sábado, 30 de enero de 2021

Juancho, de Río Caribe.



Juancho, de Río Caribe.

Río Caribe es un pueblo venezolano costero situado al oriente de Venezuela, en la margen norte de la Península de Paria, en el Estado Sucre. Se atribuye su fundación a Diego de Brito, quien levantó el caserío en 1647 con vecinos provenientes de Cumaná y de la isla de Margarita. La iglesia de San Miguel Arcángel, se terminó de edificar en 1717. A partir de 1630 los franceses atraídos por la riqueza perlífera al igual que los holandeses e ingleses, se habían dedicado a la piratería y otros más honorables, franceses, se asentaron en Río Caribe unieron a las causas independentistas o de colonización.

A fines del siglo XVIII comenzaría a producirse el arraigo de los corsos en aquella zona de la Península Paria del Estado Sucre en Venezuela. La necesidad de abastecerse de madera, tabaco, alimentos, ganado vacuno y otros que se podían conseguir en Paria por ser el sitio más cercano y que por otra parte estaba bastante aislado de la Provincia de Nueva Andalucía a la que pertenecía, los corsos comenzarán a incrementar las relaciones con los lugareños e impulsan el auge comercial.

Por esta región comienza la entrada de los franceses de origen corso, ya sea por Río Caribe, Güiria o por Carúpano, que eran ya puertos comerciales y así se fue como Río Caribe iría levantando su economía propia; se cultivaba la caña de azúcar, el café y el cacao que comerciaban desde las islas antillanas.  En Paria había menos competencia y muchos de ellos se convirtieron en agentes de casas comerciales. Los primeros en llegar se fueron los Oletta, nombre también de un pueblo corso. Luego otros corsos irán llegando traídos, bien por los parientes establecidos en la región o por su propia voluntad, pero siempre estimulados por las noticias alentadoras que los primeros hacían llegar a Córcega.

Así, gran cantidad de franceses de origen corso vinieron a radicarse especialmente a esa zona del estado Sucre, donde formaron hogares honorables y ofrecieron ejemplos de sentimientos generosos, que aún hoy en día se hacen notar en los lugares donde se establecieron como en Carúpano, Río Caribe, El Pilar, Yaguaraparo, Irapa, Güiria y Cariaco entre otros. La técnica del cultivo del cacao fue mejorada por los corsos franceses incrementando sensiblemente la producción. En este período se observa un desarrollo económico en Carúpano, que lo convierte en un dinámico puerto. Para el año 1827, se detectan en Carúpano, Río Caribe y Güiria los siguientes apellidos corsos controlando la actividad comercial: Oletta, Morandi, Lucca, Franceschi, Prosperi, Grisanti, Paván, Luigi, Pietri, Padovani, Cipriani y Giusti entre otros.

Para finales del siglo XIX, ya Río Caribe junto a Carúpano y Güiria eran pueblos sólidos desde el punto de vista social, cultural y político, es por eso que Paria es una región histórica por excelencia y distinguida por una cultura que se ha entremezclado con el pueblo nativo que los acogió. Hoy en día “los nobles labradores de una hermosa isla mediterránea” son inseparables del proceso histórico y conforman una historia que comenzando en las Antillas francesas en los siglos XVII y XVIII.

Río Caribe tiene un puerto pesquero de importancia para el Estado. Además del cultivo del cacao, allí se realizan pequeñas actividades agroindustriales con producción y procesamiento de plátanos y maíz. A 30 km de su costa, se sitúa una importante cuenca gasífera, con reservas de petróleo liviano. Posee un puerto de cabotaje nacional e internacional, que permite el desarrollo de la actividad pesquera de esta localidad. También poseía funciones comerciales, bancarias y de servicios, que permiten dar facilidades al turista que visita la región en una zona que es protectora de tortugas marinas con sus hermosas playas Medina y Pui Pui, aptas para la práctica del surfing

 


El apellido Otaola es de origen vasco, gipuzkoano, de Eibar y Azpeitia en Euskadi, y el apellido Paván que tiene un origen italiano. Ambos apellidos se enraizaron en Río Caribe. Juan M. Paván, fue un empresario destacado en Venezuela, quien trajo la primera planta eléctrica del Oriente (Río Caribe), fundador del Teatro Elena, productor de Cacao (Cangua). El Dr. Juan Otaola Rogliani 1887-1956 fue médico de Oriente, diputado al Congreso Nacional. Lleva su nombre del Ambulatorio Carúpano. El doctor Juancho Otaola Paván fue el ingeniero constructor del puente sobre el lago de Maracaibo, del puente de Angostura, de la represa de Guri en su segunda etapa y de la presa Macagua 2, fue ministro del Ambiente y de los Recursos Naturales y Renovables y construyó la Torre Reloj de la UCV.

En 1940, tras graduarse de bachiller en el Colegio Federal de Asunción en el Estado Nueva Esparta, Juancho Otaola Paván viajó a la capital para estudiar Ingeniería Civil en la Universidad Central de Venezuela(UCV) y culminaría su carrera con el título de Ingeniero Civil el año 1945. Comenzó trabajando en la UCV como profesor y en proyectos de la Cuidad Universitaria, como el estadio de béisbol, los corredores cubiertos y el llamativo Torre del Reloj de la UCV. Pronto se incorporaría al mercado laboral trabajando en el Instituto Nacional de Obras Sanitarias (INOS) y en el Ministerio de Obras Públicas (MOP).

En los años 50 ha creado sus propias empresas Otaola-Benedetti y Precomprimido CA. Hace los cálculos estructurales del hotel Tamanaco, del Viaducto Nueva República y el de la Autopista Valle-Coche, el Edificio del Teatro del Este y el proyecto estructural de la Concha del Teleférico de Maripérez. En 1956 concursa para el proyecto del puente General Rafael Urdaneta y entre 12 licitaciones de puentes de acero, la empresa Precomprimidos CA de Juancho y sus socios ale manes Julius Berger Co, presentaron una propuesta de hormigón armado y pretensado con 8678 m de largo y 36 pilares. La obra se detuvo a la caída del régimen de Pérez Jiménez en 1958, pero se licitó de nuevo y se concluyó sin retrasos en solo 40 meses. En 1964 un taquero con 268000 barriles de crudo de petróleo chocó contra dos pilares del puente y se desprendieron 268 metros de su plataforma, pero la empresa de Juancho Otaola en unos dos meses realizó las necesarias reparaciones.

En el sur de Venezuela, la Corporación Venezolana de Guayana(CVG) va a ser muy importante en la década de los 60. La explotación hidroeléctrica de Caroní tendrá como protagonista y participante activo al ingeniero Otaola. Su empresa construyó el puente sobre el río Orinoco, el puente de Angostura construido contra la corriente el río con 1500 metros de largo. Precomprimidos CA construyó la Torre de Enfriamiento, el dique y la Petroquímica de Morón, el puente de Guanta, el Terminal de Ferry de Carúpano, el Terminal de Ferry de la Vela de Coro y el muelle internacional de Guiria en el Estado Sucre.

En Caracas contruirían la sede de los Tribunales, muchos de los elevados de la ciudad que se instalaban en tiempo record de 72 horas. En la década de los 70 participaría en la construcción de uno de los complejos hidri¿oeléctricos más importantes del mundo, la represa Raúl Leoni en Gurí, construyo las pilas y el aliviadero y ganaron el premio nacional de construcción por la casa de máquinas de Gurí. Luego, Juancho haría las fundaciones de segundo puente sobre el río Caroní y en 1978 el terminal portuario para SIDOR en Matanzas, Ciudad Guayana con unos cilindros de nueve pisos de altura que se llavaron a su sitio por el río con un ahorro para SIDOR del 25% del costo previsto.

Juan Otalola defendía a sus trabajadores con la misma fe y determinación que le imprimía a todas las tareas a las que se enfrentaba. Desde la represa del Turimiquire en Sucre hasta la represa de Uribante Caparo en Táchira, o la tubería submarina a la isla de Coche, o las represas de Macagua II y Macagua III; todas estas obras de envergadura salieron de su experimentada y activa labor para engrandecer a Venezuela. Juancho Otaola sin lugar a dudas dejo un gran legado como un ingeniero en de su país con todas sus obras y en este momento cuando  padecemos por un proceso inflacionario crónico y el país padece por el total deterioro de todas su instituciones,  la historia nos obliga a recordar a Juan Francisco Otaola para llamar la atención a la urgente necesidad de resucitar a Venezuela.

Maracaibo, viernes 29 de enero, 2021

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