C U B A G U A
Enrique Bernardo Núñez nació el 20 de mayo de 1895, en Valencia de Venezuela, y fue uno de los valores más importantes de la narrativa latinoamericana y universal. Cuando tenía catorce años, en 1908, ya aparece como cofundador de un periódico. Un año después se mudó con su familia a Caracas y a los veintitrés años publicará su primera novela, “Sol interior”, que fue saludada por la crítica como la obra imperfecta de un joven que prometía mucho.
Un par de años después, se casará y publicará una segunda novela, “Después de Ayacucho”, incomprendida por la crítica pues se trataba de una obra paródica, donde el joven autor se burlaba de los autores contemporáneos y del estilo predominante en su tiempo. En 1980, el crítico venezolano Javier Lasarte, reivindicará a “Después de Ayacucho” colocándola en el debido sitial en la narrativa venezolana.
El escritor tenía treinta y cinco años, y entre los veinticinco y los veintinueve había vivido 5 años en Margarita, Coche y Cubagua del estado Nueva Esparta; en aquellos días el gobernador que era el Presidente del Estado lo había convencido de quedarse a vivir en la Isla para fundar un diario que tiempo después fracasó, pero ya con más de 30 años, Enrique Bernardo Nuñez era uno de los escritores más notables de Venezuela. Es imposible saber cuál fue la influencia del escritor Manuel Díaz Rodríguez, en él cuando joven, pero debe haberla tenido.
El año 1928, se rebelarán los estudiantes en La Rotunda y Enrique quien ya no era un estudiante no se atreve a unirse a ellos. Poco después aceptará trabajar para el gobierno gomecista y será designado Secretario de la Embajada de Venezuela en Bogotá. Luego pasará a La Habana donde, en enero de 1929, empieza a escribir una novela que terminará a mediados de 1930 en Panamá. Será en 1931 cuando publicará “Cubagua”. En febrero de 1931, escribiría en Panamá su otra gran novela, “La galera de Tiberio”. Cubagua fue editada en París en el año 1931.
El argumento de “Cubagua” refiere las peripecias del doctor Ramón Leiziaga, quien cree descubrir en el pasado remoto de Cubagua los dobles de personajes contemporáneos. La novela mezclará los planos temporales que mientras revive la búsqueda y explotación de las perlas de ayer se confunden con la búsqueda y explotación del oro negro de hoy. Luis de Lampugnano, conocido con el nombre de Lampuñán, así como el negrero Pedro Cálice existieron y el misterioso fraile, Fray Dionisio, amaba a los indios tanto como fray Bartolomé de Las Casas…
La novela resulta ser un viaje en el tiempo, con planos que se mezclan y se confunden. Ese manejo de tiempo y espacio será el mismo que más adelante habrían de lograr escritores del llamado un milagro de la narrativa latinoamericana. En la escritura de “Cubagua”, llamaba ya la atención el uso de los tiempos gramaticales pasando del presente al pasado o del pasado al presente y no obstante estos planteamientos de su lenguaje escrito, la novela sería absolutamente ignorada por la crítica venezolana.
Nueva Cádiz la ciudad que naciera en las costas de la Isla de Cubagua fue la primera ciudad española fundada en Sudamérica, establecida como campamento temporal para la explotación de la pesca de perlas antes del año 1500, por Giacomo Castiglione, un marino italiano al servicio de Carlos V. Lo que España percibía por concepto de la pesca de perlas de Nueva Cádiz, se equipararía en valor monetario a lo suministrado por el oro del Perú.
Nueva Cádiz considerada la primera ciudad fundada en Venezuela, ya en 1535 tenía una población de 1500 habitantes entre españoles e indígenas. El abastecimiento de agua dulce les llegaba desde la actual ciudad de Cumaná. Los indígenas eran, obligados a trabajar como buzos en la recolección de perlas y los esclavos negros eran traídos por el mar de las "factorías" africanas. La paulatina muerte de los indígenas explotados en inhumanas condiciones para la extracción en las perlas, contribuyó a que la ciudad y la isla ya arrasada por los piratas y por calamidades naturales como un posible terremoto en 1543 seguido de un huracán, fuese abandonada por los españoles. En realidad la causa fundamental de la despoblación de Nueva Cádiz fue la desaparición de los ostrales.
Enrique Bernardo Núñez al escribir a “Cubagua” dejó atrás la novelística conocida y no sucumbió a la tentación de caer en el esquema del enfrentamiento entre la civilización y la barbarie. “Cubagua” sería una novela que no encontró eco en su país. Hasta él mismo autor cayó en la trampa de no creer con absoluta fe en su propia obra y él mismo llegó a expresar dudas sobre su género literario. El lector acucioso, puede fácilmente con su lectura volver a los tiempos modernos, a la realidad actual, a lo que estamos viviendo después de un prolongado sueño mágico, y quizás se le facilite encontrar en la novela una visión premonitora del futuro que habría de padecer el país…
En “Cubagua” el autor unifica lo histórico con lo mítico, para lo cual al fusionar dos historias similares, con cuatrocientos años de distancia, hace que el lector intuya la otra historia, esa que subyace por debajo de los hechos. Al leer “Cubagua”, se entiende que las vidas de los personajes de la novela y las nuestras, están atadas a un pasado cargado de mitologías y en la novela se fusiona la realidad con la fantasía, tan solo con asomarse a un pasaje real de nuestra historia, logrará una obra maestra de la literatura.
Maracaibo, martes 22 de septiembre, 2020
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