martes, 5 de enero de 2021

“The Apartment” de Billy Wilder



The Apartment” de Billy Wilder
 

El martes 23 de junio, hace ya seis años (2015) escribí en el blog sobre The Apartment (en España, El apartamento; en Argentina y en México, Piso de soltero) una película que fue filmada después de Some Like it Hot (Una Eva y dos Adanes) aquel filme en el que Jack Lemmon con Tony Curtis y Marilyn Monroe venían de haber sido parte de esa película de 1959 que sería aclamada mundialmente como una de las mejores comedias dirigida y producida por Billy Wilder. The Apartment vino a representar en la filmografía de Billy Wilder, quizás la más negra y menos ligera que lo habitual de sus películas, pero posiblemente es la más wilderiana de todas.

The Apartment fue propuesta como candidata a 10 premios Óscar y ganó cinco, incluyendo el de mejor película, mejor director y mejor guion original. Está en el primer puesto de la lista de las grandes comedias del American Film Institute y es la número 14 en la Lista de las 100 mejores películas americanas. Lemmon y MacLaine también fueron candidatos al premio Óscar y ganaron Globo de Oro por sus interpretaciones. The Apartment ha llegado a ser considerada como una de las mejores películas, de todos los tiempos. En 1994, fue considerada “cultural, histórica y estéticamente significativa” por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry. La película fue la base del musical de Broadway Promises, Promises.

Billy Wilder decidió llevarse a Jack Lemmon para que protagonizara el proyecto que tenía en mente donde el reparto lo completaban la joven Shirley McLaine y Fred McMurray quien ya había trabajado con Wilder en Double Indemnity(1944). La magistral dirección de Wilder con la música inolvidable de Adolph Deutsch y una excelente fotografía de Joseph Laselle fue complementada con un guión satírico para la actuación de los personajes donde el director lograría crear una clima de melancolía, nocturnidad y amargura al abordar temas profundos como la deshumanización, la explotación laboral, la jerarquía social, la soledad, la infidelidad, la honradez, la dignidad y la búsqueda amorosa. La historia que se cuenta se inspiró en parte en el guion que había escrito Noël Coward para la película de 1945 Breve encuentro, que era una ampliación de su obra de teatro en un solo acto Still Life, de 1936.

The Apartment resultó ser una obra maestra de la cinematografía donde el maestro Billy Wilder nos muestra una comedia que se transforma en un drama agridulce. Los intérpretes del filme fueron: Jack Lemmon (Buxter) un tipo sencillo, solitario y taciturno, preocupado por los problemas de los demás, sobre todo, por los de la señorita Kubelik, quien no deja de caer en la trampa de su amante, que le promete que dejará a su mujer para quedarse con ella, una y otra vez. Buxter, en realidad está enamorado sin esperanzas de la amable ascensorista llamada Fran Kubelik (Shirley MacLaine), personaje femenino principal como una muchacha sensible y encantadora pero enamorada de un hombre casado, el vértice del triángulo representado por Fred MacMurray.

The Apartment,(1960), será siempre uno de los grandes títulos del maestro Billy Wilder, y de la historia del cine. Los personajes de C.C Baxter, la señorita Kubelik y su partida de cartas, o la preparación de “espaguetis a la raqueta” siempre serán momentos de los más emblemáticos del cine. En 2015 la película había cumplido 55 años -se estrenó en 1960- y  sigue siendo tan fresca, elegante, divertida, melancólica y romántica como entonces. La elocuencia narrativa de Billy Wilder, su espectacular puesta en escena, la fantástica banda sonora firmada por Adolph Deutsch y la brillantez y encanto de sus dos protagonistas la convierten en una delicia absoluta, de esas que hay que revisar, como mínimo, una vez al año. 

El filme presenta una trama aparentemente sencilla, pero en el fondo esconde una complejidad exquisita de inteligentes diálogos y comedia agridulce. La rutina, la bondad y la ingenuidad están reflejados en el personaje de C.C Baxter, vértice principal de ese triángulo amoroso, que a pesar de sus intentos de evolucionar, conseguir un mejor empleo y conquistar a la chica de sus sueños, se dará cuenta de que para conseguirlo, deberá dejar de ser él mismo, aunque no le guste demasiado quien es. Con The Apartment,  además de enseñarnos que los spaghetti se pueden escurrir en raquetas de tenis, Billy Wilder habla como nadie sobre el ser humano, sus deseos, aspiraciones y miedos, a través de unos personajes arquetípicos sí, pero que evolucionan de forma coherente, hacia adelante y sin perder nunca sus objetivos. 

El final es mítico, brillante y único. Mostrado en un único plano, contado en un par de frases y dificilísimo de explicar y transmitir su magia en un texto como este, como ocurre con toda la cinta. Las obras maestras son difíciles de explicar y analizar, porque aparte de lo evidente, hay algo en ellas que parece estar impregnando todos sus fotogramas para lo que no existen palabras.

Maracaibo, martes 5 de enero del año 2021

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