Pintores del período gótico
El viernes, 6 de octubre de 2017 en este blog hablé sobre Giotto di Bondone (1267- 1337), arquitecto y pintor italiano, quien fue el primero en superar las tendencias bizantinas de la pintura que habrían de iniciar la gran revolución artística del Renacimiento. Sus obras crearon el punto de inflexión entre el arte bizantino de la Baja Edad Media y el arte realista y humanista que floreció en el Renacimiento. Este periodo gótico del arte medieval al cual se refiere este artículo se extendió durante más de doscientos años.
Alrededor del año 1200, casi 30 años después de haberse iniciado la arquitectura y la escultura gótica, en aquella transición imprecisa del arte románico al gótico, se puede fijar los comienzos la pintura, que inicialmente existía con un estilo sombrío, oscuro y emotivo. El color blanco de la cal y el negro del hollín, con pigmentos como el ocre amarillo, el verde, y el azul darían inicio a cambios en la pintura. El impulso decisivo de la pintura realista cristiana se produjo en la Italia septentrional de finales del siglo XIII y fue diseminándose por el resto de Europa.
El muro fue el primer espacio propio o ámbito donde se desarrollaron las artes del dibujo y del color en el gótico. Durante la Baja Edad Media se desarrollaría el arte de los vitrales de las catedrales e iglesias, y paralelamente con la arquitectura gótica, los ventanales y tracerías o encajes de piedra con vitrales de color. El arte gótico desprendido de los convencionalismos y amaneramientos bizantinos y románicos, no tomaría como ideal de belleza el arte griego ni del arte romano antiguo. La pintura del gótico fue eminentemente religiosa y surgió predominando en Francia para irse expandiendo hacia Italia y en toda Europa Occidental mezclándose con otros estilos ya existentes. Es por ello por lo que solo se puede ver un arte gótico puro en Francia y tres artistas fueron los pintores más destacados de esa época. Giotto di Bondone, Duccio di Buoninsegna y Simone Martini.
El gran maestro de esta escuela es Giotto di Bondone (h. 1266-1337), al que se considera como (https://bit.ly/3GrXlIj) auténtico iniciador de la pintura moderna. Es Giotto quien busca representar el espacio correctamente, así como adecuar las expresiones y los gestos en relación con el estado de ánimo del personaje. Giotto tenía un gran poder para organizar toda una escena en torno a una imagen central, como puede verse en una de sus obras más famosas, el Beso de Judas. Giotto además de ser pintor también era arquitecto. La obra más antigua de Giotto son los frescos de la Iglesia superior de Asís. El año 1304 el pintor se mudó a Padua, y en 1317 comenzó a realizar obras en las dos capillas de la Iglesia Santa Croce en Florencia, y mucho después trabajó en Nápoles y también en Milán y particularmente en la catedral de Florencia.
Duccio di Buoninsegna fue sin duda el artista más importante en Italia,(ver) y desde entonces se le ha considerado como el más influyó en el estilo gótico. Sus representaciones se caracterizaban por el aire religioso con gran sensibilidad, habilidad, calidad y la intensidad sentimental de sus obras. Aunque su obra más famosa -la única que está firmada- está en Maestà (1308 a 1311), otras obras pictóricas son la Rucellai Madonna en el año 1285 y la adoración de los Magos en el año 1311.
Simone Martini: fue discípulo de Duccio, recibió influencias florentinas y pasó a desarrollar un estilo propio que le hizo famoso en su época (ver). Realizó obras en Siena, y en Avignon para los papas. Sus principales obras son la Anunciación, el Descendimiento de la cruz, la Piedad, y Lamentación sobre Cristo Muerto. Se desconoce el lugar y la fecha de nacimiento de Martini, aunque es probable que viera la luz en Siena hacia el año 1285. Se cree que Martini era alumno de Duccio di Buoninsegna el pintor sienés más destacado de su época. Su cuñado fue el artista Lippo Memmi, pero existe muy poca documentación en relación con su época, y muchas atribuciones son debatidas por los historiadores del arte.
Guido di Pietro, más conocido como Fra Angelico o Fray Angélico, (1395-1455), fue un pintor cuatrocentista italiano que supo combinar la vida de fraile dominico con la de pintor consumado. Fue beatificado por Juan Pablo II en 1982. El artista no fue conocido en vida como Fra Angelico; este sobrenombre le fue dado de forma póstuma, por su religiosidad.
Giotto con sus discípulos, pintó las Historias Franciscanas de la Iglesia Superior, en Asis otros pintores de la escuela florentina así como Duccio di Buoninsegna, Simone Martini y otros pintores de la escuela sienesa estuvieron también en Asís. Reinventaron el retablo o la pintura sobre tabla que decoraba los altares de las catedrales e iglesias toscanas y continuaron la tradición de la gran pintura mural que culminará en el Palacio de los Papas de Aviñón.
La pintura mural o frescos siguieron usándose como el principal medio para la narración pictórica en las paredes de las iglesias en el Sur de Europa, especialmente en Italia, y representarían una continuación de las tradiciones cristiana y románica anteriores. Fuera de Italia no se cultivaron mucho. Italia, apegada a la forma basilical de las iglesias, conservó mayor extensión en los muros para las pinturas y mosaicos que narran historias religiosas.
En la Toscana, las escuela sienesa y florentina, con Giotto como el más grande de los pintores del Trecento, continuaron la tradición de la gran pintura mural, ya que la arquitectura gótica no llegó a echar raíces en Italia como en Francia. Esta pintura toscana del Trecento, siendo plenamente gótica, anticipa ya el Renacimiento.
En el siglo XIV, tras el descubrimiento del amarillo de plata los vitrales ganaron en ligereza, llenándose de un preciosismo dorado que antes nunca tuvieron. El arte de las vidrieras culminará en un estilo exquisito de una calidad igual o superior a las obras maestras de la miniatura que consistían en pequeñas composiciones, pinturas o dibujos de figuras enmarcadas en las letras iniciales o en diversos compartimentos como medallones, arabescos etc. Se llamaban miniaturas porque se realizaban con minio, u óxido de hierro, mezclado con colorantes naturales.
En Normandía, en el coro de Saint-Ouen de Ruan y en la Catedral de Évreux se hallan las vidrieras más bellas. El arte de las vidrieras culmina en un estilo exquisito de una calidad igual o superior a las obras maestras de la miniatura. En la cuenca del Loira, en Champaña o en Alsacia se completa el panorama de las vidrieras en Francia, culminando en las naves laterales de la Catedral de Estrasburgo. En Inglaterra destaca la gran ventana occidental de la catedral de York. En España, las vidrieras más destacadas son las de la catedral de León. Pinturas murales o frescos, pinturas en los vitrales y miniaturas fueron todas las representaciones del arte gótico medieval antecediendo al Renacimiento.
Maracaibo, jueves 13 de enero del año 2022
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