viernes, 16 de junio de 2023

La reina de Saba


La reina de Saba era una mujer que ha sido descrita como de gran belleza, quien dirigió la magnificencia del reino sabeo -en la actual Yemen- y cuyo nombre era Balkis o Bilquis. Fue la reina del antiguo reino de los sabeos. Ella aparece en la Biblia, en los libros I Reyes, II Crónicas y en el Evangelio de Lucas del canon bíblico, así como también en el Corán, e igualmente en la historia de Etiopía. La arqueología presume que el antiguo país de los sabeos estaba localizado en los actuales territorios de Etiopía y Yemen, cuyo centro de gobierno estaba ubicado en Marib.

En la Biblia dice, que la reina de Saba visitó al Rey Salomón y en el libro Kebra Nagast se relata que tuvo un hijo con el rey Salomón, Menelik I, quien sería futuro rey de Etiopía, y de quien la tradición dice que se trajo el Arca de la Alianza desde Israel, llevándosela a su reino. En los textos bíblicos, la reina no es nombrada explícitamente por su nombre. En la tradición etíope es llamada Makeda, mientras que en la islámica (aunque no en el Corán) es donde se la conoce como Bilqis o Balkis. Otros nombres asociados a ella son Nikaule o Nicaula.


Según la Biblia la reina acude a Israel para oír a Salomón, habiendo oído de la gran sabiduría del rey y viajó desde los confines de la tierra llevando regalos de especias, oro y piedras preciosas. “Y vino a Jerusalén con un séquito muy grande, con camellos cargados de especias, y oro en gran abundancia, y piedras preciosas; y cuando vino a Salomón, le expuso todo lo que en su corazón tenía y Salomón le contestó todas sus preguntas, y nada hubo que el rey no le contestase y cuando la reina de Sabá vio toda la sabiduría de Salomón, y la casa que había edificado, asimismo la comida de su mesa, las habitaciones de sus oficiales, el estado y los vestidos de los que le servían, sus maestresalas, y sus holocaustos que ofrecía en la casa de Jehová, se quedó asombrada”.

Este episodio también aparece en el Corán, que tampoco menciona el nombre de la reina; según esta versión, la reina quedó tan impresionada por la sabiduría y las riquezas de Salomón que se convirtió al monoteísmo, entonando una alabanza a Dios (Alá en árabe); el rey entonces la recompensó con la promesa de otorgarle cualquier cosa que desease. La reina regaló 4,5 toneladas de oro al rey de Israel.

El texto más sagrado para los Etíopes, es el Kebra Nagast (literalmente: La gloria de los Reyes), fechado entre los siglos 6 al 14 d.C. El Kebra Nagast es un importante texto para la Iglesia Ortodoxa Etíope donde aparece el nombre de la reina de Saba, como la reina Makeda, identificando la tierra de Saba con la antigua Etiopía -el reino de Aksum-. Según el Kebra Nagast, la reina Makeda viaja a Jerusalén y tiene un romance con el Rey Salomón y al regresar a la tierra de Saba y da a luz a un hijo durante el viaje: Menelik.

Menelik, a la edad de 22 años, decide ir a ver a su padre Salomón, quien se queda encantado con su hijo, y trata en vano de convencerle para que se quedara en Israel como su heredero. Menelik decidiría regresar a la tierra de Saba y va a ser entonces cuando Salomón envía con Menelik a los hijos primogénitos de los ancianos de Israel junto al Arca de la Alianza. Menelik depositó el Arca en la “Capilla de las Tablas”, una capilla cercana a Santa María de Sion en Aksum. Por ello, la reina de Saba es parte hoy del patrimonio etíope, y la persona en la que se fundamenta el poder de sus reyes. A través de su unión con Salomón, los etíopes afirmaron la conexión entre sus reyes y la monarquía davídica de Israel.

La escritora colombiana Laura Restrepo (https://bit.ly/3Fcp1T3)en su última novela "Canción de antiguos amantes" (Alfaguara 2022) se ocupa de la quimera perseguida desde Tomás de Aquino, la leyenda de la reina de Saba, y logra entrelazar el relato bíblico con la tragedia humanitaria en el Golfo de Adén, que separa el cuerno de África de la península arábiga. A través de una especie de Sherezade, en versión masculina, un personaje llamado Bos Mutas, sale a buscar a la reina mítica, y Restrepo relatará lo vivido durante sus viajes con la ONG Médicos Sin Fronteras siete años tras, cuando estuvo en Yemen, Etiopía y la frontera con Somalia.

Cuando las mujeres de Yemen, Etiopía y Somalia dicen: "Yo soy descendiente de la reina de Saba", sus palabras van mucho más allá del mito y encierran dignidad, la bandera del poder femenino contra toda adversidad con un trasfondo histórico de jerarquías sangrientas y odios ancestrales. Las mujeres responden con arrogancia: "Yo soy descendiente de la reina de Saba". Como diciendo: "¿Quién eres tú? A mí me ves como mendiga, pero yo vengo de una dinastía milenaria que va a subsistir cuando de tu cultura ya no queden sino cenizas".

Laura Restrepo relata que las mujeres te lo dicen muy a la cara y de forma retadora como una señal de identidad, de sobrevivencia. Ella dice, me golpeó mucho y pensé: "ésta no solamente es tierra de desastres, esta tierra es la heredera de una tradición prodigiosa y de una carga de poesía y de mito que resuena pese la tragedia", de ahí el vínculo. André Malraux salió a buscar a la reina de Saba en las ruinas de sus palacios y no la encontró, pero Laura Restrepo la encuentra en todas y cada una de las mujeres que van descalzas quemadas por el sol y la sal, atravesando el desierto.

Siendo cinéfilo ( del cine temprano del siglo pasado ), recuerdo bien dos películas sobre el tema tratado. Existen 3 películas en la era del cine mudo, de 1913, 1920 y 1921 que tocaron el tema de la reina de Saba, la primera es un cortometraje, las otras dos son largometrajes. Sin duda que la película más icónica fue la dirigida por King Vidor, el año 1959 “Salomón y la Reina de Saba” con Yul Brynner y Gina Lollobrigida en el papel de la Reina de Saba…!Imposible no haberla visto!, tanto que estoy usando su imagen para este artículo de lapesteloca. También una película italiana de esa década de los 50 (1952) “La Regina di Saba” con Leonora Ruffo en el papel de la reina, un filme cuyo título en italiano nos condijo obligadamente a ver la película en alguno de nuestros cines marabinos destechados, aunque no creo que fuese en “El Venecia”.

Maracaibo, viernes 16 de junio del año 2023

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