viernes, 31 de enero de 2025

Síndromes Literarios (2)

 

Podríamos continuar la historia de ayer sobre los Sindromes Literarios con “El síndrome de Alicia”, referido hoy a la historia de Lewis Carroll que hacía volver a Alicia más y más pequeña, o más y más grande, un fenómeno que resultaría en el origen de la denominada “micropsia”, un desorden neurológico verdadero que está relacionado con la percepción visual de quienes lo padecen y donde ellos ven los objetos más pequeños de lo que son en realidad. Este problema suele estar relacionado con las migrañas y se ha dicho que incluso el propio Lewis Carroll lo sufría.


En el Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas, recordemos que era el ‘cómeme’ de la historia lo que hacía volver a Alicia más pequeña en el libro Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carrol. Cuando Charles Dogson improvisó las aventuras subterráneas de Alicia, no sabía que la puerta que daba acceso a millones de niños y adultos lectores a un mundo cargado de curiosos personajes, irreverentes, con sátiras extravagantes y retos lingüísticos, pulsos paralelos a la lógica extrema, era la misma que le conduciría a él, como Lewis Carrol, y a su novela, al olimpo de las deidades literarias. Conocer al Gato de Cheshire, de tomar el té con el Sombrerero Loco y la Liebre de Marzo, o jugar al croquet con la mismísima Reina de Corazones es una experiencia que nadie, nadie, debería perderse, o quizás sentir el temor de correr el riesgo de …“que le corten la cabeza”.

 

Ahora, confieso que no he resistido la tentación de transcribir parte de un dialogo de los personajes de “Escribir en La Habana” ya en su último capítulo:


“ Alicia se dio vuelta en la cama y buscó algo en el piso. Metió la mano en el bolso grande de Anabella que estaba en el suelo al pie de la cama y extrajo de él un libro de tapas rojas. Volteó a mirar a Marcelo con el libro en la mano y con un brillo extraño en sus pupilas azul claro le dijo.  

Si te cuento una cosa, ¿la creerás por muy loca que te suene? La creerás Marcelo, sí, porque no tienes más alternativa. Escúchame. Yo he soñado esta semana un sartal de disparates. En dos oportunidades me he visto como Alice in Wonderland o como Alice through the looking glass. En estos sueños, recuerdo que he tenido que enfrentarme un par de veces con los mellizos Tweedledum y Tweedledee... Primero, en sueños claro está, creo que visité su casa aquí en La Habana, después, fue ayer, era una pesadilla donde se me revolvieron los mellizos con escenas que parecían sacadas de las narraciones extraordinarias de Poe y casi me desperté gritando, iba perseguida por un condenado zamuro. Pensé al principio que esos sueños eran como consecuencia de los comentarios de Anabella sobre mi visita a La Habana en el rol de Alicia, en el país de las maravillas socialistas, pero el cuervo era horrible y los mellizos eran unos espadachines con unas capas rojas y había sangre. Lo que quiero mostrarte está en el libro. Es una vieja edición en español del Alicia de Lewis Carroll que me ofreció mi sobrina Anabella para que la leyera hace unos días.   Lo dijo y le alcanzó el libro. En la primera página escrito a mano estaba el nombre de su dueña, Anabella Montiel. Busca, tú mismo lo que yo te digo, es en la página 195.


El barón Münchhausen, es el gran mentiroso por excelencia de la literatura, y está inspirado en la historia de un oficial de caballería alemán famoso por las disparatadas historias que inventaba. Pero, aunque pueda parecer algo estrafalario y hasta divertido, la realidad no es tan cómica ya que esta ficción literaria ha dado origen al Síndrome de Munchhausen: quienes lo padecen son embusteros exagerados y simulan enfermedades con sofisticada habilidad para atraer la atención de terceros, conocidos o de personal sanitario. Aunque saben que están mintiendo, sus motivaciones para fingir son inconscientes, y suelen tener una historia clínica de abusos, con problemas de identidad, y hasta episodios psicóticos breves y relaciones interpersonales inestables.


En el Libro Las sorprendentes aventuras del barón Münchhausen, aunque son atribuidas a Rudolf Erich Raspe, quien tradujo al inglés una versión plagada de adiciones e interpolaciones de dudosa calidad literaria, se considera que fue Gottfried August Bürger quien supo darle a la obra ese algo indefinible que la convirtió en un libro clásico y muy popular. El barón más embustero que imaginarse pueda, narra aquí sus famosas aventuras y desventura, desde el hilarante episodio en el que se lo traga un enorme pez, hasta su increíble viaje a la Luna en busca de un hacha de plata perdida. Una historia a medio camino entre lo grotesco y lo fantástico con un esperpéntico y desvergonzado protagonista que provoca risas del lector.

 

Huckleberry Finn fue bautizado como un personaje irreverente y escurridizo en la obra de Mark Twain, Las Aventuras de Huck Finn. Este síndrome literario se asocia a un problema psicológico que se caracteriza por la incapacidad para tomar decisiones y asumir responsabilidades. No se trata de que quienes lo sufren se nieguen a madurar, como el síndrome de Peter Pan, sino que durante toda su vida eluden cualquier tipo de responsabilidad. Los expertos aseguran que es un mecanismo de defensa ligado al rechazo parental, así como a una baja autoestima.

 

A pesar de haber sido considerada tradicionalmente como una obra de literatura juvenil, la famosa novela, “Las aventuras de Huckleberry Finn", según Samuel Langhorne Clemens, alias Mark Twain, podría parecer una obra donde se recrea la vida de un joven y por tanto, literatura "de muchachos" o para muchachos", pero es un relato denso que resulta tan divertido e irreverente como cautivador. Huck, un huérfano vagabundo y pendenciero, y Jim, un muchacho negro que huye de la esclavitud, remontan el Mississippi en busca de libertad y aventuras a bordo de una barcaza. Una delicia literaria para lectores de cualquier edad.

 

Existe otro Síndrome Literario muy conocido y es el Síndrome de Cenicienta, el cual se da en niños y se relaciona con falsas acusaciones de maltrato o negligencia de los padres. Se ve como una llamada de ayuda y puede ser una pista de comportamiento ante un caso real de abuso hacia el pequeño, ya sea físico o psíquico. Puede incluir desde sentimientos negativos hacia una madrastra, a idealización de una madre biológica ausente o una rivalidad extrema con los hermanos.

 

En el Síndrome de Rapunzel, el personaje femenino de los hermanos Grimm inspira una condición por la que la persona como consecuencia de su ingesta tiende a acumular una bola de cabello en el estómago hasta el duodeno (tricobezoar). Tiene su origen en la tricotilomanía, un trastorno que lleva a arrancarse compulsivamente el cabello. El síndrome de Rapunzel es una enfermedad muy rara y compleja en la que la situación de cabellos en la cavidad  gástrica puede extenderse al duodeno e intestino delgado, aumentando el riesgo de complicaciones como obstrucción, perforación y peritonitis.


El Síndrome de Pickwick en realidad es un trastorno respiratorio que afecta a las personas con obesidad, llamado también síndrome de hipoventilación que padecen igualmente quienes tienen la denominada “apnea de sueño”. También conocido históricamente como síndrome de Pickwick, Samuel Pickwick es el personaje protagonista de Los papeles del Club Pickwick (1836), la primera novela de Charles Dickens, donde Pickwick es un exitoso empresario retirado, fundador y presidente del Club Pickwick. Uno de sus protagonistas secundarios representa la figura de un sirviente gordo y somnoliento llamado Joe, que tiene un pequeño y breve rol en el capítulo 54 de sus “Pickwick Papers”, caricaturizando a un individuo obeso, un caso clásico de apneas del sueño: el síndrome de Pickwick o más precisamente, el síndrome Pickwickiano, que 120 años más tarde Burwell y sus col, hallaran una explicación fisiopatológica al niño gordinflón, rosado y roncador con la respiración entrecortada, eternamente somnoliento, describiendo así, la presencia del síndrome apneas-hipopneas del sueño e hipoventilación alveolar en el sujeto obeso.

 

Finalizo así y aquí esta doble tanda de Síndromes Literarios.

 

En Maracaibo el viernes 31 de enero del año 2025

jueves, 30 de enero de 2025

Síndromes Literarios (1)

 

Algunas personas y más si son “libreros” quienes tienen la fortuna de poder biblioetiquear a mansalva los muchos libros a su alcance, o quienes pueden vivir en una lectura y relectura permanente, en ocasiones nos hallamos regresando a disfrutar emociones pasajeras, cosa que no es difícil, porque la literatura particularmente en su re lectura, está llena de personajes ya reconocibles, que a veces lucen imprevisibles ante el lector, y a pesar de sus rasgos muy peculiares, hacen que un personaje reconocible en su excentricidad luzca convertido en un ser que puede ser extrapolable a la realidad, en ocasiones con aspectos incómodos o enfermizos.

 

Al leer o releer puede que algunos de estos personajes se vean como alguien reconocible en su excentricidad, y aparezca convertido en un ser que puede ser extrapolable a la realidad, con aspecto un tanto incómodo o enfermizo. Esta realidad estas situaciones han terminado por darle nombre a una serie de patologías que son ya bien reconocidas, llegando a crear síndromes que pueden tornarse en casos reales, que convierten la existencia de quienes los padecen en un verdadero calvario. Sin llegar a casos dramáticos y patológicos podemos repasar en este blog lapesteloca los llamados “síndromes literarios”.

 

La relación de personajes de la literatura con algún tipo de enfermedad, puede parecer tal vez extraña, pero a la vez puede ser una situación muy real por la cercana relación entre la creación literaria y posibles trastornos psicológicos de sus muchas veces icónicos personajes. Si bien no es el primero en hacer alusión a la relación que puede existir entre personajes de la literatura con algún tipo de enfermedad, el escritor alemán Charles Bukowski, en una de sus citas más icónicas una vez dijo…“Escribir es un don y una enfermedad. Me alegro de haberme contagiado”.

 

La escritora española Rosa Montero le dedica a esta situación todo un ensayo entero (El peligro de estar cuerda), que evoca varios síndromes -conjunto de síntomas que no se corresponden necesariamente, con una única enfermedad- y que pueden ser tanto físicos como psicológicos. Esta realidad ha terminado por darle nombre a toda una serie de patologías que son ya bien reconocidas, con síndromes directamente relacionados con personajes literarios.

 

El libro Peter Pan de James M. Barrie, es una auténtica obra maestra y nos presenta uno de los personajes más conocidos, aunque quizás de los menos leídos de la literatura. Seguramente que todos hemos volado a través del cine a la tierra de Nunca Jamás con Peter Pan, Wendy, el hada Campanilla, y conocemos a los Niños Perdidos y al Capitán Garfio. Se dice de quien tiene el “Síndrome Peter Pan” que es “alguien infantil e inmaduro en un sentido psicológico y social”. El paciente sindromático, no quiere crecer, así que se estanca en un comportamiento infantil o adolescente, y no evoluciona, situación que lo va a lo convertir en una persona egoísta y, en casos extremos, puede derivar en trastornos psicológicos con una personalidad narcisista.

 

El Síndrome de Peter Pan no es un desorden mental y quizás se trata más de una expresión coloquial que se relaciona con el arquetipo de ‘puer aeternus’ para designar a aquellos hombres y mujeres que mantienen una conducta propia de edades más tempranas. El término “Síndrome de Peter Pan: los hombres que nunca han crecido” fue acuñado en 1983 por Dan Kiley, haciendo alusión a esas personas que se niegan a aceptar el paso a la edad adulta.


El Síndrome de Dorian Grey es parte de un trastorno denominado “dismorfofobia”, y quien lo sufre no soporta padecer defectos o anomalías que afecten a su apariencia estética, especialmente al rostro. El protagonista de ‘El retrato de Dorian Gray’ vende su alma al diablo para no envejecer. Esta obsesión por la eterna juventud del personaje de Oscar Wilde da nombre a un desorden caracterizado por la preocupación extrema de la apariencia física y la dificultad para encajar el envejecimiento.

 

Cuando a finales del XIX el talento y la irreverencia de Oscar Wilde escandalizaron a Gran Bretaña y, por ende, al resto del mundo, el genial irlandés dio un golpe de efecto con una deliciosa fábula en la que la estética y el mal, ponen en jaque a la ética y al bien, cuando el joven Gray accede a que su amigo el pintor Basil Hallward lo retrate con una intensidad diabólica pero real, puesto que el cuadro comenzará a reflejar las transformaciones físicas y espirituales de un alma preñada de perversiones, claroscuros y recovecos o, con la esencia de un seductor exquisito, refinado pero infinitamente malévolo a quien sus excesos en apariencia no le pasarán por un tiempo factura de ningún tipo…

 

La heroína de la novela Madame Bovary de Gustave Flaubert vive en un estado de frustración e insatisfacción crónica, atrapada entre sus aspiraciones y fantasías, y la insoportable parquedad de la realidad que habita, para ella nunca parece ser suficiente. Es la persona eternamente insatisfecha, y ese es el rasgo que caracteriza a quienes padecen el Síndrome de Madame Bovary, donde las divergencias entre sus ilusiones y la realidad serán siempre insalvables. Se trata de un trastorno de carácter normalmente afectivo y vinculado a la depresión. Enma Bovary nunca será feliz junto a su marido, un modesto médico de pueblo. Ni el nacimiento de su hija ni su affaire con un joven seductor de provincias lograrán colmar a la mujer eternamente insatisfecha. De este síndrome inspirado en la heroína de Flaubert, el filósofo Jules de Gaultier acuñaría el término de ‘bovarismo’ para designar a aquellas personas permanentemente insatisfechas debido a las divergencias entre sus ilusiones y la realidad. Emma Bovary, aspiraba a una vida que no se correspondía en absoluto con su realidad.

 

En el libro Madame Bovary, Gustave Flaubert describe la desgarrada realidad en que vive Enma Bovary y sus ensueños de romances y riquezas, y en otra gran obra literaria, la novela del escritor ruso Leon Tolstoi, veremos el Síndrome de Anna Karenina en la historia de la condesa Anna Karenina y Vronsky, situacion que sirve para definir a aquellos que aman a una pareja tan ciegamente que son incapaces de ver más allá de su reflejo y de sus propias sensaciones. “Confunden el amor a sí mismos con el amar”, y como una consecuencia, debido a esa pasión y exaltación, esas relaciones generalmente no suelen salir bien paradas.


El protagonista de la obra ‘Otelo’, de William Shakespeare, donde el moro de Venecia, mata a su mujer porque piensa (erróneamente) que ella le está siendo infiel. Así se dice, que quienes padecen el síndrome de Otelo sufren de celos patológicos, o delirios celotípicos que hacen que la persona tenga dudas irracionales sobre la fidelidad de su pareja. Son personas desconfiadas, inseguras, con problemas de comunicación e inmadurez emocional. En casos extremos el síndrome se asocia al alcoholismo y a los desórdenes neurológicos. El Síndrome de Otelo se ve en la obra de Shakespeare donde Otelo acabará por asesinar a su esposa Desdémona en un “ataque de celos”, en la realidad esa actitud se denomina ‘celotipia’ y se refiere a un desorden psicológico caracterizado por celos mórbidos. Quien los padece busca constantemente pruebas de infidelidad de su pareja (aunque no sean ciertas) y ejerce un control desmesurado en la vida del otro.

 

Entre tantos personajes de la literatura hay muchos que se han transformado en arquetipos de Síndromes con patologías que merecen ser examinados en una segunda parte de este artículo titulado Los Síndromes Literarios, por lo que es mejor detenernos aquí y será mañana cuando finalizaremos este asunto.

 

En Maracaibo, el jueves 30 de enero del año 2025

 

 

miércoles, 29 de enero de 2025

Juan Vicente González

 

Juan Vicente González (1810-1866) fue un periodista y escritor venezolano a quien se le considera como el primer escritor romántico que tuvo Venezuela en el siglo XIX. Aunque no se ha podido determinar quiénes fueron sus padres, ni la fecha exacta de su nacimiento, algunas personas afirman que nació en 1808, pero posiblemente fue en 1810 cuando según decían, el niño fue abandonado en la casa de Francisco González, realista que lo adoptó y le dio su apellido.

Hizo sus primeros estudios con el sacerdote José Alberto Ezpinoza para luego ingresar a la Universidad de Caracas donde se graduó de licenciado en humanidades.  En 1827 cuando el Libertador Simón Bolívar para intentar impedir la separación de la Gran Colombia regresó por última vez a su patria, fue recibido con un homenaje en la Universidad de Caracas y Juan Vicente González, siendo adolescente, en el recinto universitario, se encontró por vez primera con el prócer, en un momento que le quedaría grabado para siempre.

A los 28 años, Juan Vicente González (JVG) contrajo matrimonio con Josefa Rodil; tuvieron cuatro hijos, Juan Vicente, Jorge, Luis Eduardo e Isabel Gonzales Rodil; se dirigiría su hijo Jorge quien llego a ser escritor y pedagogo de notables condiciones. Para costear sus gastos en su nuevo estado civil daba clases de gramática e historia en colegios particulares. Estas labores conducirían en 1849, a fundar en Caracas el colegio "El Salvador del Mundo". Un año antes había sido nombrado diputado por Caracas al Congreso, por lo que fue testigo ocular del sangriento allanamiento al recinto del Parlamento, que hicieron las tropas del gobierno, matando e hiriendo a varios congresistas.

A pesar de haberse iniciado en la masonería, se le clasificaba como hombre de ideas conservadoras. Debido a este punto de vista, Revolución de Marzo de 1858, que llevó al poder a Julián Castro, Manuel Felipe Tovar y Fermín Toro, no encontró en él a opinión favorable y tampoco se sintió atraído por la Revolución Federal.

Con estas ideas en mente, desde el periódico "El Heraldo" y otras publicaciones, combatió a los regímenes de fuerza, posición esta que disgustó a muchos gobernantes. Estuvo a punto de ser deportado en 1861, pero gracias a las diligencias de Pedro Gual, presidente de la república, por breve tiempo su salida del país pudo ser evitada. También JVG hizo oposición a la dictadura del General José Antonio Páez, lo que le valió un encierro de tres meses en la cárcel de La Guaira. Al ser libertado gracias a los buenos oficios de algunos masones, reincidió en sus críticas violentas al gobierno. El General Páez molesto, volvió a mandarlo a prisión, esta vez en la prisión de "La Rotunda" donde escribió su "Manual de Historia Universal", que es el primero de sus libros conocidos.

Al triunfar los ejércitos del Mariscal Juan Crisóstomo Falcón en la Guerra Federal, este vio con simpatía a aquel militar y líder masón, lo cual no impidió para que de vez en cuando JVG le dedicara también algunos ataques periodísticos. A pesar de las pasiones políticas que le animaban Juan Vicente González era considerado un personaje muy honesto, noble y amante de la verdad. Esto quedó demostrado con la biografía muy favorable que escribió sobre el general Juan Crisóstomo Falcón, no obstante haberse declarado previamente una vez más ser su adversario.

Entre las obras de JVG figuran la biografía del prócer José Félix Ribas, "Las Mesenianas", un conjunto de elegías en prosa, "Ecos de las Bóvedas" y la obra que quedara inconclusa, la "Historia del Poder Civil". En el campo de la poesía, Juan Vicente González publicó numerosos trabajos, destacando su soneto "A Bolívar". Desde 1846 escribe Las Mesenianas las cuales desbordaban los sentimientos de su corazón. En estos pequeños poemas en prosa, el gran escritor Juan Vicente González describe con profunda tristeza sus impresiones de la Venezuela que tanto conoció y amó.  El título de Mesenianas está tomado de las elegías que sobre Mesania, una región de Grecia, escribieron el abate francés Barthélemy y el poeta, también francés, Casimir Delavigne.

En el periodismo, JVG consiguió fama por su talento y virulencia en la crítica. Fue fundador de los medios impresos "El Venezolano", "El Diario de la tarde" y "El Heraldo" y editorialista de algunos de estos medios incluyendo "La Prensa", lo que provocaría polémicas con periodistas identificados con el movimiento liberal tales como Felipe Larrazabal, Estaislao Rendón, Guillermo Tell Villegas, Tomás Lander y Rafael Arvelo. Un año antes de su fallecimiento, estableció la publicación "Revista Literaria".

Entre los grandes proyectos que concibió Juan Vicente González como historiador, uno de los más importantes fue escribir una serie de biografías de los más ilustres venezolanos, que tradujeran las características más resaltantes de la época en que vivieron, desde la Colonia, pasando por la Independencia y la época que se inicia en 1830. La obra la titularía Historia del Poder Civil en Colombia y Venezuela. Sólo llegó a publicar las biografías de José Manuel Alegría (1856), José Cecilio Ávila (1858), Martín Tovar Ponce, y la de José Félix Ribas, considerada la más importante. Estas biografías las escribe en diversas épocas de su activa vida literaria.

En 1835, escribiría sus “Epístolas Catalinarias sobre el 8 de julio” donde atacaría y combatiría el caudillismo.  En 1841 escribio un Compendio de Gramática castellana En 1842, publica el poema “Mis Exequias a Bolívar”, y en 1843 Elementos de ortología castellana En 1851 se publica el Análisis ideológico de los tiempos de la Conjugación castellana de Andrés Bello con notas explicativas de J.V. González. Ese mismo año traduce del latín el Arte poética de Horacio. Un Curso de literatura española, precedido de un ensayo sobre la literatura de la Edad Media, en 1852. El baile en Caracas, una sátira en versos (1854). Elementos de la Gramática latina, traducción del francés (1855).

En 1861, estando preso en las mazmorras de La Guaira, escribe Un Manual de Historia Universal, sin referencia de ningún tipo. También compone a su vez el Eco de las Bóvedas, una especie de canto a la situación bélica del país.  En 1863 publica por entregas la segunda parte de su Historia Universal. En 1865 funda su famosa «Revista Literaria», escribe artículos de críticas y traduce a los grandes poetas universales. Es una de sus más grandes obras, y también la última. Allí aparecen sus primeros trabajos de corte ensayístico.

El 5 de mayo de 1841, el Congreso de la entonces República Oligárquica presidida por José Antonio Páez, aprobó una ley tristemente célebre en la historia venezolana: la de Espera y Quita, que en realidad, no era más una modificación de la ultraliberal Ley de Libertad de Contratos aprobada por ese mismo Congreso en 1834. José María de Rojas en la Biblioteca de escritores venezolanos contemporáneos (1875), relata sobre el poema “una improvisación: a una señorita” de JVG “Tus ojos belle Elenita crueles acreedores son, pues roban el corazón sin dar espera ni quita” improvisado en la casa del General Diego Ybarra, donde se servía una comida, a la que concurrió el Señor Rafael Arvelo en ese día cuando había promulgado el Congreso Venezolano una ley denominada “Ley de espera y quita”, cuando “prestar, esperar y quitar”, que era lo que hacían los usureros. Tanto la ley de libertad de contratos de 1834, como la de espera y quita de 1841, eran culpables de los grandes males de la economía nacional.

José María de Rojas en la Biblioteca de escritores venezolanos contemporáneos (1875), relata sobre el poema “una improvisación: a una señorita” de JVG “Tus ojos belle Elenita crueles acreedores son, pues roban el corazón sin dar espera ni quita” improvisado en la casa del General Diego Ybarra, donde se servía una comida, a la que concurrió el Señor Rafael Arvelo en ese día cuando había promulgado el Congreso Venezolano una ley denominada “Ley de espera y quita”, cuando “prestar, esperar y quitar”, que era lo que hacían los usureros. Tanto la ley de libertad de contratos de 1834, como la de espera y quita de 1841, eran culpables de los grandes males de la economía nacional.

Tras el triunfo de Falcón en la Guerra Federal, JVG se refugiaría en las letras bajo la protección del caudillo victorioso. Enfermo con arterioesclerosis de sus miembros inferiores y una gangrena complicada lo condujo a su muerte el 1 de octubre de 1866.

Maracaibo, miércoles 29 de enero del año 2025

 

martes, 28 de enero de 2025

Miguel López de Legazpi

 

Miguel López de Legazpi (1502-1572) fue un marino español  apodado “el Adelantado” y “el Viejo”, quien llegó al grado de almirante y fue el primer gobernador de la Capitanía General de las Filipinas, fundador de las ciudades de Cebú en 1565 y Manila en 1571. Miguel López de Legazpi nació en la localidad guipuzcoana de Zumárraga, actualmente en el País Vasco, España. Existen dudas sobre el año de nacimiento (1502, 1503, 1504, 1505 o incluso en 1510), y murió en Manila, siendo entonces Capitanía General de las Filipinas, parte del Imperio español, actualmente Filipinas, el 20 de agosto de 1572.

 

Hidalgo de la pequeña nobleza guipuzcoana, fue el segundo hijo de Juan Martínez López de Legazpi y Elvira de Gurruchategui. Su casa natal se conserva en Zumárraga. Su padre había luchado en Italia y en Navarra con las tropas de la corona de Castilla. Legazpi realizó estudios de letrado y fue concejal en el Ayuntamiento de Zumárraga en 1526, y luego fue escribano en la alcaldía mayor de Areria (Guipúzcoa), que ocupó a la muerte de su padre. El virrey de México, Luis de Velasco, lo define en una de sus cartas como hijohidalgo notorio de la casa de Lazcano..

 

En 1545 se trasladó a Nueva España, donde vivió durante veinte años. Ocupó diversos cargos en la administración del virreinato de Nueva España; fue escribano mayor en 1551 y alcalde mayor de la Ciudad de México en 1559. Antes había trabajado en la Casa de la Moneda en puestos de responsabilidad. Se casó con Isabel Garcés, hermana del obispo de Tlaxcala Julián Garcés, y de dicha unión nacieron nueve hijos (cuatro varones y cinco mujeres).

 

De 1528 a 1564 vivió en la Nueva España realizando diversos negocios a la par de que era funcionario del virreinato, lo que le permitió amasar una importante fortuna. Felipe II determinó que había que explorar la ruta desde Nueva España a las islas Molucas y encargó la expedición de dos naves a Luis de Velasco, segundo virrey de Nueva España, y al fraile agustino Andrés de Urdaneta, que era familiar de López de Legazpi, y quien ya había viajado por esos mares.

 

Las Filipinas, habían sido descubiertas en el primer viaje alrededor del mundo que realizaron Magallanes y Elcano (https://tinyurl.com/5ehzv897), caían dentro de la demarcación portuguesa según el Tratado de Tordesillas de 1494, pero aun así Felipe II quería rescatar a los supervivientes de la expedición anterior de Villalobos (1542-1544), que fue quien bautizó al archipiélago con el nombre de Filipinas en honor al, entonces príncipe, Felipe, el próximo rey Felipe II.

 

En 1564 López de Legazpi, ya viudo, fue puesto al mando de la expedición a propuesta de Urdaneta, siendo nombrado por el rey “Almirante, General y Gobernador de todas las tierras que conquistase”, aun cuando no era marino. La expedición la componían cinco embarcaciones y Urdaneta participaba en ella como piloto. Legazpi vendió todos los bienes, a excepción de la casa de México, para hacer frente a la expedición. Con cinco naves y unos 350 hombres, la expedición que encabezaba López de Legazpi partió del puerto de Barra de NavidadJalisco, el 21 de noviembre de 1564 después de que el 19 de noviembre se bendijeran la bandera y los estandartes​.


La expedición atravesó el Pacífico en 93 días y pasó por el archipiélago de las Marianas. El 22 de enero desembarcaron en la isla de Guam, conocida por isla de los Ladrones, que identificaban por el tipo de velamen de sus embarcaciones y canoas a los que ven. Legazpi compra alimentos a los nativos y toma posesión de la isla para la Corona española. El 5 de febrero zarpan rumbo hacia las llamadas Islas de Poniente, las Filipinas y el día 15 tocan tierra en la isla de Samar, donde el alférez mayor, Andrés de Ibarra, tomó posesión de la isla previo acuerdo con el dirigente local. El 20 del mismo mes se hacen de nuevo a la mar y llegan a Leyte, en donde Legazpi levanta el acta de rigor de toma de posesión, aún con la hostilidad de sus habitantes. El 5 de marzo llegan al puerto de Carvallán. La búsqueda de nuevas bases hizo que se fuesen extendiendo los dominios españoles en las diferentes islas, llegando a dominar gran parte del archipiélago, a excepción de Mindanao y de las islas de Sulú.

 

En una reunión deciden establecer un campamento para pasar el invierno en la isla de Cebú, toparon con los recelos del gobernador local, el Rajah Tupas, hijo del que años antes había liquidado a 30 hombres de la expedición de Magallanes en un banquete trampa. Tupas mandó a una fuerza de 2500 hombres contra las naves de los españoles. Después de la batalla, Legazpi volvió a intentar acordar su establecimiento pacífico y de nuevo fue rechazado.

 

Las tropas españolas desembarcaron al mando de Goiti y Juan de la Isla. Los navíos dispararon sus cañones contra el poblado, destruyendo algunas casas y haciendo huir a los habitantes. Legazpi iniciaría los trabajos del fuerte, que con el trazado del mismo el 8 de mayo. El rey Tupas acompañado por Tamuñán se presentó a Legazpi, quien los recibió en su barco La Capitana, para acordar la paz. El juramento de sangre, consistió en que el gobernador se sangró el pecho en una taza y lo mismo el Tupas y Tamuñán, y la sangre de todos tres se revolvió con un poco de vino, el cual se echó en tres vasos y lo bebieron todos los tres.


Legazpi enviaría a su nieto Felipe de Salcedo de vuelta a Nueva España y llevo  de cosmógrafo a Urdaneta, que informó del descubrimiento de la ruta de navegación por el norte del Pacífico hacia el este y se opuso a su conquista al caer dentro de los dominios asignados a los portugueses que mandaron una escuadra a la conquista de la recién fundada Villa de San Miguel, pero fue rechazada en dos ocasiones, en 1568 y 1569. Como respuesta a la expulsión española de las Molucas, Felipe II decidió mantener el control sobre las Filipinas. Para ello nombró a Legazpi gobernador y capitán general de Filipinas y envió tropas de refuerzo.

 

En 1567, 2100 españoles, llegaron a Cebú por órdenes del rey. Fundaron una ciudad y construyen el puerto de Fortaleza de San Pedro, que se convirtió en su puesto avanzado para el comercio con Nueva España y la protección contra rebeliones nativas hostiles y los ataques de los portugueses, que fueron definitivamente rechazados. Las nuevas posesiones fueron organizadas bajo el nombre de islas Filipinas.


Legazpi destacó como administrador de los nuevos dominios, en donde introdujo las encomiendas, tal como se hacía en América, y activó el comercio con los países vecinos, en especial con China, para lo que aprovechó la colonia de comerciantes chinos establecidos en Luzón desde antes de su llegada. La cuestión religiosa quedó en manos de los Agustinos dirigidos por fray Andrés de Urdaneta.

 

Después de proclamar a Manila capital del archipiélago de las Filipinas y de los dominios españoles del Lejano Oriente, López de Legazpi trasladó allí su residencia. Permaneció en Manila hasta su muerte el 20 de agosto de 1572. Miguel López de Legazpi falleció de un ataque cerebrovascular y en una situación económica precaria, sin saber que el rey Felipe II había firmado una Real Cédula por la que le nombraba Gobernador vitalicio y Capitán General de Filipinas y le destinaba una paga de 2000 ducados. Fue enterrado en la iglesia de San AgustínIntramuros, en Manila​. Este articulo va en honor a Eduardo Blasco Olaetxea, quien lucha en una UCI por seguir luchando por la vida mientras esperamos logre vencer.

 

Maracaibo, martes 28 de enero del año 2025

lunes, 27 de enero de 2025

Los estromatolitos


 

    En lugares de aguas tranquilas de la costa occidental australiana se han encontrado los estromatolitos –que no son otra cosa más que restos fosilizados de colonias microbianas-. Estas  estructuras minerales bioconstruídas, que finamente terminan estratificadas con una morfología laminar, originados por la producción, captura y fijación de partículas carbonatadas por parte de biopelículas de cianobacterias (https://tinyurl.com/rzjz3tww). Estas “colonias” tienen una morfología similar a las actuales, como si fuesen una memoria histórica de la Tierra en aquellos lugares donde aún persisten condiciones primitivas de vida.

Los estromatolitos son estructuras rocosas de forma laminar formadas por precipitación de minerales en las superficies de crecimiento de comunidades bacterianas –por lo común bacterias verdeazuladas–, que vuelven a formar nuevas láminas de crecimiento encima de los sedimentos minerales repitiendo así el ciclo y dando al conjunto un aspecto de “pastel de hojaldre” de color verdeparduzco.

Además de los estromatolitos fósiles, también se han hallado vestigios directos de microorganismos que podían haber vivido hace 3.000 millones de años. En Australia se han descubierto hileras de células agrupadas formando filamentos curvados que se asemejan extraordinariamente a los filamentos bacterianos de nuestros días. Antes de 3.800 millones de años es probable que la vida estaba ya en marcha y podría ser interesante preguntarnos… ¿Cómo fue y dónde se formó esa entidad vital de naturaleza mucho más simple que una bacteria?

Lo que parece claro, es que en algún momento –probablemente entre 4.000 y 3.500 millones de años– en la historia de la Tierra, algunos sistemas químicos pudieron convertirse en sistemas biológicos sencillos capaces de autorreplicarse y evolucionar, trasladando aquí la frase de A. Einstein, los sistemas “lo más simple posible”. En este aspecto, la “chispa” de la vida más probable surge de las proteínas y los ácidos nucleicos.

ADN y ARN, son los elementos que casi nadie pone en duda surgieron de una primitiva “poción mágica” (“la sopa primigenia”, de A. Oparin; (https://tinyurl.com/9duxy279)“la pequeña charca cálida”, según la terminología darwiniana) rica en sustancias orgánicas –de la que seguimos sin tener la “receta” completa– en un medio ambiente reductor, es decir, pobre en oxígeno.  ¿Cuál de ellos entró primero en escena?

Se cree que el período de tiempo transcurrido entre la formación de la Tierra y la aparición de las primeras células procariotas fue más rápido que el posterior perfeccionamiento de éstas hasta las células eucariotas. Se ha especulado que en el camino desde el primer protobionte hasta las células bacterianas, las arquebacterias pudieran ocupar el lugar reservado al antepasado universal común de los organismos vivos.

El interés por las arquebacterias procede de la posición intermedia que ocupan entre las eubacterias y los seres eucariotas ( https://tinyurl.com/tswu8h82 ), ya que tienen muy pocos rasgos propios, comparten con los otros dos reinos primarios una amplia variedad de características fenotípicas y poseen una lejana mayor diversidad filogenética. Todo ello ha hecho pensar que fuera una arquebacteria con un aparato genético desarrollado, capaz de obtener energía y sobrevivir en condiciones extremas, la que evolucionara de forma independiente hacia las eubacterias, por una parte, y hacia el componente nucleocitoplasmático de los eucariotas por otra.

Esto lo apuntala el hecho de que los principales grupos de arquebacterias reflejan probables orígenes en ambientes particularmente extremados que parecen no haber sido raros en etapas muy tempranas de la Tierra: cráteres volcánicos hidrotermales, géiseres, fumarolas, “charcas” con grados de salinidad o acidez extremos, depósitos subterráneos profundos –incluidas fracturas del piso oceánico– y otros hábitats marginales.

Este artículo se apoya en el conocimiento de que todos los seres vivos que podemos ver a simple vista están hechos de las mismas células complejas con orgánulos internos llamadas eucariotas. Una persona puede poseer un conjunto de 30 billones de células eucariotas. Todas las plantas, animales y hongos son eucariotas. También resume en parte en lo publicado en “La historia oculta de los últimos 75.000 años” (Edit: Kos, Comunicación Científica y Sociedad, Madrid.

Cuando Charles Darwin publicó en 1859, El origen de las especies, sostenía que habría habido solo un progenitor para todas las formas de vida. Afirmó, que la idea del ancestro común, debería ser un principio fundamental de la teoría evolutiva. el último antepasado común universal, es conocido por sus siglas en inglés LUCA (last universal common ancestor). Es el hipotético primer ser vivo del cual descienden, o diría mejor, descendemos, todos los seres vivos existentes. Según relojes moleculares recientes, las arqueas y bacterias divergieron a finales del eón Hádico-una división informal de la escala temporal geológica, es la primera división del Precámbrico-hace aproximadamente 4100 millones de años, ​lo que implica que LUCA tuvo que haber vivido hace 4.250 millones de años según las estimaciones.

Hace más de 1.450 millones de años según sabemos, la vida comenzó a desarrollar la capacidad de metabolizar el oxígeno, tema este del que ya hemos conversado (http://bit.ly/2jx2WSY) en este blog. Cuando una célula arqueal envolvió a una bacteria, se estrenaría un nuevo equilibrio lo que dio lugar a que estos dos organismos evolucionaran juntos. Algunos otros organismos como hongos, amebas o de linajes ciliados en entornos anaeróbicos, han perdido la capacidad de respirar con el tiempo. 

Los científicos también descubrieron que el Henneguya salminicola (ver) que es una especie de parásito mixosporano de ciertas especies de salmones del género Oncorhynchus, había desarrollado una especie de órganos parecido a las mitocondrias que se caracterizan por poseer unos pliegues en la membrana interna que, normalmente, no se aprecian en las mitocondrias convencionales. Existe otro parásito similar, el Myxobolus squamalis, que a diferencia del diminuto cnidario, este si mostraba genoma mitocondrial.

Henneguya salminicola, vive en el tejido del salmón y evolucionó de tal forma que ya no precisa oxígeno para producir energía en su metabolismo. Este fue un descubrimiento que demuestra como la respiración aeróbica, una de las vías metabólicas más importantes, no es ubicua entre los animales.

Hasta ahora, se creía que todas las plantas y animales usaban oxígeno para generar un combustible llamado trifosfato de adenosina (ATP), que impulsa los procesos celulares y que tiene lugar en unas estructuras celulares llamadas mitocondrias. Sin embargo, el estudio de Henneguya salminicola, demostró que este diminuto animal de apenas 10 células perdió en algún momento sus mitocondrias y no basa su producción de energía en alguna de las formas hasta ahora conocidas entre los organismos pluricelulares. 

Una de las grandes interrogantes que tienen los científicos es cómo puede sobrevivir este organismo sin oxígeno, y una de las tesis es que la salminicola perdió sus mitocondrias como un mecanismo evolutivo, ya que, al vivir dentro del salmón, se desarrolla en un ambiente desprovisto de oxígeno y así, según el estudio, al perder el genoma mitocondrial, ahorra energía al no tener que copiar genes para funciones que ya no necesita. Los científicos suponen que, en cambio, el parásito podría absorber de alguna forma la energía del salmón, aunque se desconoce aún de qué forma.

Finalmente recordemos que inicialmente, y muy curiosamente, los primeros organismos en nuestro planeta comenzaron a desarrollar la capacidad de metabolizar el oxígeno, es decir, a respirar, en algún momento hace más de 1.450 millones de años. Para Dayana Yahalom y col (Proc Natl Acad Sci U S A, 2020 Mar 10;117(10):5358-5363) H. salminicola ha perdido prácticamente todos los genes nucleares involucrados en transcripción y replicación del genoma mitocondrial, así la investigación descrita en 2020, señala como la adaptación de los seres en un medio anaerobio no es un fenómeno único en la especie animal de un eucariota unicelular y se ha visto también en otros parásitos multicelulares cuyo mejor ejemplo en el H. salminicola.

Maracaibo, el día lunes 27 de enero del año 2025