sábado, 17 de junio de 2023

Las meningoencefalitis amibianas…


Meningoencefalitis es el término que se usa para la inflamación de las meninges y el encéfalo. Puede ser infecciosa, causada por hongos, bacterias, virus y parásitos o no infecciosas. Frecuentemente las meningoencefalitis suelen ser caudas por agentes virales y en los niños los más comunes son los enterovirus, seguidos por herpes, virus respiratorios o arbovirus como es el caso del virus de la encefalitis equina venezolana. Pero en este caso hablaremos sobre meningoencefalitis causadas por amibas, las llamadas amibas de vida libre.

En septiembre del año 2020 en este blog (lapesteloca) escribimos sobre las “Amoebas de vida libre” (https://tinyurl.com/mrm4seuh) y a través de algunas anécdotas recordaría los años cuando haciendo neuropatología en el Sanatorio Antituberculoso de Maracaibo me tocó la suerte de analizar en una autopsia, el cerebro de una señora del barrio Sierra Maestra donde hallamos que el agente causal de una grave meningoencefalitis, era una amiba de vida libre la cual gracias a la ayuda de Julio Martínez, sería clasificada por Visvesvara en el CDC de Atlanta como Acantamoeba Cultbersoni.


Sin pretender regresar a relatar el caso ya comentado, he querido hoy mostrar quienes fueron los investigadores que, desde el hospital de la Universidad de Pensilvania, Julio Martínez como neuropatólogo y desde el CDC de Atlanta, el microbiólogo Govinda Visvesvara, completaron nuestro caso local, demostrando con inmunofluorescencia ser el primer reporte de una infección en humanos por la Acantamoeba Cultbersoni.

Aprovecharé este relato sobre la historia de las meningoencefalitsis causadas por las amibas de vida libre, para recordar, ya al final, que las amibas de vida libre también pueden infectar los ojos y provocar severas queratoconjuntivitis, así que… ¡Ojo pelao!

En realidad, las enfermedades provocadas por amebas parasitarias se conocen desde la antigüedad, especialmente la enfermedad cuyo agente causal es la Entamoeba histolytica, (EH) una amiba descubierta en 1875 por Fedor Aleksandrovich Losch. La EH es causante de diarreas y complicaciones severas intestinales y si logra diseminarse por la sangre la EH puede provocar abscesos hepáticos y hasta cerebrales. Hoy no hablaremos de esta que es la amiba clásica y muy bien conocida, pues no es un protozoario de vida libre.

Las amebas de vida libre, son las que viven en la naturaleza, en el agua, la tierra, o entre la vegetación, pero se conocen algunas especies que son patógenas para el hombre. Los géneros Naegleria, Acanthamoeba, Hartmannella, Balamuthia y Vahlkampfia, poseen rutas de entrada al organismo por las mucosas nasales y oculares. Fowler y Carter (1965) fueron los primeros en describir en un paciente australiano una infección fatal por amebas de vida libre debida a Naegleria fowleri.

Lo cierto es que las enfermedades producidas por amebas de vida libre comenzaron a conocerse desde 1948, con el caso de un soldado japonés de 22 años, que era prisionero de guerra en Nueva Guinea(1943), y falleció semanas más tarde con una infección amebiana diseminada; en su autopsia estudiada por E.H. Derrick, aparecería un parásito muy parecido a la Iodamoeba buetschlii, un protozoario que posteriormente se considero era una Naegleria, aunque otros lo ubicaron como una acantamoeba. En 1960, en Tucson, Arizona se describió otro caso de infección humana por amebas de vida libre; J.W. Kernoham y col., publicaron la autopsia de una niña de 6 años con una lesión cerebral descrita como granuloma cerebral y más tarde se comprobó que era debido a Acanthamoeba sp.

En 1969, W.St.C. Symmers en Gran Bretaña, encontró dos casos de posible naegleriosis: un joven fallecido en 1909 (los protozoos fueron observados en una preparación histológica de museo) y una niña de 10 años de Belfast, que falleció en 1937, con 10 días de evolución, posterior a un accidente de natación en una piscina. En realidad, el primer caso que fue formalmente atribuido a Naegleria fue descrito en 1965 por Malcolm Fowler y Rodney F. Carter, en Australia, en una meningitis fatal povocada por las Naeglerias.

En la década de los 60, en Venezuela, el Dr Karl Brass en Valencia publicó unos casos de niños con meningoencefalitis por Naegleria. En 1966, se describieron en EUA 4 casos de meningoencefalitis en los que se reconocieron elementos parasitarios de tipo amebiano, y en uno de ellos se sugirió que era una especie de Acantamoeba o de Hartmannella la responsable de la infección; estos protozoos fueron diagnosticados por técnicas inmunohistoquímicas como Naegleria fowleri. Varios casos similares de meningoencefalitis fueron comunicados, durante 1968, en otros lugares del mundo, incluido un brote de 16 casos en Praga, Checoslovaquia, diagnosticado en forma retrospectiva por Lubor Cerva y cols con casos habían ocurrido de 1962 a 1965.

Seis casos más fueron publicados por R. F. Carter. Ocho casos de meningoencefalitis fulminante de la zona de Richmond, Virginia, fueron también comunicados en 1968, 7 de ellos en conjunto, durante los veranos de 1951 y 1952. Un estudio retrospectivo de los archivos del Departamento de Patología de Colegio Médico de Virginia, que data de 1920, hecho por el Dr. John G. dos Santos, describió que en todos estos casos el agente causal fue N. fowleri, y que el primer caso había ocurrido el 15 de julio de 1937.

La Acanthamoeba sp fue descrita por primera vez en 1930, por Sir Aldo Castellani como un microorganismo saprófito en cultivos de levaduras de Cryptococcus paraoseus. Innicialmente se denominó a la ameba como Hartmannella castellani en el género Hartmannella, y posteriormente fue reclasificado como Acanthamoeba castellani. La contaminación espontánea de cultivos de células de riñón de mono por amebas de vida libre fue publicada en 1957, y en 1958 Clyde Culbertson y col inducirían una encefalitis en ratones tras la inoculacion de una Acanthamoeba que contaminaba las células en cultivo.

Estas amebas denominadas como Acanthamoeba sp, más tarde y en honor al Dr. Clyde G. Culbertson se llamarían Acanthamoeba culbertsoni. Actualmente, se ha establecido que A. castellani, A. culbertsoni, Acanthamoeba polyphaga y probablemente otras especies, son capaces de producir infecciones en seres humanos y animales. Se han reportado aproximadamente 150 casos de encefalitis amebiana granulomatosa y cerca de 1.000 queratitis debidas a Acanthamoeba sp. El caso nuestro estuvo entre los primeros y su diagnóstico se basó en el detenido examen con el microscopio electrónico del Sanatorio Antituberculoso de Maracaibo y la identificacion por inmunofluorescencia en el CDC de Atlanta por Visvervara.

Finalmente, las meningoencefalitis por Acantamoebas son infecciones granulomarosas de curso tórpido; las amibas se encuentran en quistes de paredes festoneadas y esta imagen contribuye a precisar el diagnostico sin necesidad de la ultraestructura que muestra en detalle hasta su nucléolo en forma de rosco o de ”donut” y la imagen de nuestro caso es muy característica. Martinez AJ, Sotelo Avila C, García Tamayo J, Takano Moron J, Willaert E, Stam WP. Meningoencephalitis due to Acatamoeba Sp. Pathogenesis and Clinicopathological study. Acta Neuropath (Alem) 37: 183-191,1977 Algunas imágenes de nuestro caso complementan esta publicación.

Maracaibo, sábado 17 de junio del año 2023

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