domingo, 16 de marzo de 2025

Bruegel el Viejo

 

Pieter Bruegel de Oude  “el viejo” (1525-1569) fue el pintor y grabador brabanzón, fundador de toda una dinastía de pintores. Brueghel es el pintor holandés más importante del siglo XVI. Con Jan Van Eyckel Bosco y Pedro Pablo Rubens, es considerado como uno de los cuatro grandes maestros de la pintura flamenca

 

Nacería, en una pequeña aldea del Brabante septentrional cerca de Breda. Aunque la influencia de El Bosco se reflejaría poco en los pintores flamencos consagrados, sin embargo, Pieter Bruegel fue uno de los que mayor atención demostró hacia la pintura de Hyeronimus van Aken, o Jeronimo El Bosco para los españoles.


Le tocó a Brueghel, el Viejo, vivir en el mismo mundo trastocado y agonizante de El Bosco, y compartió una visión apocalíptica de enormes paralelismos. Años después de muerto El Bosco a quien Brueghel, también holandés admiraba, él colaboraría en la extensión de su fama al aceptar de Pieter Coecke van Aelst, el decano del gremio de artistas, pintores y arquitectos, la realización de grabados “al estilo Bosco”, entre 1555 y 1560, siendo el único que supo mantener la intencionalidad original de lo grotesco de El Bosco en algunas de sus obras.

 

Sabemos que Pieter debió de realizar su primer aprendizaje en Amberes en el taller de Pieter Coecke de Aelts, quien, sin embargo, este maestro no dejó huella en el arte de Bruegel, a pesar de que contraería matrimonio años después con la hija de su maestro Coecke. El nombre de Bruegel aparece mencionado por primera vez en 1551 cuando es recibido como maestro en el Gremio de Pintores de San Lucas de Amberes. Viajó a Francia e Italia, donde no mostró interés alguno por la arquitectura y escultura antigua que atrajeron a tantos colegas suyos de los Países Bajos, siendo los paisajes de las montañas de los Alpes y los Apeninos fuente apasionada de su inspiración.

 

Bruegel, fue un hombre formado en el ambiente culto y humanista del círculo de Coecke, quien estableció amistad con Giulio Clovio con quien colaboró en alguna ocasión. A su regreso a Amberes, estableció una estrecha y fecunda relación, con el grabador y, a su vez, prolífico editor de grabados, ­Hieronymus Cock, quien era un apasionado por el Bosco y como el propio Bruegel, ambos le seguirían la estela del artista de Hertogenbosch, dibujando varias de sus obras para ser grabadas en el taller de Cock.

 

El pintor había nacido en un pueblo de Brabante, y ya era desde el año 1551 un maestro del gremio de pintores en Amberes. Pieter, dada la gran amistad que el pintor tenía con los maestros del grabado e impresores de aquella ciudad, también conocía a Pieter Coecke van Aelst, un famoso artista plástico que era considerado como el decano del gremio de artistas, pintores y arquitectos. Pieter Coecke van Aelst (1502-1550) era hijo del teniente de alcalde de Aalst y era pintor,  grabadordibujante y editor flamenco, y pasaría a ser el suegro de Pieter Brueghel el Viejo.

 

Pieter Coecke van Aelst se casó con Anna van Dornicke, hija del pintor Jan van Dornicke. Cuando este murió, Coecke heredó su taller. Pieter Brueghel el Viejo, con el tiempo se casó con Mayken (María), la hija de van Aelst, que era su maestro. Pieter Breughel había sido el primer discípulo de Pieter Coeck, y de cuya hija Mayke, una niña a quien él había llevado en sus brazos, Pieter siempre estuvo enamorado y terminaría casándose con ella. En 1562, a petición de la esposa de Pieter Coeck, su futura suegra, Pieter Breughel se había trasladado a Bruselas, para vivir en el barrio de Marolles, en una casa con tejados escalonados de estilo medieval flamenco en el número 132 de la principal rue Haute. Aunque Pieter Brueghel había nacido en un pueblo de Brabante y era más joven que Andrés Vesalio, era reconocido ya desde el año 1551 como maestro del gremio de pintores de Amberes. Pieter vivía en una casa con tejados escalonados de estilo medieval flamenco en el número 132 de la principal rue Haute y después se había trasladado al barrio de Marolles en Bruselas, en el mismo vecindario donde Andrés Vesalio había vivido con Anne y con su hija durante muchos años. Andrés Vesalio, recordó su suerte, al haber podido intimar con el pintor…


Al hablar sobre Andrés Vesalio, en mi novela Vesalio el anatomista (AstroData, Maracaibo, 2016), describiríamos como en sus pensamientos lo asediaban las aterradoras imágenes de “El triunfo de la muerte”, la pintura de Pieter Brueghel el pintor brabanzón quien era su vecino en Amberes cuando ya había decidido darle a aquel lienzo ese terrorífico nombre para su mundo que parecía querer desaparecer por una guerra donde la muerte triunfaba sobre reyes y mendigos.

 

Estéticamente no se aprecia una evolución notoria a través de los cuadros fechados por Pieter, por lo que los antiguos tratadistas prefieren catalogar su obra según la temática, siendo el paisaje lo más característico de sus primeros años. Entre 1557 y 1563 a Bruegel le fascinaban las técnicas y los asuntos caprichosos y diabólicos del Bosco, que Bruegh el interpretaría con personalidad propia, por lo que algunos le dieron el apodo de “Pierre le Drôle”, (Pedro el Gracioso). “La parábola de los ciegos” es una de sus obras aleccionadora…


Consagraría sus últimos años a asuntos religiosos antes de culminar su vida con la exaltación febril y libre del mundo campesino a cuyas fiestas, según Mander, acudía disfrazado para mezclarse con los aldeanos. Aunque algunos autores apuntan diferencias técnicas, éstas no afectan siempre su evolución pictórica, sino que pudiesen estar condicionadas también por las dimensiones de las obras, o por la temática o el estado emocional del mismo artista. Se puede comprobar en “La torre de Babel” (Kunsthistorisches Museum, Viena), de mayor tamaño y de técnica más suelta que la versión del Boymans van Beuningen de Róterdam.


Podemos deducir la perso­nalidad del artista a través de sus hechos y de sus obras pues nada nos dicen los comentaristas de la época, sin embargo, alguna noticia tenemos de su inquietud intelectual al encontrarse entre su círculo de amistades el geógrafo Abraham ­Ortelius y el tipógrafo Plantin. También sabemos de su cercanía al cardenal Granvela y a nobles próximos a la Casa de Austria lo que pareciera contradecir su oposición al sistema político de Felipe II, que algunos autores proclaman se puede mostrar en el sacrificio de los niños inocentes, con la figura del Duque de Alba en sus pinturas o en unos dibujos perdidos, así también poco se sabe sobre su relación con grupos esotéricos.

 

Las alusiones populares, como la lucha entre “don Carnaval y doña Cuaresma”, es un tema folclórico contra la autoridad que apasiona en todas épocas. A pesar de la influencia de Italia en los pintores de su tiempo, Pieter Bruegel retuvo su veta popular y un sentido profundo y directo de la realidad junto a un gran sentido crítico, asumiendo sus pinturas la filosofía popular con tal sagacidad, inteligencia y verismo que su amigo Ortelius escribió: “Nuestro Brueghel ha pintado, como dice Plinio a propósito de Apeles, muchas cosas imposibles de pintar”.

 

Maracaibo, el domingo 16 de marzo del año 2025

 

 

 

 

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