miércoles, 16 de septiembre de 2020

El peso de las palabras

 El peso de las palabras 


El General Cipriano Castro, al arribar triunfante a Caracas en 1889, diría en un discurso, que habría que… “Hacer efectivo y práctico el programa de esta Revolución y demostrar ante propios y extraños que los sacrificios heroicos consumados hasta hoy, no han sido estériles, serán sin dudas ni vacilaciones, el lema de mi Gobierno”…“De este camino, no podrá apartarme nada ni nadie; y si por desgracia para la patria quisiera el destino que, a pesar de mi mejor disposición para hacer la felicidad de todos los venezolanos, injustificadas y nuevas conmociones viniesen a entorpecer la marcha serena de la Administración, os declaro, con la sinceridad que me es ingénita, que sucumbiré en la lucha sin desviarme una línea del camino del honor y del deber.”

 

Arturo Uslar Pietri diría en la televisión, en noviembre del año 1963: “Cada hombre dice con lo que ha hecho y con lo que hace, quien es y esta es la única credencial que al pueblo venezolano le debe importar, por lo tanto, sembrar la cizaña, el odio y la división, objetando o tratando de objetar a todo hombre que pertenezca a una clase social determinada es, sencillamente, fomentar el caos en Venezuela, la división y la inestabilidad”…Uno de los aspectos más desagradables, negativos y repugnantes de la lucha política, es la facilidad con que en ella se cae en el denuesto, en la injuria y en la calumnia”…“El epíteto de oligarca con un sentido denigrante, apareció en la historia de Venezuela hacia el año 1846 y fue usado con mucha malevolencia, por uno de los más extraordinarios y de los más peligrosos demagogos que este país haya producido, que fue el famoso Antonio Leocadio Guzmán”…“Aquí es muy rara la familia cuya fortuna ha pasado a más de dos generaciones y, lo que es mucho más raro todavía, por lo menos en los últimos ochenta o cien años, aquí nunca se ha dado el caso de que un grupo de hombres tradicionalmente ricos, de familias poderosas económicamente, hayan designado al Presidente de la República y hayan controlado el poder. Lo ocurrido es todo lo contrario. Si uno mira la lista de los Presidentes de Venezuela, en su inmensa mayoría han sido hombres de extracción muy modesta y en torno a ellos ha tratado de estructurarse una oligarquía sui géneris, es decir, no es que el poder del dinero ha tratado de conquistar el poder político, sino que el poder político, alcanzado generalmente por el uso de las armas, ha tratado de convertirse, a su vez, en poder de dinero por medio del peculado y de los negocios, es decir, ha tratado de crearse una oligarquía adventicia en estos regímenes, oligarquía que generalmente ha durado lo que el régimen y ha desaparecido con él”.

 

Palabras de Mariano Picón Salas, con motivo de la creación del Instituto Nacional de la Cultura, leídas el 18 de enero de 1965, días después de su fallecimiento el 1 de enero de ese año: En una nación rica y violentamente rejuvenecida por la creciente explosión demográfica, penetran las místicas y propagandas de quienes desean comprometernos en las agrias querellas de poderío mundial, disfrazado de ideología; en el maniqueísmo intolerable y esquemático de la época en que unos son los réprobos y otros los bienaventurados. La simplificación propagandística hace que gentes, aun con título universitario, piensen con los mismos lemas, con los mismos “slogans” elementales que se aplicarían a la venta de un jabón o una panacea”…“llaman Revolución al quebranto de toda norma moral, la aventura y el caos emotivo, el peligro y el desafío autónomos como el de los protagonistas de la vieja novela picaresca española que contra toda permanencia, organización, y seguridad, alzaron su estandarte de vida realenga”…“No es ningún pleonasmo decir que todavía falta en nuestro proceso democrático una pedagogía de la Libertad, que no se torne esta en derecho unánime al grito y al frenesí, sino practique el diálogo y el respeto a las diferencias. El fanatismo y la cultura rudimentaria de algunos furiosos, nos asedia con sus mitos verbales, y los epítetos de la lucha, dejan de ser palabras para tornarse en los ídolos corporizados de la superstición, el odio o el prejuicio.”

 

Palabras de Francisco Tamayo, como orador de Orden en el Congreso Nacional, en junio de 1980, en el Día Mundial de  la Salud: “Dos terceras partes de la población venezolana se encuentran al margen del buen trato, ajenos a los más preciosos dones de la vida. Sin embargo pretendemos pedirles o imponerles que permanezcan quietecitos, callados, esperando resignados, mientras los demás gozamos de todos los lujos, hartaduras y excesos. La desigualdad engendra odios y rencores, de lo cual, si hemos de ser justos, es culpable absolutamente la tercera parte que detenta todo el bienestar de la existencia. Cuán próspero y armonioso sería vivir en Venezuela si la justicia social se extendiera a todos los estamentos de nuestra sociedad”…“en esta Venezuela endopetrolera, los hechos son muy distintos, pues ha cambiado totalmente el sistema de vida. Abandonamos el campo. Dejamos de ser rurales para transformarnos en un país predominantemente urbano, exportador de petróleo e importador de todo lo que antes producíamos, fundamentalmente, alimentos”...“No se conforman con un estrecho apartamento ni con una escalera tal como se les promete en tiempos de elecciones para robarles el voto.  Ahora quieren más, no como caridad, sino como bienes de la vida y debemos saberlo de una vez por todas que si no se lo concedemos por las buenas mediante una inteligente política progresiva, llegará el día en que lo tomen a la fuerza, con todos los riesgos de la violencia”...“Se trata más que de hacer justicia, de darle a cada quien lo que le corresponde. Tratar de no comprender esta elemental verdad es cerrarse a la evidencia y hacer la de la avestruz”.

 

Palabras textuales de Teodoro Petkoff en su ponencia “Del Socialismo Existente al Nuevo Socialismo” leídas el 26 de mayo del año 1981: …“El poder no tiene canales de información más eficaces que los servicios secretos, que como es lógico, refractan la información, es decir, la distorsionan, al mismo tiempo que contribuyen a la creación de un clima general de paranoia. Si en los países capitalistas la policía es prácticamente un Estado dentro del Estado, en los países del socialismo existente casi se podría decir que es el Estado”...“Si alguna convicción hemos adquirido es la de que el ejercicio del poder del pueblo en condiciones no capitalistas, es imposible sin la existencia de libertades e instituciones democráticas”...Por esto es que importa tanto que los partidos revolucionarios en lucha por el poder produzcan una reflexión en torno a las cuestiones de su democracia interna. La larga tradición del centralismo democrático versión Stalin, no es ajena, sin duda, a la fácil propensión hacia las soluciones no democráticas y autoritarias que caracterizan a tantos militantes de la izquierda.

 

En diciembre del año 2014 en este mismo blog (lapesteloca.blogspot.com) yo me atreví a escribir esto:  “La pesadilla histórica que hemos estado padeciendo los venezolanos, obliga a hacer introspección sobre nuestro pasado y a reflexionar con seriedad sobre el futuro que queremos para nuestro país”“al examinar los acontecimientos actuales, resulta fácil mostrar lo impresionantemente cíclica e irreversible que es la historia patria a través de la revisión de algunos de estos retazos verbales”…“Creemos en el poder de las palabras y en el peso de la verdad. El examen de algunas manifestaciones públicas, expresadas por ilustres venezolanos en diferentes momentos de sus vidas, durante el pasado siglo XX, nos indica que estamos viviendo en un país real, y que ésta, la actual, no es una pesadilla surrealista, ni hemos llegado a ella como un equívoco. Existen causas y quizá enfrentamos consecuencias, pero todavía supongo que con el don de la palabra y adheridos a la verdad podremos enrumbar nuestra historia”...

En septiembre 2020, con dudas razonables, todavía me atrevo a decir que la esperanza, es lo último que se pierde.

NOTA: Las palabras dichas por varios personajes de la vida nacional, las he tomado de sus discursos, publicados por Federico Pacanins y por Carlos Fernández Cuesta en el libro “Selección de Discursos Venezolanos del Siglo XX”, en la Colección Econoinvest, editada el año 2001.

Maracaibo, miércoles 16 de septiembre, 2020

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