miércoles, 19 de enero de 2022

Urano el gigante helado

Urano el gigante helado

En la mitología griega, Urano (Ouranos) es un dios y titán personificador del cielo. Su equivalente en la mitología romana era Caelus.  Urano era hijo y esposo de Gea, la Madre Tierra, y según Hesíodo en la Teogonía, Gea había concebido a Urano por sí misma. Urano y Gea fueron los padres de la primera generación de titanes, y son los ancestros de la mayoría de los dioses griegos.

Urano es el séptimo planeta del sistema solar, el tercero de mayor tamaño, y el cuarto más masivo. Recibe su nombre en honor a Ouranos, uno de los titanes quien era el padre de Crono (Saturno) y el abuelo de Zeus (Júpiter). Aunque es detectable a simple vista en el cielo nocturno, no fue catalogado como planeta por los astrónomos de la antigüedad debido a su escasa luminosidad y a la lentitud de su órbita, (un año en Urano equivale a unos 85 años en la Tierra).

Urano ya se había observado en muchas ocasiones antes de su descubrimiento como planeta, pero generalmente se había confundido con una estrella. La observación más antigua de la que se tiene referencia data de 1690 cuando John Flamsteed observó el planeta hasta seis veces, catalogándolo como «34 Tauri». El astrónomo francés Pierre Charles Le Monnier, observó a Urano en doce ocasiones entre 1750 y el 1769. Para el año 1738 el astrónomo inglés John Bevis dibujó al planeta Urano como tres estrellas en posiciones sucesivas, sin embargo Bevis no detectó los rasgos de planeta. A raíz de las distintas observaciones hechas a estas fechas se les conoce en la Astronomía como la era de los predescubrimientos. 


Sir William Herschel observó el planeta el 13 de marzo de 1781 desde su casa ubicada en 19 New King Street en el pueblo de Bath (Condado de Somerset), ​ aunque en un principio en abril reportó que se trataba de un «cometa» Herschel «se dedicó a hacer una serie de observaciones sobre el paralaje de las estrellas fijas», utilizando un telescopio diseñado por él mismo y escribió en su diario. El 17 de marzo escribió, “Busqué el cometa o estrella nebulosa y he descubierto que es un cometa puesto que ha cambiado de lugar”. Cuando presentó su descubrimiento en la Royal Society, continuó afirmando que había descubierto un cometa a la vez que lo comparaba implícitamente con un planeta. Herschel notificó su descubrimiento a Nevil Maskelyne que, desconcertado, le respondió el 23 de abril: “No sé cómo llamarlo. Es igual de posible que sea un planeta regular moviéndose en una órbita casi circular alrededor del sol como un cometa moviéndose en una elipsis muy excéntrica. Todavía no le he visto ninguna cola”.​

Mientras que Herschel continuaba describiendo prudentemente su nuevo objeto como cometa, otros astrónomos ya habían empezado a sospechar que no lo era. El astrónomo ruso Anders Johan Lexell estimó que no se había observado ningún cometa con un perihelio que llegara a cuatro veces la distancia Sol-Tierra. El astrónomo berlinés Johann Elert Bode describió el descubrimiento de Herschel como “una estrella móvil que podría ser un objeto parecido a un planeta desconocido hasta ahora, que circula más allá de la órbita de Saturno”. Bode concluyó que su órbita prácticamente circular era más propia de un planeta que de un cometa.

Pronto se aceptó universalmente la idea de que el nuevo objeto era en sí un nuevo planeta. En 1783, el mismo Herschel reconoció este hecho al presidente de la Royal Society Joseph Banks y dijo: “pero yo tuve el honor de señalarles el marzo de 1781, es un planeta primario de nuestro sistema solar”.​ En reconocimiento a su contribución, el rey Jorge III concedió a Herschel una renta anual de doscientas libras a condición de que se trasladara a Windsor para que la familia real tuviese la posibilidad de mirar el planeta a través de sus telescopios.

Siglos más tarde y en ocasiones consecutivas, Urano fue observado en el cielo por distintos astrónomos, sin embargo era confundido con una estrella. Hubo que esperar hasta el 13 de marzo de 1781 cuando el astrónomo William Herschel anunciara el descubrimiento del que sería el primer planeta descubierto por un telescopio, y no por la trayectoria que describía en el cielo, tal y como fueron descubiertos el resto de planetas conocidos hasta entonces.

Urano es un planeta que está dentro de la categoría de los planetas gigantes. Sin embargo, debido a su composición, rica en hidrógeno, helio y metano, muy parecida a la de Neptuno, pero diferente a la de Júpiter y Saturno. Los astrónomos catalogan a este coloso en la categoría de los gigantes helados. Al igual que su gemelo, Neptuno, la atmósfera de Urano, es rica en hidrógeno, es bastante densa, y es la más fría de todo el sistema solar. Urano está surcado por violentos vientos que pueden alcanzar hasta los 900 kilómetros por hora; hay abundantes trazas de metano en la atmósfera que le otorga al planeta sus colores característicos Urano, es “aguamarina” y azul ultramarino el color de Neptuno, como si fueran dos enormes océanos esféricos suspendidos en la inmensidad del cosmos.

Urano es aproximadamente cuatro veces más ancho que la Tierra. Si la Tierra fuera una manzana grande, Urano sería del tamaño de una pelota de baloncesto. Urano orbita alrededor de nuestro Sol. Es el séptimo planeta desde el Sol a una distancia de aproximadamente 2.900 millones de kilómetros. Urano tarda 17 horas en rotar una vez (un día uraniano), y unos 84 años terrestres para completar una órbita del Sol (un año uraniano). Urano es un gigante de hielo. La mayor parte de su masa es un fluido denso de materiales "helados", agua, metano y amoníaco, sobre un núcleo rocoso. Tiene una atmósfera compuesta principalmente de hidrógeno molecular y helio atómico, con una pequeña cantidad de metano.

La Voyager 2 es la única nave espacial que ha sobrevolado al planeta Urano. Ninguna nave espacial había orbitado este planeta distante para estudiarlo a fondo y de cerca. El 24 de enero de 1986, las imágenes del Voyager 2 mostraron a Urano como un planeta sin ninguna característica especial de luz visible e incluso sin bandas de nubes o tormentas asociadas con los otros gigantes. Sin embargo, los observadores terrestres han visto señales de cambios de estación y un aumento de la actividad meteorológica en los últimos años a medida que Urano se acerca a su equinoccio. Las velocidades del viento en Urano pueden llegar o incluso sobrepasar los 250 metros por segundo (900 km/h).

Al igual que Venus, Urano gira de este a oeste. Pero Urano es único en que gira de lado. Es el único planeta cuyo ecuador está casi en ángulo recto con su órbita, con una inclinación de 97.77 grados, posiblemente el resultado de una colisión con un objeto del tamaño de la Tierra hace mucho tiempo. Esta inclinación única causa las estaciones más extremas conocidas en el sistema solar. Durante casi un cuarto de cada año uraniano, el Sol brilla directamente sobre cada polo, hundiendo a la otra mitad del planeta en un oscuro invierno de 21 años.

El sistema de Urano tiene una configuración única puesto que su eje de rotación está muy inclinado, por lo tanto, sus polos norte y sur se encuentran en donde la mayoría de los otros planetas tienen el ecuador. Urano tiene 13 anillos conocidos. Los anillos interiores son estrechos y oscuros y los anillos externos son de colores brillantes. Vistos desde la Tierra, los anillos de Urano parecieran rodear el planeta como una diana, y los satélites giran a su alrededor como las agujas de un reloj, aunque en 2007 y 2008, los anillos aparecían de lado.

Urano tiene 27 satélites naturales conocidos. Los satélites son conglomerados de roca helada, compuestos en un cincuenta por ciento por hielo y en un cincuenta por ciento por roca (aproximadamente). El hielo podría tener dióxido de carbono y amoníaco. Los nombres de estos satélites se llaman en honor de los personajes de las obras de Shakespeare y Alexander Pope. ​ Los cinco satélites principales son Miranda, Ariel, Umbriel, Titania y Oberón.

Urano es similar en composición a Neptuno, ambos tienen una composición diferente de los otros dos gigantes gaseosos Júpiter y Saturno. La atmósfera de Urano, aunque es similar a la de Júpiter y Saturno por estar compuesta principalmente de hidrógeno y helio, contiene una proporción superior tanto de “hielo” como de agua, amoníaco y metano, junto con trazas de hidrocarburos. Esto crea la atmósfera planetaria más fría del sistema solar, con una temperatura mínima de 49 K (-224 °C). Asimismo, tiene una estructura de nubes muy compleja, acomodada por niveles, donde se cree que las nubes más bajas están compuestas de agua y las más altas de metano. En contraste, el interior de Urano se encuentra compuesto principalmente de hielo y roca.

Maracaibo, miércoles 19 de enero del año 2022

 

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