Ya está finalizando este año 2021 y quisiera volver a la música y a las canciones… En un programa de televisión muy reciente, una especie de despedida musical en la televisión española, el día 25 de diciembre se estrenó un concierto titulado “Los 60 años de Raphael”. El conocido veterano cantante Raphael(1943) “el chico de Linares” quien ya, el día anterior, el 24 de este mismo mes de diciembre había aparecido en la tele cantado muy sentidamente con Ana Torroja (https://bit.ly/3AeAiy6) uno de aquellos éxitos de “Mecano”, “El hijo de la luna”: como siempre de manera realmente sensacional… Regreso al día 25 cuando Raphael en su concierto interpretaría en compañía de un joven canario la composición del pianista argentino Ariel Ramírez y de Feliz Luna: “Alfonsina y el mar”.
Recordaría al escucharlo, la vez primera cuando muy emocionado me tocó oír la canción que ya había dado a conocer Mercedes Sosa en un disco del año 1969… Eran unas Jornadas de la Sociedad Venezolana de Anatomía Patológica, el año 1974, convocadas por mi gran amigo y colega Alberto León, en Valera, Estado Trujillo… Recuerdos gratos del pasado regresaron a mi mente admirando la interpretación de Rafael en su programa y a continuación, finalizado ya el programa, la televisión española RVTV mostraría a la Orquesta Sinfónica de Tenerife con un concierto navideño excelente donde una de sus piezas musicales sería nuevamente Alfonsina y el mar… Estas coincidencias deberían reportarse, me dije y por eso, aquí decidí escribirlo y lo estaba haciendo cunado recordé que...
Ya el año julio del 2017 escribiría en este blog sobre “Alfonsina y Quiroga, la selva y el mar”, no solamente para mencionar a Alfonsina Storni, y la trágica historia de su muerte en 1938, en Mar del Plata, saltando al agua desde una escollera, aunque, según la canción, se internó lentamente en el mar. Hablaría igualmente del escritor uruguayo Horacio Quiroga, quien ya para cuando conoció a Alfonsina había publicado ya sus libros más importantes, Cuentos de la selva, Anaconda y El desierto. Horacio conoció a Alfonsina en 1922 cuando ella, quien también había publicado sus libros Irremediablemente (1919) y Languidez (1920) y se enamorarían ambos cuando se encontraron en la casa del pintor Emilio Centurión.
En 2017 en lapesteloca reproduje la letra de la canción y relaté como después del año 1974 seguí escuchándola, pues la cantaba mi amigo guipuzkoano Eduardo Blasco y siempre me pareció su letra y música hermosa sin que conociera la historia trágica de Alfonsina Stormi y de sus amores con el también trágico escritor Horacio Quiroga. n esta tónica, se cuenta que Alfonsina una vez le dijo a su amigo Santiago Cozzolino: “Estoy enferma de soledad... Pero nadie quiere casarse conmigo” y su amigo reaccionó: ¡Cásese conmigo, Alfonsina! Ella, de allí tuvo un hijo en 1912, Alejandro. Alfonsina, madre soltera y feminista, conocería al escritor uruguayo Horacio Quiroga, durante el año 1922 en el grupo de escritores Anaconda.
A Alfonsina le gustaba “esa cosa trágica, insolente y animal de Quiroga” y compartieron conferencias, tertulias, y la pasión por Wagner sobre todo entre los años 1919 y 1922, pero cuando Quiroga resolvió en 1925, irse a Misiones, Alfonsina no lo acompañaría. En 1927 Quiroga contraería segundas nupcias con una joven amiga de su hija Eglé, con quien tuvo una niña. A Quiroga lo asocian con Edgar Allan Poe y Baudelaire por la fascinación con la muerte, los accidentes y la enfermedad. En Misiones padecería de un avanzado estado de enfermedad prostática que lo hizo sufrir grandes dolores hasta que una cirugía exploratoria reveló un avanzado cáncer de próstata, inoperable. El 19 de febrero de 1937 Horacio Quiroga bebería un vaso de cianuro.
El 20 de mayo de 1935 Alfonsina fue operada de un cáncer de mama pero nunca se recuperó de ese mal. Alfonsina le dedicaría un poema a su amigo: “Morir como tú, Horacio, en tus cabales,/ Y así como en tus cuentos, no está mal; Dos años después la salud de Alfonsina empeoraba por el dolor y su estado anímico y su poesía expresaba sentimientos de muerte maximizados por el suicidio de Horacio. Finalmente, la poeta también se suicidó en Mar del Plata en 1938.
No quisiera terminar de esta manera, tan trágica, este año 2021 que ha sido triste y desafortunado para mucha gente mientras la humanidad es asediada por la pandemia sigue viviendo horas de angustia. Así que decidí matizar el final de esta historia con breves retazos del tema musical que nos trajo hasta aquí: “Alfonsina y el mar”: Por la blanda arena que lame el mar/ su pequeña huella no vuelve más./ Un sendero solo de pena y silencio llegó hasta el agua profunda./ Un sendero solo de penas mudas llegó hasta la espuma./…/Cinco sirenitas te llevarán/ por caminos de algas y de coral/ y fosforescentes caballos marinos harán una ronda a tu lado;/…/ Te vas Alfonsina con tu soledad,/ ¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?/ Una voz antigua de viento y de sal te requiebra el alma y la está llevando/ y te vas hacia allá como en sueños, dormida, Alfonsina, vestida de mar.//
Maracaibo, jueves 30 de diciembre del año 2021
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