lunes, 19 de junio de 2023

Los Lyssavirus y la rabia


Los Lyssavirus, son los agentes patógenos de la rabia y es a través de una mordedura, como el virus penetra en la piel, o por aerosoles infectantes que pueden atravesar las mucosas, así, los Lyssavirus ingresan en el organismo. La replicación inicial del virus ocurre en el músculo estriado más cercano al punto de inoculación y los viriones llegan a los husos neuromusculares de las terminaciones nerviosas sensitivas y amielínicas...

Una vez inoculado, el virus viaja por el axoplasma de los nervios periféricos, en dirección centrípeta, hasta llegar a la médula espinal, y se multiplica principalmente en la sustancia gris del encéfalo ya invadido… Pero, ¿A cuenta de que viene esta curiosa historia? Puedo dar fe con recortes de prensa de que no estoy hablando de ciencia ficción… (ver).
Es que, hubo un tiempo en que en Maracaibo había casos de rabia, en humanos, debido a perros no vacunados que mordían a la gente y se morían los niños y los adultos… La vacuna eran 14 “ampolletas” que “se ponían en la barriga” y eso daba algo de miedo… Existían focos azoticos de rabia en zorros y en la costa oriental de lago (la COL) y en sus ciudades la rabia era un grave problema sanitario.

Esperar para saber si el perro (después de capturado y muerto), tenía rabia, equivalía a esperar que la prueba definitiva llegase desde Caracas, después de la inoculación de ratones con las muestras del cerebro del perro rabioso, o mordelón, provocase la muerte de los ratones, y todo aquello se demoraba unas semanas…

Claro está, que había también otra metodología más rápida, hacer unas “improntas” en láminas de vidrio y colorearlos con Azul de Metileno y Fuscina básica, es lo que se conoce como la coloración de Sellers y si en las neuronas del animal ya existían los “cuerpos de Negri”-que son masas de proteínas y partículas virales- si ellas existen en cantidad suficiente, podrían detectarse con el método de Sellers observando la preparación en un microscopio de luz.

Pero, aun así, la confirmación definitiva se daba al llegar los resultados de la capital unas 2 o 3 semanas después de accidente. Si la persona no se había vacunado, era muerte segura. El Laboratorio de Microscopia Electrónica del hospital Sanatorio Antituberculoso de Maracaibo, desde 1969 tenía un ME y buscar el virus de la rabia en el cerebelo del animal sacrificado, era sencillo pues mirábamos buscando en cortes del cerebelo las Células de Purkinje (que son unas neuronas grandes y fácilmente localizables), en lo que tardaba la preparación del material y los cortes con la cuchilla de diamante -unos 3 días- podíamos asegurar que el caso era de rabia al ver los Lysavirus…

Los Lyssavirus, los agentes patógenos de la rabia son del orden Mononegavirales y de la familia Rhabdoviridae, y son fácilmente detectables porque tienen la forma de un proyectil con una longitud de 180 nm y diámetro promedio de 75 nm. En el interior del virión, existe una nucleocápside helicoidal compuesta de 30 a 35 hélices que miden 4.2 a 4.6 nm, cada una y esta nucleocápside está envuelta por la membrana matriz lipoproteica de 7.5 a 10.0 nm de espesor y sobre su cara más superficial, “encajan” los peplómeros de glicoproteínas excepto en la porción roma de la partícula. La envoltura lipoproteica del virión o peplos es de origen celular, y sobre ella se insertan las proteínas de la membrana celular lipoproteica con sus glicoproteínas.

Finalmente, cuando ya el virus está presente, se propaga por los nervios vegetativos hacia las glándulas salivales, riñones, pulmones, corazón, músculo-esquelético y la piel. Cuando el animal afectado es un perro, el virus ya se ha replicado abundantemente en las células acinares mucinógenas en la trompa del perro, que ya estará afectado de rabia furiosa, y la infección, por medio de la saliva, puede ser transmitida al hombre o a otro animal. Es el llamado “mal de rabia”.
 
Existen siete genotipos de Lyssavirus, todos adaptados para replicarse en el encéfalo de los mamíferos, aunque las especies más afectadas son los murciélagos. El lisavirus australiano de murciélago es un Lyssavirus emparentado con el virus de la rabia, que se identificó por primera vez en un zorro volador (Pteropus alecto) recogido cerca de Ballina, Nueva Gales del Sur, Australia, en enero de 1995. Puede causar enfermedad en los humanos muy similar a la rabia, aunque únicamente se han descrito tres casos, todos ellos en Australia, pero con resultado mortal.

La rabia humana transmitida por perros en América Latina y el Caribe se encuentra en vía de eliminación luego del establecimiento en 1983 del «Programa regional de eliminación de la rabia humana transmitida por perros, OPS/OMS», en el que participan 21 países (FAO, 2018). América Latina enfrentaba una situación compleja, ya que en los años 90 se observó la emergencia de rabia humana de origen silvestre transmitida principalmente por murciélagos. (PANAFTOSA et al., 2016) y la reemergencia de rabia canina en zonas declaradas libres oficialmente.

Desde entonces, se ha observado una disminución de casos de rabia en perros, de aproximadamente 25 000 en 1980 a menos de 300 en 2010; situación privilegiada en comparación con Asia y África. No obstante, si bien hubo una gran reducción de rabia humana transmitida por perros en 2010 esta cifra (6) llegó a 24 casos en 2011 y se reportaron 44 casos entre 2013 y 2016 (PANAFTOSA et al., 2016). Entre nosotros, a pesar del desorden epidemiológico del país en este siglo XXI, afortunadamente no hemos conocido casos de rabia humana.

En el estudio neuropatológico se ha descrito lesión isquémica y necrosis de la corteza cerebral, picnosis y neuronofagia, así como infiltrado inflamatorio linfoplasmocitario periglial y de los espacios de Virchow-Robin. El hallazgo histológico más característico es la demostración de los cuerpecillos de Negri de inclusión intracitoplásmica, acidófilos, miden 10 nm, formados por una matriz fibrilar fina con viriones periféricos, distribuidos en el asta de Ammon, la corteza cerebral, el hipotálamo, las células de Purkinje del cerebelo y los ganglios de las raíces dorsales de la médula espinal. Los cuerpecillos de Negri fueron encontrados en 71% de 49 casos investigados en el Armed Forces Institute of Pathology, pero su ausencia no excluye el diagnóstico de tal enfermedad.

Nosotros reportamos en eventos y publicamos estos casos hace ya unos años: 1)Primera Reunión Conjunta Colombo.Venezolana de Anatomía Patológica, Cúcuta-San Cristóbal, 1969.Estudio con el microscopio electrónico de la estructura y desarrollo del virus de la rabia en el tejido nervioso de humanos y animales. 2)VII Congreso Latinoamericano de Patología, y II Congreso Panamericano de la Internacional Academy of Pathology. Buenos Aires, Argentina, 1969. Histopatología y ultraestructura del sistema nervioso en humanos y animales con rabia. 3)Terceras Jornadas Venezolanas de Medicina Interna, Maracaibo, 1970 Estudio de cinco casos de rabia en humanos con el microscopio electrónico. 4)Conferencia por invitación en el Instituto Nacional de Cancerología, Santa Fe de Bogotá, Colombia., 1971. Desarrollo del virus de la rabia y de la encefalitis equina venezolana en el sistema nervioso. 5)XVIII Asamblea General Ordinaria de la Sociedad Venezolana de Salud Pública, Porlamar, Margarita, 1971. Aplicación de la microscopía electrónica al diagnóstico de la rabia en humanos. 6)Primer Simposio Venezolano de Patología Ultraestructural. Maracaibo, 1971. -Ultraestructura del sistema nervioso en la encefalitis equina venezolana y en la rabia. 7)Primer Seminario Nacional sobre Rabia, Caracas, 1972. Aplicación diagnóstica del microscopio electrónico en 14 casos de rabia humana. 8)XVIII Jornadas de la Sociedad Venezolana de Anatomía Patológica, Ciudad Guayana, 1972. Estudio de la rabia paralítica bovina con el microscopio electrónico.

Publicaciones:1-García Tamayo J, Avila Mayor A, Anzola Pérez E. Estudio con el microscopio electrónico de once casos de rabia en humanos. Invest Clin 36: 33-42, 1970 2-García Tamayo J, Avila Mayor A, Anzola Pérez E. Rabies virus neuronitis in humans. Arch Pathol (USA) 94: 11-15, 1972 3-García Tamayo J, Avila Mayor A, Anzola Pérez E. Ultraestructura del virus de la rabia en el sistema nervioso de humanos. Rev Lat de Patol (Col) 12: 1,2: 5-16, 1973 4-García Tamayo J, Maldonado Alvarez C. Lysosomal response during the development of rabies virus in the spinal cord. Patología (Mex) 19: 240-261, 1981.

Maracaibo, lunes 19 de junio del año 2023



No hay comentarios: