jueves, 3 de octubre de 2019

Historia de una conspiración


Historia de una conspiración

Durante los actos conmemorativos del 5 de julio del año 1982 durante el gobierno del presidente Luís Herrera Campins, el teniente coronel Santiago Ramírez esperaba ansioso el momento cuando se iba a alzar al Batallón Blindado Pedro León Torres para darle inicio a la conspiración del grupo que había planificado otra insurrección militar. La acción estaba liderada por Ochoa Antich, el mismo Santiago Ramírez y Santeliz Ruíz quienes con William Izarra tenían ya listos sus respectivos pasaportes gestionados por el partido comunista y entregados por la inteligencia soviética en Praga. El batalón Blindado no se presentó en el desfile y se suspendió la acción.

Sabemos que no se llevó a efecto aquel Golpe de Estado, pero es interesante comprender que nadie par ese  entonces hubiese podido imaginar que  cosas como estas que aquí cuento fueran ciertas. ¿Militares comunistas? ... No puede ser, todo aquello del Porteñazo y el Carupanazo parecía haber caído en el olvido. Aunque ahora, quizás porque se permite jugar con varias cartas destapadas, algunos entenderán que lo que relatamos aquí es tristemente una cruda realidad. Todos esos militares ya mencionados, y otros tantos, que eran no pocos, eran los hijos de antiguos guerrilleros, importantes líderes del Partido Comunista quienes habían fracasado en los golpes de estado fraguados durante la década de los años sesenta. Al entender que la lucha armada no había logrado los objetivos esperados, se convencieron y con mucho tino, habían decidido infiltrar las Fuerzas Armadas penetrando con sus fichas juveniles ingresándolas tempranamente en la Academia Militar venezolana. El juego había comenzado desde antes, pero ahora si como que iba funcionar.

El domingo 29 de julio del 2007, el ahora difunto Hugo Chávez Frías, relataría en su “Aló presidente” cómo fue que en diciembre del año 1973, él mismo, personalmente, había afeitado a José Vicente Rangel Ávalos (el mismo que años después sería gobernador del Estado Miranda, conocido con el mote de “Papi-papi”) el hijo del eterno conspirador José Vicente Rangel quien también como los otros del mismo perfil, había enviado a su hijo en la Academia Militar; como lo hiciera el padre de Pedro Alastre López quien fuera un campesino miembro del PCV y guerrillero del grupo del general Argimiro Gabaldón, así como el capitán Díaz Freites, hijo de un zapatero comunista de Los Teques quien muy nombrado en los días de la caída de Pérez Jiménez, también padre del mayor Díaz Reyes. Allá, en el patio de la Academia Militar de Venezuela se encontrarían con los familiares de Domingo Alberto Rangel y de Simón Sáez Mérida, y así, paulatinamente la conspiración iría tomando cuerpo para llegar a la definitiva penetración cubana y la entrega del país, hasta donde hoy estamos…

Mientras tanto, en Miraflores, desprevenidos, se distraían los politiqueros de oficio entre el reparto comisiones, o chismorreando sobre pleitos maritales de los entornos presidenciales, y haciendo negocios millonarios con los militares. Consecuentemente se daba el reparto de cargos entre los amigos de los partidos políticos de turno y todos vivían en una fiesta donde cada uno iba cosechando sus frutos y cocinando sus guisos, hacia el futuro, aprovechando las maravillas de un Estado presidencialista, cada vez más centralizado y sobreprotector… 

Así transcurriría la vida en los últimos años de la década de los 70, mientras los años 80 y los 90 los vivirían aparentemente inadvertidos, o conociendo la realidad pero sin darle mucha importancia; la clase política desguarnecida disfrutaba gozando una y parte de otra, antes y después del “tabarato” y de “la Gran Venezuela” sin querer entender que ya la República amenazada desde entonces, estaba herida de muerte.

Todos esto que aquí he relatado, no es un cuento ni un chisme, ni es ficción; la información se encuentra detallada y hay mucho más, en el bien conocido libro de Tahys Peñalver “La conspiración de los doce golpes”, que además, conviene recordar que está publicado desde el 2015, y después de releerlo, nada sucedió, ni sucede, privan los intereses personales y el vil dinero ante cualquier posibilidad de detener la traición y la entrega del país al comunismo castrista, Así estamos, y quien tenga ojos puede muy bien ver lo que ocurre…

Maracaibo,  viernes 4  de octubre, 2019

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