Una barcarola (del italiano barcarola) es una canción folclórica interpretada por los gondoleros venecianos, que se caracteriza por un ritmo que pareciera recordar el remar del gondolero, casi siempre un tempo moderato en compás de 6/8.
En los siglos XVIII
y XIX la barcarola inspiró numerosas composiciones vocales
e instrumentales, desde arias de ópera hasta piezas de personajes para piano. El término “barcarola” surgió ya en 1710, cuando el
compositor francés André Campra incluyó
una “Fête
des barquerolles” en una obra de teatro (Les Fêtes vénitiennes , 1710). Posteriormente, las
óperas de Giovanni
Paisiello, de Carl Maria
von Weber, Daniel-François-Esprit
Auber, Gioachino
Rossini Giuseppe
Verdi y Johann
Strauss, entre otros, presentaron barcarolas.
Sin duda, el ejemplo operístico
más famoso es la barcarola de Jacques
Offenbach en Los Cuentos
de Hoffmann (https://bit.ly/3MQOYsi). Por
otra parte, La Barcarola de Frédéric
Chopin, Opus 60, es posiblemente la composición instrumental más conocida
del siglo XIX. Otros compositores de la época, desde Felix
Mendelssohn hasta Franz Liszt y Gabriel
Fauré, contribuyeron con numerosas piezas similares. Franz
Schubert (voz y piano), Johannes Brahms (coro femenino) y Sir
William Sterndale Bennett (piano y orquesta)
escribieron barcarolas para diversos medios de interpretación.
Estas barcarolas
famosas son del periodo romántico,
el género era ya bien conocido en el siglo XVIII, y Burney lo mencionó
en The Present State of Music in France and Italy (1771) que
era tan celebrada como una forma muy apreciada. Fue también una forma musical
popular en la ópera, donde se aprovechó el aparente estilo sentimental poco
artístico de la canción folclórica.
Además del ya
mencionado ejemplo de Offenbach, Giovanni Paisiello, Carl Maria
von Weber y Gioacchino Rossini escribieron arias que
eran barcarolas y Gaetano Donizetti reflejó
el ambiente veneciano al inicio de Marino Faliero (1835)
con una barcarola para gondolero y coro. Por su parte, Verdi incluyó
una barcarola en Un ballo in
maschera, en el Acto I, con el número de
Richard Di’ “tu se fidele il flutto m’a spetta”.
También Schubert,
aunque no usó el nombre de barcarola específicamente, empleó un estilo
reminiscente en algunos de sus más famosos lieder, en
especial Auf dem Wasser zu singen (Para cantarse sobre el agua),
Entre otras
barcarolas famosas están las tres canciones Góndola veneciana de
las Canciones sin
palabras, op. 19, op. 30 y op. 62 de Felix Mendelssohn; la
barcarola Junio de Las Estaciones de Piotr Ilich Chaikovski; la Barcarolla de Béla Bartók de Out
of Doors; y varios ejemplos de Rubinstein, Balákirev, Glazunov y MacDowell y la colección de trece para piano solo de Gabriel Fauré.
La Barcarola
en fa sostenido mayor, Op. 60 es una pieza para piano solo
de Frédéric Chopin, compuesta del
otoño de 1845 al verano de 1846. Fue publicada en 1846 en Leipzig. Está en la tonalidad de fa sostenido mayor, siendo una
obra de absoluta madurez tanto en el concepto como en la realización. Chopin
trabajó en ella con dificultades y tuvo que abandonarla en varias ocasiones
antes de acabarla, pero pese a ello es una obra fluida, grácil y de
extraordinaria belleza.
En otras ocasiones hemos mencionado en este blog lapesteloca a un personaje de nombre HTA Hoffmann y recordé que en mi novela “La Entropía Tropical” ya había hablado sobre Los Cuentos de Hoffman, de
Offembach, ( https://surl.li/hbyxek ). Creo que fue en
otra ocasión cuando relataríamos que, en la ópera cómica de Hoffman, aparece un brujo interesado en la
ciencia, uno que construía muñecas mecánicas y quien curiosamente se llamaba
Spelanzani. (https://surl.li/gfpsrl). Resultaría
que “el científico” con la ayuda del malvado Copelius, y orquestado por la
música de Offembach había creado a Olimpia, un maniquí mecánico y Copelius le
venderá unas gafas mágicas a Hoffman para que vea en Olimpia a un ser humano.
Pero de todas estas cosas relacionadas con la música de las barcarolas hemos ya hablado antes, por lo que es mejor detenernos aquí y esperar quizás escuchando música esperar leer mañana algún “lo que sea.com” en este blog.
Maracaibo, jueves 27 de
marzo del año 2025
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