Iguana de noche
Durante
la Segunda Guerra mundial, México atrajo a muchos turistas norteamericanos que
no podían viajar a Europa. En esta época, en el verano de 1940, Paul y Jane
Bowles, se atrevieron a vacacionar en Acapulco una pequeña aldea frente al mar,
y Tennessee Williams, quien era muy joven y aun principiante, fue a visitarlos.
Seis años más tarde, desde alguna pensión de Nueva Orleans y ya como
dramaturgo, el escritor recordaría aquel hotelito de madera, casi vacío, fuera
de temporada turística, donde tres personajes norteamericanos se enfrentaban a
una curiosa metáfora: “la noche de la iguana”.
La
obra de TenneesseWilliams comparte con Bajo
el volcán (https://bit.ly/2qJqmxi), de Malcolm Lowry, el dudoso privilegio de ser la
clásica visión de México como un infierno para los turistas. La noche de la iguana, de
Tennessee Williams, resultaría ser una extraordinaria obra de teatro sobre el
apocalipsis que en Acapulco viven un puñado de norteamericanos perdedores. La
obra fue estrenada por Bette Davis, y más adelante se transformaría en una
película de John Huston quien la filmaría en Puerto Vallarta, con Richard
Burton, Ava Gardner y Deborah Kerr para convertir toda aquella farsa en un
melodramático "verano tormentoso" de misticismo y de lujuria, un
filme en blanco y negro muy destacado gracias a la impecable fotografía de
Gabriel Figueroa.
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La
versión cinematográfica de la obra de Tennessee Williams “La noche de la
iguana”, fue filmada en 1963 por John Huston en Puerto Vallarta, con las
actuaciones de Richard Burton, Ava Gardner, Deborah Kerr y Sue Lyon, corriendo
la fotografía a cargo del laureado Gabriel Figueroa, quien estuvo nominado al
Oscar de 1965, por su destacada labor en esta película. La noche de la
iguana(1964) Richard Burton interpretó a un sacerdote anglicano el reverendo T.
Lawrence Shannon, alcohólico, desequilibrado y descreído, quien ha padecido una
crisis emocional mientras presidía una ceremonia eclesiástica, y expulsado del
sacerdocio tras pasar unos meses en un manicomio ha encontrado trabajo como guía
turístico en México. En uno de sus periplos viajeros, una joven (Sue Lyon)
intentará seducirle y el guía será despedido. Al borde de otra crisis nerviosa,
al llegar a Puerto Vallarta se refugia en el hotelito con playa propia de una
vieja amiga bella viuda amante del alcohol y del sexo, Maxine (Ava Gardner). Una virginal
pintora (Deborah Kerr),
vive junto a su abuelo anciano, un poeta ciego,
mendigo literario que recita poemas a cambio de propinas, mientras su nieta,
pinta acuarelas y dibuja retratos a lápiz para obtener algunos dólares. A ella,
rubia núbil deseosa de nuevas
experiencias sexuales, le queda la castidad como coraza contra
el mundo hostil, y existe una institutriz
de tendencias lésbicas, todo un entramado femenino que se agita en torno al
dipsómano exsacerdote quien busca del significado moral de su existencia y la
expresión de un Dios personal.
El hijo de
la hotelera ha cazado una iguana, y la tiene amarrada esperando el momento de guisarla y la pintora obsesionada ante los esfuerzos
de la iguana por escapar del lazo, busca a sus paisanos y en el cuarto donde
está la iguana ocurre un frenético abrazo en el que ella solicita y resiste una
violación, donde el hombre que eyacula precozmente sobre su vientre y ella
escapa a su cuarto, exaltada, más aún virgen y advertirá que ya no escucha el
ruido histérico gemido de la iguana amarrada, pues se ha escapado,
inexplicablemente.
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Maracaibo domingo 17 de noviembre 2019
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