Isaac Asimov
Un escritor estadounidense muy conocido que se destacó en el género de la ciencia-ficción y de la divulgación científica fue Isaac Asimov (Petrovichi, Smoliensk) había nacido en la URSS en 1920 y falleció en EUA en 1992. Hijo de una familia de molineros judíos, fue primogénito de Judah Asimov y Anna Rachel Berman, tras superar una neumonía que afectó a otros dieciséis niños, de los cuales no sobrevivió ninguno, Isaac emigró junto a sus padres a los Estados Unidos, y concretamente a Nueva York, donde la familia se estableció en Brooklyn. Algunos biógrafos fijan erróneamente su nacimiento el día 4 de octubre de 1919, pero su madre modificó esta fecha con el propósito de que el pequeño Isaac pudiese ingresar en la enseñanza pública un año antes del que le correspondía por su edad.
A comienzos de 1923, la familia Asimov abandonó la Unión Soviética para trasladarse a los Estados Unidos de América, e instalados, en el barrio neoyorquino de Brooklyn habitado en su mayor parte por ciudadanos hebreos, los Asimov salieron adelante en su nuevo país gracias a una tienda de dulces, negocio que poco a poco fue prosperando y mudando de ubicación. En aquel negocio, se ponían a la venta publicaciones de ciencia ficción que el jovencísimo Isaac comenzó a devorar con curiosidad tan pronto como hubo aprendido a leer. Con el correr de los años, algunas de esas revistas saldrían a la calle llevando en sus portadas su propio nombre.
La precocidad intelectual del niño animó a sus padres a facilitarle temprana formación escolar, e ingresó, en 1925, en una escuela pública de Nueva York. Cursó luego la secundaria en la East New York Junior High School, donde se graduó en 1930; luego en la Boys High School, permaneció hasta 1935, y una vez completados sus estudios de bachillerato, estuvo listo para matricularse con tan sólo quince años de edad en la universidad de Columbia. Al cabo de cuatro años Isaac Asimov obtuvo el título de Licenciado en Química y posteriormente, se licenciaría en Ciencias y Artes y obtuvo un doctorado en Filosofía. Sus padres esperaban que se dedicara a la Medicina, pero Asimov decidió su futuro profesional cultivando la literatura.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Asimov trabajó para la Marina estadounidense en unos laboratorios de Filadelfia. En 1942 contrajo matrimonio con Gertrudis Blugerman, con la que tendría dos hijos. Después de la guerra, Asimov abandonó su puesto en la Marina y siguió estudiando Bioquímica en la Universidad de Columbia, donde se doctoró en 1948. Al año siguiente ingresó en el claustro de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, como docente en calidad de profesor ayudante de Bioquímica, materia que continuó explicando durante casi un decenio (1949-1958).
Fue un escritor prolífico. La obra futurista de Asimov ha gozado de gran popularidad por el equilibro que consigue entre el estilo, la imaginación literaria y el mundo tecnológico y científico. Continuador en una línea actualizada de los clásicos del género Julio Verne y H. G. Wells, Asimov estuvo orientado en ocasiones hacia la visiones distópicas más características del siglo XX como las de Aldous Huxley, George Orwell y Ray Bradbury. En 1939 empezó a publicar cuentos de ciencia ficción en las revistas especializadas, imponiéndose en pocos años como el principal representante de este género, con la visión del mundo futuro y de nuevas formas de organización social basadas siempre en premisas de carácter científico, más o menos futuristas y en los avances tecnológicos correspondientes.
Entre 1942 y 1949 Asimov publica en Astounding Science Fiction los relatos que después constituirán su Trilogía de las Fundaciones, compuesta de Fundación (1951), Fundación e Imperio (1952) y La segunda Fundación (1953). Este poderoso corpus de historias se centra en la decadencia de un enorme Imperio galáctico de origen terrestre de científicos y psicólogos donde Asimov ha creado la "psicohistoria", una nueva ciencia para predecir los comportamientos futuros de las masas. En 1983 publicó una continuación de la Trilogía, Los límites de la Fundación. Entre sus varias novelas de los años cincuenta, a menudo sólo parcialmente logradas, destacan Abismos de acero (1953) y El sol desnudo (1957), en donde Asimov asocia con éxito la ciencia ficción con la investigación policíaca, y crea el personaje del detective Elijah Baley, quien es auxiliado en su trabajo por un robot.
En sus relatos de robots, recogidos en Yo, Robot (1950) y El segundo libro de robots (1964), Asimov fijó las tres leyes de la robótica, que ponen al robot al servicio total del hombre, en aras de un interés superior para la Humanidad. Pero mientras los robots evolucionan hacia un modelo androide de inteligencia y lucidez moral superiores a las de los hombres, que movidos por sus impulsos egoístas, incuban una profunda hostilidad hacia ellos.
Con sus más de 500 trabajos literarios, su lugar en la ciencia ficción estaba más que asegurado, pero su otra gran pasión literaria, fue el misterio. Asimov era iembro de The Baker Street Irregulars, la principal organización de entusiastas de Sherlock Holmes, y él escribió un ensayo según el cual el ficticio libro del profesor Moriarty The Dynamics of an Asteroid ocultaba la destrucción de un planeta habitado por una especie inteligente. Confesó también su predilección por Agatha Christie. De la fusión entre misterio y ciencia surgió su destacado papel como escéptico, miembro fundador del hoy denominado Committee for Skeptical Inquiry (CSI).
Quizá el más singular y desconocido interés de Asimov fue su frustrada incursión en el género musical. En 1974 Paul McCartney le propuso escribir una película sobre una banda de rock que era suplantada por invasores alienígenas. Sin ser un amante del rock, Asimov aceptó el desafío, que se plasmó en un esbozo de guion en el que no incluyó el borrador de diálogo que le había entregado McCartney. Con su orgullo probablemente herido, el exBeatle arrinconó aquel proyecto, que hoy yace en los archivos de la Universidad de Boston esperando a ser redescubierto.
En 1970, Isaac Asimov se separó de su esposa Gertrude para casarse, tres años después, con Janet Opal Jeppson. A comienzos de la década de los noventa, a raíz de una intervención quirúrgica motivada por una grave afección prostática, Isaac Asimov se vio obligado a reducir su intensa actividad creativa e investigadora. Javier Yanes publicaría en internet (2019) como el 7 de abril de 1992 el diario The New York Times publicaba el obituario de Asimov, fallecido el día anterior por fallo cardiaco y renal, según su hermano Stanley. Solo diez años después se supo que murió de sida, a causa del virus contraído por una transfusión de sangre durante una operación en 1983. Un personaje digno de su mejor ficción, incluso más allá de su muerte.
Maracaibo, sábado 9 de enero 2021
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