Mariana y los comanches
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En “Mariana y los comanches” existe una mujer ficcionada que se
transforma en realidad y viceversa: ella se apropia del escritor Edmundo
Bracamonte, habitante de una novela titulada “Mariana y los comanches”,
que a su vez es pensada por el escritor trujillano Ednodio Quintero. Edmundo
Bracamonte, vive una aventura con una mujer, pero no sabe si se trata de un
sueño, razón por la cual sueña como si viviera esa realidad, o tal vez como si
fuese parte de un sueño… En ese tejido de letras donde la pasión y el desenfado
recrean el relato, aparece otro sujeto: es Martín, quien forma parte de la
misma revelación. Ambos personajes, Mariana y Martín le harán la vida imposible
a Edmundo, quien a veces es narrador, y de quien se podría pensar, fuera de la
historia, que se trata del propio Ednodio Quintero dando saltos mortales entre
las líneas de la novela, pues es impresionante ver como el narrador entra y
sale de sus propios enredos y desenlaces, y es como para no olvidar que es el
escritor quien inventa, diseña y hasta es capaz de borrar lo que sus personajes
le van indicando que diga…
Ya en noviembre del 2016 cuando
citaba otra vez a Javier Cercas, a propósito de “El lector soñado” (https://bit.ly/2z82wMN), repetía que “la literatura no existe por sí
misma aislada del lector”. Señalaba que, Cercas
considera que los libros son como “letra
muerta” ya que solamente será… “cuando
el lector lo abre y empieza a leerlo, es decir, a interpretarlo, cuando empieza
a operar la magia de la literatura”… En aquella oportunidad repetía
unas historias a propósito de tener un posible lector que hubiese captado el
sentido de las novelas, y decía: “siento
que no hace falta ser escritor, ni siquiera un buen escritor para hallar un
buen lector, un lector que entienda lo que se quiere expresar con la palabra
escrita”.
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Finalizo hoy repitiendo que la novela, puede transformarse en una
herramienta para socavar los cimientos de quien quiera creerse capaz de
interpretar lo que el escritor no ha podido, o quizás lo que teme detectar en
la mente de sus personajes, cada lector construye su historia aunque en el
fondo de su conciencia el escritor, -lector aparte- suponemos que siempre debe saber
lo que hace…
Maracaibo, Miércoles 20 de
noviembre 2019.
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