miércoles, 15 de diciembre de 2021

Rafael Rangel y el SNC

 Rafael Rangel y el SNC

En su artículo sobre las teorías del sistema nervioso, publicado en Anales de la Universidad Central de Venezuela (1), -una revista que apenas un año antes había iniciado en Caracas su edición y que se cerraría en 1959-, Rafael Rangel utilizando un estilo de análisis con extrema humildad, típica de la época, iniciaba su trabajo enunciando: “No sin grandes temores lanzamos a la publicidad este trabajo, encaminado a exponer, aunque sucintamente, varias de las teorías del sistema nervioso, grandes temores, decimos, porque no nos creemos autorizados para tratar un asunto que exige previamente conocimientos profundos; tanto teóricos como prácticos, a fin de no adulterar las distintas opiniones de sabios Profesores…”.

 

Esa introducción recordaría a la del propio don Santiago Ramón y Cajal en su obra, Elementos de Histología, publicada en 1895 (2) y citada por Rangel. En aquel, su trabajo, Cajal diría: La presente obrita de Histología y Técnica es un resumen, con aquellas reformas exigidas por los progresos de la ciencia, de nuestro Manual de Histología Normal.”  Pero, aquella “obrita” de Cajal constaba de nada más y nada menos que con más de 400 páginas y con dos centenares de ilustraciones, y al menos 200 referencias bibliográficas y notas al pie de página.


 

 

Rangel en su trabajo con sus coloraciones del Sistema Nervioso Central (SNC), luego nos introduce a su manera de razonar como científico: “Profesamos la creencia de que cuando se estudian de buena fe ciencias experimentales, no se debe presuponer nada; afirmar o negar a priori; sino ir pacientemente, desde un hecho, a buscar las relaciones más inmediatas; después, las más remotas, hasta llegar a consecuencias deducidas con la más escrupulosa acuciosidad”.  No podía estar más de acuerdo el joven Rangel, quien muchos años antes pareciera sostener un diálogo virtual con un maestro consagrado ya en pleno siglo XX, Sir Peter Medawar, que fue Premio Nobel de Medicina en 1960, y quien ya al final de su vida en 1981, afirmaría en su famoso libro, Advice to a Young scientist (3): “Un científico debe ser verdaderamente imaginativo y, sin embargo, escéptico, creativo y crítico. Hay un sentido en el que debe ser libre, pero otro en el que su pensamiento debe ser regido muy precisamente; hay poesía en la ciencia, pero también mucha contabilidad

 

El Dr. José Gregorio Hernández enseñó al Br. Rafael Rangel las técnicas histológicas y las de bacteriología, además fue quien él quien le sugirió como línea de investigación el estudio de la estructura del sistema nervioso siguiendo el método de su maestro Duval en París. Hernández alababa los trabajos de su discípulo y le comentaría en una oportunidad a su colega Anibal Santos Dominici: “…pídele a Rangel que te muestre sus preparaciones de cerebro y médula… no las superaban las del propio Ramón y Cajal, que nos mostró a Guevara Rojas y a mí en el Laboratorio de Malassez en el Colegio de Francia”.  Por su parte Rangel siempre reconoció a José Gregorio Hernández como su maestro. Conviene recordar este detalle para quienes siguen creyendo que existía una rivalidad entre el joven director del laboratorio del hospital Vargas y el venerable médico, su mentor.

 

El bachiller Rangel también daría cuenta del tiempo que había dedicado a perfeccionar muchas de esas técnicas histológicas: “Desde hace cuatro años [1897-1901] nos iniciamos en el estudio práctico del de centros nerviosos tratados por las técnicas de Golgi, se encuentran, al lado de figuras claras y precisas, todos los defectos señalados por diversos experimentadores; y que atribuíamos, al principio, a nuestra  inexperiencia y falta de escuela.”

 

Al entrar de lleno en su revisión crítica sobre la estructura del sistema nervioso, “Rangel se aparta por completo de sus “temores por no sentirse autorizado” y toma partido en la controversia inicial sobre los autores de ambas teorías sobre la estructura del sistema nervioso. Al respecto, Rangel expresa que: “Es corriente hoy, no solo entre nosotros, sino también en otros centros científicos, atribuir el descubrimiento de las colaterales de la médula al sabio español Ramón y Cajal; y nosotros, si hemos de guiarnos por los originales de Golgi, concedemos a este último el honor de la prioridad. Toda la confusión proviene de que el mismo Ramón y Cajal hubiera querido para sí el honor del descubrimiento, desde luego que Golgi lo había hecho de una manera poco precisa, y publicado en periódicos de escasa circulación”.

 

Rangel se inclina por la teoría reticular de Golgi, si bien reconoce la originalidad y profundidad de Cajal, seguramente por ser Golgi quien describió el método que modificó favorablemente Cajal. No obstante, también Rangel está al tanto de la importancia de publicar en las revistas de mayor circulación y prestigio y así recuerda como el veredicto del Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1906, dejó en claro cuan correctas eran ambas teorías sobre la estructura del sistema nervioso:Nuestros cuerpos están controlados por la interacción entre el cerebro y el sistema nervioso, que se extiende por todo el cuerpo. El descubrimiento de Camillo Golgi en la década de 1870 de que las células nerviosas podían colorearse con nitrato de plata abrió nuevas oportunidades para su estudio. Santiago Ramón y Cajal comenzó a usar este método en 1887 y logró muchos resultados innovadores en los años siguientes. Esto incluyó probar que cada célula nerviosa es una entidad independiente y las sinapsis nerviosas transfieren los impulsos nerviosos de una célula a otra”

 

Es decir, que Rangel citaría a los más avanzados trabajos de investigación sobre la controversia entre la teoría reticular de Golgi y la neuronal de Cajal, revisadas en sus idiomas originales, español, italiano, francés y alemán, respectivamente. La capacidad de crítica en libertad, que sentía don Santiago Ramón y Cajal, le llevaría a decir sobre la búsqueda de la verdad que hay que perseguirla: “sin presuponer nada; afirmar o negar a priori; sino ir pacientemente, desde un hecho, a buscar las relaciones más inmediatas”. Habría de ser eso exactamente lo que demostraría Rangel con sus preparaciones y sus comentarios en su primera publicación. En ese trabajo de 1901, Rangel explicaría en forma clara y concisa las teorías contrapuestas sobre la estructura de las neuronas, con un grado de madurez intelectual excepcional para un joven de apenas 24 años que no tenía título avanzado alguno ni tuvo la oportunidad de formarse con los grandes maestros de la teoría neuronal, Cajal, Golgi, Prnant y Verwohn.

 

Rangel reconoce explícitamente sus aparentes limitaciones, por no ser doctor o considerarse experto, y diría: “Grandes temores, decimos, porque no nos creemos autorizados…”. No obstante, el bachiller Rangel es categórico en su logo como científico de rigor: “Profesamos la creencia de que cuando se estudian de buena fe ciencias experimentales, no se debe presuponer nada…”

 

En los años siguientes, las publicaciones de Rangel se apartarán de los estudios sobre la estructura del sistema nervioso, en la que sin duda en forma evidente influyó Hernández y los maestros Golgi y Cajal, para dedicarse por entero a sus labores como jefe del Laboratorio en el Hospital Vargas, y es así como en 1903 produce su primer gran descubrimiento como investigador científico.

NOTA: Buena parte de lo publicado hoy en el blog (lapesteloca) es extraído del trabajo “Rafael Rangel: La esencia multidimensional de un científico, 1901-1909”, de Rafael Rangel-Aldao, médico de la UCV con maestría y doctorado en Bioquímica y Biología Molecular en el Albert Einstein College of Medicine,

con una extensa carrera científica y gerencial, fundador del Grupo de Ciencia Digital entre otras es autor de numerosas innovaciones biotecnológicas  para la industria de alimentos, fue Director de investigaciones para las Empresas Polar (1987-2005), y asesor de  varias agencias de las Naciones Unidas como la OMS. Ref: Briceño-Iragorry L, Urbina Medina H, editores. Colección Razetti. Volumen XXIII. Caracas: Editorial Ateproca; 2020.p.375-449.

 

Referencias.

1- Rangel R. Teorías del Sistema Nervioso. Anales de la Universidad Central de Venezuela Caracas II, 2:363-399, 1901. 1901; II (2):363-99.

2- Cajal SR. Elementos de Histología Normal y de Técnica Micrográfica para uso de estudiantes. Madrid: Imprenta y Librería de Nicolás Moya; 1895.

3- Medawar PB. Advice to a young scientist: Harper Colophon Books;1981.

4- Golgi C. Studi sulla fina anatomia degli organi centrali di sistema nervoso; 1885.

5- Prenant A. Les théories du système nerveux. Revue Générale des Sciences, Nos. 15 y 30 Janvier, 1900.

6- Verwohn. Das Neuron in Anatomie und Physiologie. Deutsche medizinische Wochenschrift, 20 Sept., 1900.

Maracaibo, miércoles 16 de diciembre del año 2021

2 comentarios:

Vicente Lecuna T. dijo...

Gracias Jorge por enviar esa información que aumenta el respeto y admiración a Rafael Rangel. Recuerdo al Dr. José Antonio O`Daly comentar acerca las dificultades en lograr las coloraciones del SNC con la metodología argéntica, Muy oportuna la observación acerca la supuesta rivalidad con JGH, el Dr. Miguel Yaber dedica un capítulo de su libros sobre JGH a desmontar mitos. La vida le resultó difícil a Rangel, su testimonio es de grandes logros

Jorge García Tamayo dijo...

Gracias Vicente, es importante para los patologos que se reivindique la imagen del investigador que fue Rangel ya que poco valor se le ha concedido a su impresionante trabajo en el Lab de hospital Vargas de Caracas.