jueves, 2 de abril de 2020

David Keith Lynch

David Keith Lynch

Hace unos días, comentaba como hace varios años al finalizar la lectura de El obsceno pájaro de la noche del escritor chileno José Donoso Yánez (1924-1996) creí entonces que no era de una de las películas de David Lynch de donde provenían algunas imágenes disparatadas que llegaban a mi mente, las que en realidad provenían del libro de Donoso (https://bit.ly/2UnOgcN). Pero hoy de quien quiero hablar es precisamente del cineasta Lynch, el mismo de “El hombre elefante”(1980), de “Eraserhead” (1977) y de “Terciopelo azul”(1986).

David Keith Lynch (1946), mejor conocido como David Lynch, es un director de cine, actor, productor de música electrónica y guionista estadounidense, cuya actividad artística se extiende al terreno de la pintura, la música, la publicidad, la fotografía, e incluso el diseño de mobiliario. Lynch es un reconocido admirador del dadaísmo y su amor por el surrealismo está  patente en algunas de sus películas, con misteriosas atmósferas que mezclan lo cotidiano con lo soñado y escapan a la comprensión exhaustiva del espectador. 

Para hablar de Lynch, yo impunemente recurriré a copiar lo que Vladimir Vera hace ya muchos años escribió en “el gusano de luz” sobre “El desdoblamiento inhumano de David Lynch”. Aprovecharé algunas partes de ese artículo para ustedes. Decía el Sr Vera, que “Lynch ha sabido localizar el verdadero infierno del ser humano en cada obra que realiza. Desde sus inicios con “Eraserhead” presenciamos los grados de perturbación donde es capaz de someterse el hombre. Su técnica es un dibujo visual de lo planteado en Kafka y una continuación de ese cine surrealista que fundó el gran maestro Luis Buñuel. Proveniente de una familia practicante del american way of life, Lynch creció en el típico pueblo americano (Missoula, Montana) donde se respira la calma, pero supo darse cuenta de que esa calma es aparente. Descubrió que dentro de esas sonrisas superpuestas, lejos de esos comerciales de vidas perfectas, se sumía un abismo que lo sobrepasaba”.

“Nos mostró en “El hombre elefante” que los verdaderos monstruos no son los fenómenos de circo, sino aquellas almas demoníacas que ríen frente a su presencia. Y simplemente lo que vemos es fantasía y nos la creemos, porque ver la realidad podría exiliarnos a las cadenas de la depresión. Hay algo particular en Lynch y es la creación de constantes símbolos en su mitología de cine. Cada vez que un ente con características oscuras se maneja dentro de la pantalla, siempre la electricidad tiende a bajar ó subir de la escena. De hecho en “Twin Peaks: fire walk with me” (película que siguió a la exitosa serie para televisión “Twin Peaks”) los entes que se movían entre las cortinas rojas de la mente del protagonista siempre se manejaban entre la electricidad usando la palabra “electricity” como credo particular”

… “El cine de Lynch no es algo fácil. Su lenguaje es de desdoblamiento y su lógica tiende en algún momento a fracturarse. Es posible no entender gran parte del film y no por eso deja de ser una obra maestra de cine de autor... …Las imágenes del cine de Lynch son particulares y nos muestran una realidad que se nos mantiene aparte, pero que son de día a día. Son películas donde los créditos salen y todavía el público se mantiene pegado a sus asientos. No hay una sola conclusión, las discusiones pueden durar semanas y no hay una verdadera respuesta”; (hasta aquí las citas del artículo del Sr Vera).

Los rasgos que caracterizan las películas de Lynch parecieran estar siempre presentes, y se evidencian desde su primer largometraje, Eraserhead (1977). Su segunda película, El hombre elefante (1980), fue un gran éxito crítico y comercial, que recibió ocho nominaciones a los Premios Óscar. Su tercer film, Dune (1984), supuso un fracaso comercial. Seguidamente dirigió Blue Velvet (1986), protagonizada por Kyle MacLachlan, Isabella Rossellini, Dennis Hopper y la actriz ganadora del Oscar 2020 Laura Dern. Con este filme, Lynch volvió a recibir la aclamación crítica y una nueva nominación al Óscar en la categoría de mejor director. 

Luego se unió a Mark Frost para crear la serie de televisión Twin Peaks (1990–1991; 2017) considerada una serie de culto. Con Corazón salvaje (1990) recibió la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes. Su siguiente filme fue Twin Peaks: Fire walk with me (1992), y regresó con Lost Highway (1997), un thriller psicológico que es considerado película de culto. Posteriormente, dirigió The Straight Story (1999), con gran aclamación de la crítica, y ya en el siglo XXI, realizó Mulholland Drive (2001), un nuevo thriller psicológico de estructura no lineal por el que recibió el Premio del Festival de Cine de Cannes al mejor director y su tercera nominación al Óscar como mejor director. 

Su décimo y último largometraje, le ocupó varios años de rodaje Inland Empire (2006). En la actualidad, algunos de sus proyectos cinematográficos y de animación son sólo accesibles a través de su sitio web. Lynch ha declarado a menudo admirar profundamente a los cineastas  Stanley Kubrick y Federico Fellini, al escritor Franz Kafka y al pintor Francis Bacon. Igualmente ha citado al pintor expresionista austriaco Oskar Kokoschka como fuente de inspiración. Lynch se siente desde siempre hechizado por la película “The Wizard of Oz”. Tienen gran peso sobre su obra igualmente los cineastas Luis Buñuel, Ingmar Bergman, Jacques Tati, Werner Herzog y Roman Polański, alguno de los cuales ha reconocido también al propio Lynch como referente. 

Maracaibo, jueves 2 de abril 2020

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