ya casi al borde y es que… Miaaauuuu el ratón está realmente atemorizado… ya casi aterrado, ante el gato enfrentado que cuando le ve llorando, le dice “Es jugando, amigo ratón”. Parece que me entendieron le digo sonriendo a mi compañera de viaje y le sonrío a Vitola para disimular el susto, mientras de carambola oigo -pero vale chico si es solo jugando…Auf Wiedersehen. Nos despedimos con un bye bye, y proseguimos nuestro camino, rumbo a otro destino, como si nada. Tan solo era jugando, como el gato con su amigo el ratón… Era tan solo jugando…
Maracaibo, lunes 5 de julio, del año 2021
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